En Artea sí hay Casera. Y bebidas de cola, bitters sin alcohol, sifones, tónicas, más de un centenar de botellas, tapones, etiquetas, carteles, fotografías y hasta máquinas que se utilizaban hace más de un siglo para fabricar bebidas gaseosas. Y es que el centro comercial de Leioa acoge esta semana una exposición sobre los 175 años de la historia de las bebidas refrescantes en el estado, con Euskadi como "comunidad clave" debido a marcas propias como Kas o Schuss. Esta "refrescante" muestra le hará recordar al "hombre de la tónica" o envases antiquísimos; rememorar viejos anuncios, como el del joven de la Coca Cola light que provocaba los sueños húmedos de unas oficinistas; o aprender que estas bebidas surgieron en farmacias y hospitales.

Esta exposición, impulsada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcohólicas (Anfrabra), le da la vuelta al slogan publicitario Si no hay Casera, nos vamos. Porque en Artea sí hay Casera. Y otras muchas bebidas refrescantes que forman parte de nuestra pequeña gran historia, familiar y social, en los últimos 175 años. Especialmente en Euskadi, "pionera en la fabricación de refrescos", actividad impulsada por pequeños fabricantes y empresas de mayor tamaño que "han desempeñado un papel importante en la economía vasca", según la portavoz de Anfrabra, Genoveva Sánchez, que destaca el origen vasco de marcas míticas como Kas o Schuss.

¿Sabía que el origen de los refrescos está en los hospitales y farmacias porque se utilizaban hace casi dos siglos para combatir afecciones estomacales? ¿Que el primer refresco de burbujas data de 1934 y que surgió en Valencia? ¿Que el refresco de cola ya era utilizado en la II Guerra Mundial por los soldados para levantar la moral? ¿Que el hombre de la tónica protagonizó más de 50 anuncios durante 12 años largos, haciendo tan conocido el producto que el Estado español lideró su consumo mundial? ¿Que los refrescos forman parte de los hábitos sociales del 79% de los vascos? ¿O que los sabores ha aumentado en más del 50% en tan sólo cinco años?

Esas preguntas, y otras curiosidades, como que Euskadi elabora el 15% de la producción actual de refrescos, se contestan en esta exposición que acoge Artea, que reúne piezas de gran valor histórico en varios stands, así como un montaje audiovisual con anuncios imperecederos. La muestra incluye más de 100 botellas, tapones, etiquetas, un centenar de carteles, fotografías y hasta máquinas que se utilizaban hace más de un siglo para fabricar bebidas gaseosas.

En el conjunto de esta muestra retrospectiva destacan la botella del primer refresco sin gas, que tiene la forma de las tres naranjas valencianas que se utilizaban para elaborarlo y que dieron lugar a su nombre, Trinaranjus; sifones de hace más de un siglo, algunos ya con evidentes muestras del paso del tiempo, como La Montañesa o el de Antonio Landeira, que destaca en el vidrio que contaba con "manantial propio"; las populares botellas de gaseosas La Casera, La Revoltosa, la Pitusa, La Gil (Conocerla es aceptarla) o La Molina (Deliciosa y sana); y envases de distintas épocas de marcas como Coca Cola, Pepsicola, Fanta, Kas; o la reproducción de una de las botellas creadas por Jean Jacob Schweppes para la tónica en el siglo XVIII.

del vidrio al plástico A este largos centenar de botellas, se le suman decenas de tapones, chapas (con rostros de futbolistas de varias épocas) y etiquetas que evidencian la transformación producida con el tiempo. Ese tránsito también se observa en el material de los envases -el vidrio original se sustituyó por latas y el plástico PET- y en los cierres. "Se ven los antiguos, un corcho atado con una cuerda o el de bola, pasando por los de las gaseosas y los tapones a presión de porcelana y alambre cubiertos con un capuchón de plástico o papel", según Sánchez.

La muestra incluye una antigua máquina llenadora de sifones y más de un centenar de carteles y fotografías que permiten ver cómo se fabricaban antiguamente los refrescos y anuncios que reflejan los cambios de la sociedad en estos años, con el papel cada vez más protagonista de la mujer a partir de los años sesenta del siglo pasado. La muestra se puede visitar hasta el domingo en Artea. !Y cuidado con las burbujas y los gases!