Imanol Pradales (Santurtzi, 1975) cierra una semana de máxima intensidad, que empezó con su proclamación oficial el sábado 27 de enero en Durango y que lo ha convertido de la noche a la mañana en el hombre más buscado por la prensa.
Usted quiere centrar el debate en las propuestas. ¿Ha identificado el PNV que la crispación es lo que provocó la abstención en las elecciones municipales y forales de mayo?
El PNV, en diciembre de 2022, presentó el resultado de un proceso de escucha activa a la sociedad en el que yo participé como coordinador del ámbito socioeconómico. Nos ha ayudado a prestar más atención a algunas problemáticas o déficits, y también las instituciones que gobierna el PNV se están orientando a atender esas cuestiones. Yo marqué tres elementos en Durango. Por un lado, una nueva Euskadi del Bienestar, que significa que tenemos que atender temas como el empleo de calidad, la generación de riqueza, la descarbonización, la salud como la máxima prioridad... También hablé de una Euskadi fiable, donde todas las personas tengamos la capacidad de hacer un proyecto de vida, una Euskadi que nos genere un entorno de seguridad, y que atraiga inversiones. Es importante en un momento de movimientos populistas en occidente. Por otro lado, dije que Euskadi será global o no será. Es importante que Euskadi como nación tenga capacidad de estar en organismos de primer nivel internacional que deciden políticas que nos afectan.
Ha atribuido las tensiones sanitarias a la pandemia y el envejecimiento pero, al margen de esos dos factores que no se pueden controlar, ¿se han tomado también malas decisiones? ¿Han faltado inversión o diálogo con los profesionales?
En este país hemos tenido siempre ambición por mejorar y ahí están los índices de calidad de vida. Tengo muy claro que contamos con un sistema vasco de salud que es de referencia. La salud es la máxima prioridad, porque afecta al conjunto de la población, desde que uno nace hasta que uno fallece. Y, a partir de ahí, lo que estamos viendo es que el propio Gobierno vasco ya está dando pasos muy positivos. Las listas de espera quirúrgicas, en apenas año y medio, han pasado de 85 días a 60. Se está recuperando presencialidad en la atención primaria, pero todavía tenemos que seguir mejorando. Por lo tanto, mi ambición es la de mejorar el sistema sanitario vasco. Y hay otra cuestión relevante: la pandemia ha tenido un impacto emocional, y entre la gente joven se han disparado las depresiones y la ansiedad. Hay que recuperar emocionalmente a la sociedad.
"Es importante que Euskadi como nación tenga capacidad de estar en organismos de primer nivel internacional"
Usted ha utilizado la palabra ambición, y partidos como EH Bildu y la oposición en general le niegan esa ambición al PNV, porque ustedes dicen que no hay dinero para todo...
Este país, si ha progresado y ha alcanzado estos niveles de bienestar, es porque ha habido ambición por parte de quien lo ha liderado, el PNV. Ahí están los datos de la última década. Hemos tenido una crisis financiera, una pandemia, una crisis energética y de precios, guerras... y, aun así, ahí está la mejora: 125.000 personas más trabajando hoy que hace diez años, hemos disminuido la tasa de paro de más de un 15% en 2013 al 6,3% según el INE, el PIB ha crecido un 40%... Por lo tanto, ambición de mejora existe, ha existido y existirá porque el PNV siempre está aspirando a mejorar. Estamos en una coyuntura en la que nos jugamos mucho porque, si no acertamos en la dirección de las políticas, podemos poner en riesgo la calidad de vida y el propio bienestar.
Uno de los mayores focos de tensión se produjo por la reordenación de las organizaciones sanitarias, como sucedió en la OSI Donostialdea, o la centralización de cardiología en Cruces, paralizada por la vía judicial. ¿No se ha llegado a entender esa idea de hacer una red sanitaria donde no necesariamente tienen que estar todos los servicios en todos los hospitales? ¿Van a reconducir o plantear de otra manera esa idea?
