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EH Bildu utiliza el autogobierno y el euskera para la confrontación con el PNV

Otxandiano acusa a Esteban de “enfriar” el estatus pero admite que el diálogo sigue, y dice que la propuesta de Bildu sobre las OPE se hizo de manera “compartida”, algo que niegan los jeltzales y no casa con la presentación de dos textos distintos

EH Bildu utiliza el autogobierno y el euskera para la confrontación con el PNVEfe

EH Bildudefiende desde hace meses una propuesta que ha provocado más escepticismo que adhesiones, y que consiste en presentarse a las elecciones generales y europeas en coalición con el PNV y otras fuerzas soberanistas o progresistas de diferentes territorios, con un programa de mínimos de defensa de los derechos nacionales y lingüísticos. Pero, en la práctica y de manera contradictoria, esos supuestos espacios de colaboración y de país son los que ha utilizado EH Bildu en lo que va de semana para tomar distancias ante el PNV y transmitir que no reacciona ante la amenaza de la ultraderecha ni se da la prisa que debería para aprovechar la legislatura española de Pedro Sánchez, cuya continuidad está en el alambre. EH Bildu ha situado en el centro de su confrontación política con el PNV la protección del euskera, el cumplimiento del Estatuto de Gernika, y el nuevo estatus de autogobierno. Son tres materias, especialmente la primera, que los jeltzales quieren dejar al margen de la lucha partidista y cuya utilización, además, puede debilitar los espacios de confianza entre ambos partidos, que ya de por sí están alejados en las cuestiones más prosaicas de la gestión económica del día a día.

EH Bildu se ha desmarcado del PNV en las dos noticias de la semana que han afectado al autogobierno y el euskera. Por un lado, el martes, el lehendakari Pradales y el presidente Sánchez empezaron a desbrozar la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social con varias prestaciones para el cuidado familiar, pero no hubo acuerdo sobre las prestaciones y subsidios de desempleo. En lugar de poner el foco en que el Estado debe cumplir, el portavoz parlamentario de EH Bildu, Pello Otxandiano, evitó culpar este viernes al ministerio de Sumar del desacuerdo sobre el traspaso del paro con el argumento de que “no es cosa de una persona y de un ministerio; es estructural” porque este tipo de negociaciones ya no son suficientes y es necesaria una bilateralidad efectiva. No culpó a Yolanda Díaz, pero sí dijo en cambio que “el Estado ha cogido un poco la medida al PNV”. Deslizó que los jeltzales se dejaron embaucar cuando el Gobierno español metió en la coctelera de la reunión otros asuntos que no eran transferencias, como la operación Talgo, según dijo en Radio Euskadi. Insistió en que esta situación no se va a solucionar si el PNV “pretende abordar el cumplimiento del Estatuto y otras cuestiones en términos netamente partidistas” y, tras el dardo, pidió sumar fuerzas para aprovechar la legislatura estatal.

Otxandiano se refirió también a la búsqueda de un nuevo estatus de autogobierno, y deslizó por primera vez que la culpa de los ritmos es del actual presidente del EBB del PNV, Aitor Esteban, porque “ha habido un intento públicamente, ha sido evidente, de enfriar expectativas”. Pero, en la misma frase, reconoció: “Seguimos hablando”. Desde el PNV defienden que no hay un freno, pero no hay avances suficientes ni un texto cerrado. Y, si el texto no se cierra, no será responsabilidad del PNV en exclusiva, sino que será que las posiciones de unos y otros impiden que el debate coja mayor velocidad.

Por otro lado, esta semana ha llegado la sentencia del Tribunal Supremo, que da la razón a Vox sobre el decreto vasco de desarrollo de la Ley Municipal, y que rechaza que se pueda usar el euskera en primera instancia en los altavoces, la megafonía o la relación con la ciudadanía con la posibilidad de cambiar después al castellano. En este caso, EH Bildu acusa al PNV de no “reaccionar”, y le recrimina que no basta con decir que están “tristes”.

Cuando le preguntaron a Otxandiano si ha contrastado con el PNV la propuesta para garantizar el euskera en la administración pública y que los tribunales no anulen las OPE, respondió: “Desde el primer minuto. De hecho, la elaboración de esa propuesta en términos jurídicos se hizo de forma compartida, discreta, pero con técnicos y personas del entorno del PNV y técnicos que están en responsabilidades en diferentes instituciones de esta parte del país. Después hemos tenido un canal de diálogo permanente con el PNV. Nos pidió tiempo porque había cambios en el PNV, tenían dudas, no sabían qué hacer, estaban viendo la situación... Ese tiempo ha pasado, y lo que sabíamos es que el PNV estaba negociando otra alternativa con el PSE, una negociación de la cual no nos hicieron parte”. 

Fuentes del PNV consultadas por Grupo Noticias aseguran que no han trabajado la propuesta con EH Bildu de manera conjunta. Otra cuestión muy distinta es que uno de los juristas con los que ha trabajado el partido jeltzale coincide con uno de los juristas que ha consultado EH Bildu, pero esa persona es una más de las muchas voces que ha pulsado el PNV y no es la que ha determinado la base de su proposición de ley. Y es un hecho constatable que, al final, cada partido presentó su propuesta por separado en el Parlamento y el contenido es distinto (el PNV pide que cada institución tenga autonomía para fijar el índice de plazas con perfil, y EH Bildu pide exigir el euskera de manera generalizada y establecer excepciones tasadas a partir de ahí). Bildu fue la primera en romper la baraja al cansarse de esperar y registró su iniciativa por su cuenta. Además, cuando el PNV redactó su propuesta, el primer partido que la tuvo sobre la mesa fue su socio, el PSE, por lealtad.

Antxon Alonso

Si Arnaldo Otegi ya reconoció que le presentaron al empresario señalado en el caso Cerdán, Otxandiano también admite que estuvo “una vez" con Antxon Alonso, pero sin mayor trascendencia porque “vino en representación de Forestalia, que tenía un proyecto de una línea de alta tensión desde Aragón hasta Gatika y atravesaba muchos municipios gobernados por EH Bildu”, y Alonso quería tener una reunión. “En esa reunión le dijimos que no estábamos de acuerdo con ese proyecto”, zanjó.