Tras las tensiones que provocó la pandemia en el sistema sanitario, Osakidetza se ha convertido en uno de los principales ejes de la precampaña para las elecciones vascas del 21 de abril. En este sentido, Eneko Andueza, el secretario general de un PSE que ha gobernado en coalición con el PNV en los últimos años, trató nuevamente de marcar ayer domingo un perfil propio frente a los jeltzales y cuestionó que sean ellos quienes puedan solucionar los problemas en la red sanitaria, porque “han demostrado ser incapaces de hacerlo”. Tras diagnosticar que el principal problema procede de la escasez de plantilla, se comprometió a que, si es lehendakari, va a llevar a cabo “un aumento de plantilla estructural de Osakidetza, con 2.000 nuevas plazas, que no son de plantilla estructural ni están cubiertas por personal temporal”, sino que serían totalmente nuevas. Paradójicamente, al mismo tiempo reconoció que en Euskadi se ha realizado la “mayor oferta de empleo público de la historia, con más de 11.000 plazas a lo largo de esta legislatura”. Pero Andueza no se lo atribuyó a las consejeras del PNV, a Gotzone Sagardui (Salud) ni Olatz Garamendi (Gobernanza), sino a los socialistas en el Gobierno español por el decreto de estabilización de personal eventual. Añadió que Euskadi ha impulsado que se incremente la plantilla estructural en 5.000 plazas.

Andueza planteó que, “si realmente apostamos por reforzar Osakidetza, lo primero que debemos hacer es reforzar su plantilla, con buenas condiciones y un servicio de calidad”. “Y eso no va a venir de la mano de los que han demostrado ser incapaces de hacerlo. Y, ¿se imaginan nuestra salud en manos de Bildu?”, previno. Sobre la coalición abertzale, dijo que “ha hecho un largo viaje para volver al sitio del que nunca se ha movido”. “Mucha palabrería, mucha reflexión y una única propuesta: más soberanía”, criticó.

Tras reivindicar las plazas de esta legislatura, añadió que fueron los socialistas los que situaron Osakidetza “en lo más alto de la mano del consejero Rafa Bengoa en el Gobierno de Patxi López”. Prometió 2.000 plazas nuevas, porque “no puede arreglarse con reorganizaciones”.