Imaginen que cierran los ojos y saborean uno de los mejores bacalaos al pilpil de toda su vida. ¿El txoko de los aitites? ¿Un baserri perdido entre montes, sin cobertura? ¿El Casco Viejo de Bilbao? Pues no, al volver a abrirlos se encuentran en la Novena Avenida de Manhattan, en el restaurante de cocina vasca Txikito, que como su propio nombre transmite es recogido, cálido, txukuna, y cuenta con decoración de Mikel Urmeneta, el creativo de Kukuxumusu. Los piperrak son vascoamericanos, también: la semilla, de Gernika, y fueron plantados en New Jersey. Cada vez que el Premio Nacional de Narrativa Kirmen Uribe viaja a la Gran Manzana no se pierde su cochinillo asado, confiesa.

Christina, original de Pennsylvania pero cinco años ya en Nueva York, escancia un txakoli rosado. El Rioja es de Labastida. Eder Montero, impulsor junto con su mujer, Alex Raij, de este oasis gastronómico en medio del barrio de Chelsea, da gran importancia a la calidad, por ello cuenta con "vinos de euskaldunes por el mundo. En este caso, es de la enóloga bilbaina Ana Martín", explica. Alex subraya que "queríamos algo muy auténtico, no dar paella". Ella tenía muchos conocimientos en cocina internacional -"y un paladar increíble", subraya su marido- y Eder había trabajado en restaurantes importantes, de diversos países. Entre ellos, el japonés Nobu, de Robert de Niro. Y en el Tía Pol neoyorquino habían revolucionado las tapas de la Gran Manzana. Así que tenían mucha experiencia antes de que el Txikito empezara su andadura en San Martín, el 11 del 11 de 2008 -a las 11.00 h en Bilbao-.

bilbao-new york Eder, hijo del conocido relaciones públicas bilbaino Marino Montero, había estudiado Hostelería en Donostia, pero, como la mayoría de los nuevos newyorkers, era de espíritu inquieto. Así, arribó a la ciudad de los rascacielos "con una Visa de 18 meses, sin conocer a nadie, excepto a Luis Bollo, que me pidió que le ayudara en su famoso restaurante Meigas". Y quedó atrapado por los invisibles tentáculos de la Gran Manzana, especialmente cuando se enamoró de Alex y, al casarse, ya estableció su hogar en Manhattan.

Alex es norteamericana, de ascendientes argentinos, y juntos "hacemos un tándem perfecto", asegura Eder, adjudicándose el mérito de la "ejecución" en la cocina. Ese binomio ha ido más allá, y ya tienen una hija y esperan un segundo vástago. Que compiten con sus otros hijos, los culinarios: empezaron con pintxos, siguieron con menú y ahora ofrecen una asequible carta que se ha hecho famosa "por el boca-oído", de forma que un 20% de su clientela es fija, generalmente de Chelsea, y por este local en madera pasan, con frecuencia, Kirmen Uribe ("cada vez que voy a Nueva York"), Mikel Urmeneta (amigo de ambos), Bernardo Atxaga (en su último viaje) y, entre otras celebridades, Jessica Lange, quien disfruta mucho con la hamburguesa con Idiazabal que la New York Magazine calificó de "la mejor hamburguesa del año" en 2009.

"Elegimos el Idiazabal porque tiene un toque ahumado, y gusta. Además, ponemos dos capas de carne, para que estén más jugosas", aclara Eder, antes de que podamos comprobarlo. Pero, aun siendo un éxito, Eder y Alex decidieron obviar la premiada burger El Doble en las cenas: "Queríamos hacer cocina vasca, y nos mantuvimos firmes. Solo la damos en las comidas, y algunos se van sin probarla. Aun así, seguimos llenando", relata el bilbaino con gorra americana.

La seducción de gildas, piquillos, txipirones o el rodaballo que recomiendan Sofía y Antonio, dos de sus internacionales camareros, se redondea con el buen ambiente y la simpatía del equipo profesional. Además, recuerda Eder, la cocina española tiene mucha aceptación en NYC, "y una de las mejores es la vasca". Productos importados, sonrisas y buena mano. Welcome to Txikito...