UN número indeterminado de mineros ilegales sudafricanos se resistieron ayer por segundo día a ser rescatados de la mina de oro abandonada en Benoni, al este de Johannesburgo, donde están atrapados, a fin de evitar su detención pese a recibir un tajante ultimátum de las autoridades. El Departamento de Minas sudafricano hizo llegar a los trabajadores clandestinos una notificación en la que se les avisa de que el agujero por el que se cree que entraron a la mina será sellado en catorce días si no aceptan ser sacados a la superficie por los equipos de rescate. Por ese angosto agujero fueron rescatados entre el domingo y el lunes un total de 22 mineros, que, tras aceptar salir al exterior, han sido detenidos y comparecerán esta semana ante un juez acusados de actividades de minería ilegal.
Tanto los equipos de rescate y la Policía como los funcionarios de la municipalidad de Ekurhuleni (de la que depende Benoni) son, por el momento, incapaces de precisar cuántas personas permanecen en el subsuelo tras el colapso de uno de los túneles.
"El número de personas sacadas a la superficie es de 22 hasta ahora. Hay muchos rumores y hay quien habla de 200, 300 y hasta 400 personas bajo tierra, pero los hechos son que hemos atendido a 22 entre el domingo y el lunes", dijo Sugan Moodley, portavoz de los servicios municipales de emergencias. "Saben que serán detenidos y por eso no salen. Salir ahora es muy fácil, pero no quieren salir. Este es el juego que tendremos que jugar ahora", explicó Moodley junto al agujero de la mina, que será custodiado día y noche por agentes hasta que los obreros abandonen ese lugar y sean arrestados. Minutos antes, Moodley y sus compañeros de la Policía mostraron a los medios de comunicación presentes en las inmediaciones de la explotación la cadena de hierro que los mineros usan para bajar a las galerías. A primera hora de la mañana, otro portavoz municipal, Rogers Mamaila, había descartado que pudiera haber bajo tierra más de 200 personas, al asegurar que el número de mineros descubiertos en el subsuelo era de unos treinta, aunque se ignora la cifra exacta.
Fuentes policiales explicaron que las autoridades tratan de convencer a los mineros que siguen bajo tierra de que salgan y se entreguen por medio de uno de los trabajadores rescatados, que ha vuelto a bajar a la explotación para hablar con sus compañeros.
Los mineros fueron encontrados el domingo, cuando un equipo de emergencias que circulaba por los alrededores de la mina abandonada escuchó gritos procedentes del pozo. Mientras tanto, operarios del Ayuntamiento de Ekurhuleni rodearon la entrada a la mina con una alambrada dentada, para evitar que los mineros escapen de la Policía o nuevos intrusos bajen a las galerías. Situada en las inmediaciones de Benoni, en una zona conocida como Kleinfontein, la mina es propiedad de la empresa china Gold One, que compró los derechos para explotarla pero no realiza operaciones.