No soy experto en gestión sanitaria y, por lo tanto, yo establezco un objetivo de país, que es la mejora del sistema pero, para abordarlo, sin ninguna duda hay que contar con la voz de quienes gestionan ese ámbito. Requiere de una visión compartida y diálogo. Sí creo que, si uno observa lo que está diciendo la OMS, lo que dice es que hay que ir buscando sinergias, eficiencias, y hay que ir transformando a veces las organizaciones sanitarias para que vayan en esa línea. Y hay que hacerlo junto con las y los profesionales, que son quienes están en el día a día atendiendo a los pacientes. Estamos en ese punto en el que hay que escuchar más a los profesionales. Me toca, sobre todo, aprender.
En Durango habló de la seguridad en las calles. ¿Está poniendo sobre la mesa que hay un problema?
Euskadi es un país seguro en términos de indicadores y en términos comparados. Dicho esto, hay determinados entornos urbanos en los que hay una percepción de inseguridad ciudadana por parte de la población y hay que atenderlo. Todos tenemos que sentirnos libres por las calles y no tener miedo. Tenemos una Policía integral, la Ertzaintza, que ejercita una importante labor de prevención y, cuando hay criminalidad, la persigue, pero hay que atender lugares concretos de ámbitos urbanos concretos donde puede haber esa percepción.
El consejero Arriola, del PSE, pide otra fiscalidad para la vivienda, pero usted cree que hay que analizar la fiscalidad en su conjunto. Pero, de todas las medidas fiscales, ¿hay alguna que deba incidir en la vivienda?
Las reformas fiscales de 2014 y 2018 han cumplido los objetivos con creces. Dicho esto, se ha abierto un periodo de reflexión. Hay retos de país que obviamente tienen que estar y estoy convencido de que van a estar en la reflexión: el reto demográfico que está vinculado con las políticas de juventud y vivienda, la baja tasa de natalidad... También está el reto de la descarbonización. Tenemos unos elementos que nos están interpelando, y la fiscalidad tiene que responder. Cuando toque, se planteará de forma coordinada, porque las Juntas tienen la competencia fiscal, en coordinación con el Gobierno vasco, que preside el Órgano de Coordinación Tributaria buscando la armonización.
"Se ha querido contraponer al autogobierno una Ley de Vivienda que lo que provoca es menos oferta de alquiler"
¿Ha entendido la sociedad, y sobre todo la gente más joven, que el PNV recurriera la Ley de Vivienda estatal por invasión competencial?
No deberíamos perder de vista que este país se ha construido gracias a las capacidades propias de autogobierno. Si hemos sido capaces de construir una política industrial determinada, una Osakidetza, una Ertzaintza, una serie de políticas sociales avanzadas y de referencia en Europa, es por el autogobierno. A más autogobierno, más bienestar. Lo vamos a seguir defendiendo. Pero no es solo una cuestión competencial. Se ha querido contraponer el autogobierno contra una aparentemente buena Ley de Vivienda, cuyos efectos vemos ahora. Se pretendían limitar los precios del alquiler, y lo que vemos es que hay menos oferta de viviendas en alquiler.
El Parlamento ha aprobado una propuesta para que las empresas tengan que devolver las ayudas si abandonan Euskadi. Pero el PP dice que es una propuesta intervencionista, y que habría que sacar chispas al Concierto. ¿El PNV contempla actuar a través de la fiscalidad?
La iniciativa se inspiraba en una norma que aprobó la Diputación de Bizkaia en 2007 y es de sentido común. También contamos con instrumentos muy importantes que hay que fortalecer, para tomas de capital en las compañías, préstamos participativos, internacionalización, y siempre están ligados a que se produzca un efecto en la creación de empleo de calidad. Y ya hoy tienen deducciones fiscales si buscan inversión productiva, crean empleo de calidad neto, invierten en innovación...
"Hay quien busca incoherencias, pero la cohabitación con el lehendakari la vivimos con naturalidad"
Su candidatura a lehendakari, por conocerse a través de una filtración a la prensa, se interpretó desde algunos sectores como una forma de abjurar de la trayectoria del lehendakari Urkullu. ¿Le han molestado estas interpretaciones?
