Con muy pocas horas de sueño, la directora, guionista y productora laudioarra Estibaliz Urresola Solaguren se siente muy contenta, aunque también cansada, tras la gala de los Goya en la que 20.000 especies de abejas ha ganado los premios a mejor dirección novel y guion original (para la alavesa) y actriz de reparto, para Ane Gabarain.
Cansada y...
Muy cansada pero muy feliz. Son estos días que no duermes mucho, ni antes de venir ni hoy mismo porque ha sido una noche muy bonita que hemos querido alargar al máximo. Nos hemos tenido que levantar porque cerraba el desayuno y ayer no cenamos nada (risas). Estamos recibiendo tantas felicitaciones, tanto cariño, tantos mensajes... que está siendo todo muy bonito.
"Ayer hubo un montón de gente que me mandó fotos de los disfraces de Laudio. Es muy, muy, muy bonito ver esa respuesta de tu tierra"
En Laudio se puso una pantalla, mucha gente iba disfrazada en la calle de abejas, también en otros puntos como Vitoria... ¿Qué piensa una cuando ve algo así? ¿No es muy loco?
Mi primera reacción fue como: ¡esto es demasiado! (risas). Pero a medida que se han ido acercando los días y me han ido mandando fotos de los escaparates de Laudio, que todos los comercios han puesto cosas alusivas, me he ido emocionando mucho. Es muy, muy, muy bonito ver esa respuesta de tu tierra. Ayer hubo un montón de gente que me mandó fotos de los disfraces. Ver el apoyo de tu pueblo y de otros lugares que me sienten tan cercana, es una maravilla.
"Patricia López Arnaiz para mí ha sido una aliada brutal en este proyecto a nivel humano y profesional"
Hace justo un año '20.000 especies de abejas' se estrenaba en la Berlinale. Ayer se vivió la noche de los Goya. Menudos doce meses, ¿no?
Ha sido un año que parecen dos (risas). No podría resumirlo. Tengo sensaciones en palabras como intensidad, en situaciones como estar mucho tiempo fuera de casa echando mucho de menos a los míos pero al mismo tiempo nutrirme de tantas cosas... Ha sido muy importante recibir todo lo que ha llegado de los públicos, también de los públicos extranjeros en festivales. He conocido personas increíbles. Ha sido un regalo muy, muy intenso. También tenemos ganas de descansar. Bueno, ganas... es que es imposible sostener este ritmo eternamente. Este momento de los Goya hace como de cierre de ciclo, aunque eso no significa que se haya terminado todo. Quedan cosas, pero ya son parte de esa cuesta abajo, de esa recta final.
"Muchas personas trans procedentes de diferentes lugares, me han dicho algo muy similar, que su niño o niña interno había, de alguna manera, sido sanado"
En la Berlinale estaba usted con una sonrisa de oreja a oreja. Ayer, hay una imagen suya con los dos Goya en las manos, con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Todo ha merecido la pena, verdad?
Sinceramente, tuve la convicción de que había merecido la pena el día en que le puse la película a los padres de Sofía Otero y a algunos padres y madres más de Naizen (Asociación de Familias de Menores Transexuales) para ver, antes de cerrar el montaje, si había algo que igual no les encajaba. Aquel día fue tan emocionante que fue la primera vez que sentí que había merecido la pena. Y luego, todo lo que ha venido ha sido una celebración de todo el trabajo. Y están los mensajes que hemos recibido. Me ha escrito mucha gente, muchas personas trans procedentes de diferentes lugares, diciéndome algo muy similar, que su niño o niña interno había, de alguna manera, sido sanado. O lo habían sentido abrazado o reconectado. Eso me ha emocionado mucho. La comunidad trans ha defendido la película porque la ha sentido como propia y eso es un regalazo.
¿Se va a quedar con el mote de abeja reina?
(Risas) No. Al final, todo esto es la colmena. Todas las actrices han hecho un trabajo brutal. Me las como a todas. Me las llevo en el corazón. Patricia López Arnaiz para mí ha sido una aliada brutal en este proyecto a nivel humano y profesional. Ane Gabarain... es que toda su entrega... O Itziar Lazkano, que es puro amor. Son tantas piezas las que han hecho que esto haya funcionado que no puedo resumir. Todo el mundo generó un clima impresionante, contando con unos profesionales magistrales. Ellas y ellos rodearon a Sofía de tal manera que hicieron que también ella pudiera florecer. Es toda la colmena con la que me quedo.