El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol se ha despedido este miércoles de su mujer, Marta Ferrusola, que murió el lunes por la noche a los 89 años, en una ceremonia en la que también ha asegurado que su muerte le ha cogido por sorpresa: "He querido a mi mujer y sé que ella me ha querido mucho, mucho, y le quiero dar las gracias".

En el funeral, oficiado este miércoles a mediodía en el Tanatori de Sant Gervasi de Barcelona, ha asegurado que fue "una mujer que quiso mucho a Catalunya" y que fue fiel a su idea de Catalunya y también a la religión católica.

"Con estas palabras, que no tenía preparadas, quiero darle las gracias a ella porque me ha ayudado a superar mis imperfecciones, mis infidelidades y no me ha fallado nunca, nunca, nunca", ha subrayado el expresidente.

Ha afirmado que ambos se debieron siempre a la fe, la esperanza y la caridad, aunque no "con toda la perfección", y ha añadido que Ferrusola lo tuvo claro y él ha tenido más dudas de sí mismo en este sentido.

"Esto de la fe, la esperanza y la caridad no sé si lo practicamos siempre suficientemente bien, como hacía falta, con toda la generosidad. Respecto a Marta, estoy tranquilo. Estoy más tranquilo respecto a Marta que de mi mismo", ha sostenido.

Ha recordado que, cuando él le pidió matrimonio, le advirtió de que para él una prioridad básica era Catalunya y que se quería dedicar a ello, y ella aceptó, y también ha explicado que le dijo que era un hombre de fe, aunque ha lamentado: "No estoy contento conmigo mismo. La he llevado hasta ahora mismo con imperfección, insuficiencia. Estoy seguro de que ella lo ha hecho mucho mejor que yo".   

FIELES A SÍ MISMOS

Pujol ha agradecido la contribución de su mujer para que él fuese fiel a sí mismo y ha dicho que él también la ayudó a ser fiel a sí misma, tras lo cual ha dicho que ambos han llegado al final de su camino: "Ella, con plenitud. Yo no estoy tan seguro de mí mismo".

Ha deseado que Ferrusola pueda seguir velando por él y ayudádole, tras lo que se ha disculpado porque asegura que quería preparar un buen discurso para la ceremonia, pero ha puntualizado que no lo ha podido hacer porque está "conmocionado".

Han asistido unas 500 personas, entre ellas los hijos del (Jordi, Oriol, Pere, Josep, Mireia, Marta y Oleguer), otros familiares como nietos y bisnietos, así como autoridades y excargos políticos como el presidente del Parlament, Josep Rull; el expresidente de la Generalitat Artur Mas, y el conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena.