Bilbao
El caviar, la langosta y otros productos que son sinónimo de lujo gastronómico están a punto de quedar desbancados por el antaño modesto y socorrido huevo frito... o incluso por las sardinas en aceite, porque lo que pronto convertirá muchos platos normales y corrientes en un manjar casi prohibitivo será la necesaria inclusión del aceite de oliva en la receta.
La cosecha de aceituna de este año será un 70% inferior a la de 2011 debido a la sequía y al agotamiento de los olivos después de varias campañas de elevada producción. Estas malas perspectivas están haciendo subir el precio del aceite en origen de una manera vertiginosa, hasta el punto de que en los últimos días del mes de agosto ha aumentado en un 50% respecto a la cotización de principios del mes de julio. Esta subida del aceite en origen aún no se ha trasladado a los consumidores que lo notarán probablemente dentro de unas semanas cuando los envasadores lo repercutan en los precios de venta. El incremento se sumará, además, a la subida del IVA, que ha pasado del 8% al 10%, que entró en vigor el pasado día 1.
Fuentes del sector aceitero señalaron que con toda seguridad los envasadores tendrán que trasladar la subida registrada en origen a los precios de venta, ya que los márgenes con los que trabaja todo el sector del aceite son siempre muy ajustados. "Hay que calcular -explicó un experto- que el litro de aceite envasado subirá al menos una cifra aproximada de 0,70 euros que es la subida que corresponde al producto".
Y es que el 85% del precio final de la botella de aceite viene determinado por el coste en origen, por lo que esta brusca subida podría suponer un incremento significativo en el importe que pagan los consumidores. En la última semana de agosto, el PoolRED -Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva- cifraba el precio medio del aceite en 2.335 euros/tonelada, mientras que a primero de agosto el precio medio era de 2.078, es decir, 257 euros menos.
Mala cosecha Aunque algunas fuentes dicen que tras el incremento de precios de las últimas semanas hay operaciones especulativas, la realidad es que el precio del aceite ha venido subiendo poco a poco desde que a mediados de julio se hizo público un informe que estimaba que, dada la sequía que sufre Andalucía, en la próxima campaña la producción de aceite de Jaén iba a ser como mucho del 30% de la de este año y que en Andalucía en general no se esperaba superar el 50%, es decir, que se estimaba la producción para la próxima campaña, como mucho, entre 750.000 y 800.000 toneladas.
En realidad, como la producción de aceite de la última cosecha fue muy abundante, no hay escasez. Hay que recordar que ha habido un récord de producción que ha superado las 1.600.000 toneladas, aunque paralelamente se ha incrementado mucho el consumo sobre todo en la exportación. Las producciones del sector olivarero en el Estado español no han bajado de las 800.000 toneladas desde la campaña del año 2000, y desde la de 2006 nunca han estado por debajo del millón de toneladas. Aun así, incluso con la escasa cosecha prevista, se estima que hay suficiente aceite para abastecer el mercado, pues aún hay bastantes reservas.
Asumiendo que en breve habrá que pagar bastante más que ahora por el aceite que compramos en el supermercado, también es previsible que muchas conservas, semiconservas, precocinados y productos preparados que llenan la cesta de la compra y que incluyen el aceite de oliva entre sus ingredientes subirán de precio. Ahora también se empieza a hablar de los efectos prácticos de la subida de los cereales y otras materias primas como consecuencia de la sequía y las malas cosechas en varios países productores. Si a eso sumamos el encarecimiento que en los últimos meses han registrado los huevos (hasta junio habían subido más de un 80%), el resultado es que los huevos fritos no van a estar al alcance de cualquiera.