El Tribunal Constitucional (TC) homenajeó ayer miércoles a Francisco Tomás y Valiente, presidente emérito y magistrado de la corte de garantías, en el 28º aniversario de su asesinato a manos de ETA.

En el marco del acto, el presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, recordó a Tomás y Valiente como “una persona que destacó tanto en la Academia como en el servicio activo a España, un demócrata ejemplar movido por una intensa moral del trabajo, singularmente tolerante, humanista y polifacético, siempre guiado por unos firmes ideales que siguen siendo los nuestros”.

Este homenaje, que se celebra todos los años, ha querido conmemorar “desde la dignidad institucional y desde el aprecio personal, todo lo que ha Francisco Tomás y Valiente ha sido y representa hoy en día”.

“Para cualquier demócrata, recordarle, honrar su memoria y su obra, es una responsabilidad moral y un canal para la defensa de la democracia, los derechos fundamentales y la convivencia social y política”, dijo Conde-Pumpido.

El presidente del TC incidió en que el magistrado, que fue asesinado el 14 de febrero de 1996 en su despacho en la Universidad Autónoma de Madrid, fue un “auténtico hombre de Estado y, sobre todo, una buena persona”. Y subrayó que su muerte consternó y devastó a toda España.

El presidente del TC depositó 28 rosas –una por cada año de ausencia– en el monolito que recuerda a Tomás y Valiente a la entrada del Constitucional. Al acto acudieron dos de los hijos del presidente emérito, la vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán, y el resto de magistrados del tribunal.

También asistieron los presidentes eméritos del TC, Miguel Rodríguez Piñero, Pascual Sala y Juan José González Rivas, así como el magistrado emérito Manuel Aragón.