Cruzada contra la minifalda
Un alcalde italiano quiere prohibir las faldas muy cortas y los vestidos escotadosPrevé multas de 500 euros por llevar prendas que "atenten contra la decencia"
NUNCA 35 centímetros de tela dieron tanto que hablar. Una ciudad balneario del sur de Italia, en la provincia de Nápoles, ha iniciado una púdica cruzada para prohibir prendas provocativas como escuetas minifaldas o escotes pronunciados. El ayuntamiento de Castellammare di Stabia votó ayer un reglamento en el que se prevén multas de hasta 500 euros a quien lleve vestidos con los que se vea demasiado canalón o faldas ultracortas, en ocasiones conocidas como cinturones anchos. La ciudad costera debatió la prohibición de esta ropa para mejorar, según afirma el primer edil, Luigi Bobbio, los estándares de decencia pública. Este alcalde, un ex magistrado, ya ha sido famoso por iniciativas pintorescas como la prohibición de dar comida a los indigentes. Su propuesta también prohíbe tomar el sol y jugar al fútbol en lugares públicos.
En este moderno vademécum de las buenas costumbres de Bobbio, se prevén multas desde 25 a 500 euros para aquellas personas que lleven vestidos indecentes o poco recatados, paseen en bañador por las calles de la ciudad o digan blasfemias en lugares públicos. Asimismo se sancionarán las blusas que muestren el sujetador, o los pantalones de cintura baja que dejen al descubierto la ropa interior, tan de moda. En estos casos, dijo Bobbio, se multará a la persona por "violación de la decencia pública".
Pero el puritano alcalde no está solo. Paulo Cacere, párroco de Castellammare di Stabia y militante del partido de centro-derecha Pueblo de la Libertad, dice que el reglamento intenta atacar "al mal comportamiento, a las transgresiones y a la gente pendenciera". "Es la decisión correcta", dijo el párroco al periódico Cronache di Napoli. "Es también una manera de combatir el aumento del acoso sexual", subrayó. Castellammara di Stabia es la última ciudad en hacer uso de los nuevos poderes extraordinarios que les entregó a los gobernadores el primer ministro Silvio Berlusconi, con el objetivo de combatir la delincuencia y hacer frente al comportamiento antisocial.
Con las minifaldas en las barricadas, las mujeres de la formación opositora, Partido Demócrata (PD), ya están en pie de guerra y han organizado una concentración frente a la sede municipal en protesta por normativas que consideran "ofensivas a la dignidad de la mujer".
La campaña de prohibiciones está de moda. En otros lugares de Italia se han prohibido los castillos de arena, besarse en los automóviles, alimentar gatos vagabundos, los zuecos de madera y el uso de podadoras eléctricas los fines de semana.
Tampoco es el primer municipio donde los regidores se meten en camisas de once varas. Recientemente en Chile, en la ciudad de Coquimbo, a 470 kilómetros de Santiago, se dio a conocer un bando para los empleados públicos que anulaba el derecho de hombres y mujeres a usar ropa informal en el trabajo los viernes, durante la primavera y el verano. En Brasil, el caso de Geisy Arruda -que fue expulsada de la universidad privada donde estudiaba Turismo por asistir a clases en minifalda- generó una airada polémica. A las mujeres se les prohibió las camisetas sin tirantes (strapless), las minifaldas y los shorts. El caso tuvo tanta repercusión y se vio envuelto en tanta polvareda, que el gobierno debió tomar cartas en el asunto y la universidad se vio obligada a readmitir a Arruda, que ya había recibido ofertas para posar en Playboy.
La protección de la moral también ha cundido entre algunas autoridades conservadoras europeas. Tanto es así que en Hungría, Gyorgy Mitnyan, el alcalde de un barrio de Budapest redactó su propio decálogo de buenas costumbres para los trabajadores municipales. Con una salvedad. El edil húngaro sí permitía el uso de las minifaldas, pero sólo a aquellas funcionarias que tuvieran "bonitas piernas".
Más en Qué mundo
-
Condenan al presidente de una comunidad tras morder en la cara a un vecino por unas filtraciones de agua
-
Así ha aprendido a maullar esta gaviota para intentar que le den de comer
-
Las palabras del castellano con origen en el euskera, según el influencer Beñat Olea
-
Paran a una mujer y graban en su coche a un mapache fumando una pipa de metanfetamina