GKS acaba con la hegemonía de Sortu en txosnas y gaztetxes

En el lustro y poco más que va de la pandemia del Covid hasta estos días, el colectivo juvenil Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) se ha hecho un hueco en el tablero político vasco y ha removido los cimientos en el ámbito de la izquierda radical. Se le conoce más por sus hechos que por sus dichos y no tiene, que se sepa, un o una líder definida que capitanee la nave. No es difícil conocer su ideología, objetivos y táctica, porque no lo ocultan y no es difícil acceder a vídeos, documentos o entrevistas a miembros de este colectivo juvenil disidente de la izquierda abertzale, que se maneja bien en redes sociales.

Es un movimiento básicamente juvenil, con mucha presencia euskaldun, con una militancia repartida en toda Euskadi y que cuenta con un respaldo muy amplio de seguidores, como ha quedado demostrado en diferentes manifestaciones como el Primero de Mayo en Bilbao, las regatas de la Concha en Donostia o los actos contra la Falange en Gasteiz.

De corte marxista-leninista, GKS, prioriza su ideología obrerista frente al independentismo, aunque lejos de rechazarlo, lo supedita a la construcción del socialismo. De ahí que Ernai le reproche su falta de vocación nacional vasca. Ellos les devuelven el reproche endilgándoles la etiqueta de aburguesado. Los choques entre ambos grupos no se limitan a un cruce de acusaciones y a demostrar quién es más puro y más radical.

Control de txosnas y gaztetxes

También se dan por el control de espacios que hasta no hace mucho eran feudo indiscutible de la izquierda abertzale y que ahora GKS intenta controlar, como son los gaztetxes y las txosnas de las fiestas de los pueblos de Euskadi. 

Algunos gaztetxes son lugares para visibilizar el liderazgo de uno u otro colectivo y en algunos casos, como en Donostia, se han llegado al enfrentamiento físico entre unos y otros. También la lucha por el control de las txosnas ha llegado en más de una ocasión a las manos.

Estas instalaciones son el escenario donde la izquierda abertzale tradicional ha atraído a simpatizantes y cohesionado a sus simpatizantes, pero su importancia reside en el rendimiento económico que deja a sus titulares. GKS denuncia el “veto político” de Sortu y Bildu a acceder a txosnas a través de las comisiones municipales de fiestas que controlan.