Yo he vivido mi candidatura de una forma que nada tiene que ver con muchas de las interpretaciones que se han pretendido trasladar a la opinión pública. He sido más un espectador que otra cosa en relación con esa cuestión. Desde luego, he vivido mi candidatura con normalidad, con una transición bien hecha, y no he vivido nada excepcionalmente raro.
¿Cómo conoció su candidatura?
El viernes 24 de noviembre a la tarde recibí una llamada por parte del Euzkadi Buru Batzar y se me hizo una propuesta con poco margen de respuesta. El 25 a la mañana, a primera hora, di ya una respuesta positiva para que mi candidatura estuviera en la mesa del EBB que se reunió ese día.
¿Habló con el lehendakari?
Hablé el día 25 a la tarde, no antes, porque todo se precipitó con muchísima rapidez, fueron horas muy intensas y una noche muy larga, y hubo que gestionar esto en casa, fundamentalmente con la familia. Después de pensarlo mucho, no mucho tiempo pero sí mucho, al final mostré mi disposición ese sábado a la mañana y el EBB tomó la decisión que posteriormente hizo pública. Entonces hablé con el lehendakari.
En esta semana como candidato, ya hay quien, cada vez que usted hace una propuesta de mejora, interpreta que se está desmarcando de la gestión del Gobierno de Urkullu. ¿Es sostenible mantener la cohabitación? ¿Hasta cuándo se puede apurar esta cohabitación entre un lehendakari en ejercicio y un candidato a lehendakari, que es usted?
Un lehendakari en ejercicio está gobernando para todas y para todos en este país. Además, necesitamos un Gobierno. Por otro lado, el lehendakari, cuando lo entienda oportuno, convocará las elecciones. Mientras tanto, lo que me toca es elaborar una buena propuesta y aprovechar estos tiempos para ir incorporando sugerencias y mejoras a lo que será nuestro programa electoral. Es perfectamente compatible esa cohabitación y creo que la estamos viviendo con naturalidad. Habrá quien quiera buscar algún tipo de incoherencia, pero la aspiración que tenemos tanto yo como el Gobierno vasco es la mejora continua de este país y compartimos los retos comunes. No vamos a vivir esto de manera extraña o extraordinaria, sino cada uno en el ámbito que le toca. Yo con el lehendakari mantengo una relación fluida y continuada, también con miembros del actual Gobierno. Se vuelve a intentar trasladar probablemente una interpretación interesada de esa cuestión, pero yo me siento muy cómodo.
Desde su perspectiva como candidato, que necesita una proyección pública, ¿a usted le resta margen el hecho de que no se convoquen ya las elecciones y que el lehendakari siga manteniendo una agenda de peso, con encuentros de alto nivel en la Comisión Europea?
El lehendakari decidirá cuándo tiene que convocar las elecciones y seguro que la decisión la toma pensando en el bien de este país y será la mejor. Hay quien quiere buscar en eso algún tipo de problema. Yo no veo nada similar. Yo lo que veo es que, mientras tanto, tengo un margen para enriquecer el proyecto que voy a presentar a la sociedad. Estoy muy centrado en escuchar a los agentes de referencia en el ámbito económico, social, de la salud, euskera...
La propuesta de Bildu es poco creíble, hace siete meses nos etiquetó en la derecha
Pradales marca distancias con el intento de “enredar” de EH Bildu con los pactos. También cree que solo un respaldo claro al PNV permitirá evitar “sorpresas”
¿Es creíble que EH Bildu diga que va a respetar la lista más votada cuando, tras las elecciones municipales y forales de mayo, desbancó al PNV de municipios como Bermeo y Mundaka y también apoyó a plataformas independientes para desplazarlo de plazas donde ganó los comicios?
"Lo más importante no es con quién se gobierna, sino para qué, y que los modelos no sean antagónicos"
Es poco serio y obedece al tacticismo político y electoral, pero es también poco creíble en el sentido de que al PNV nos ha ido etiquetando en función de intereses partidistas en cada momento donde le ha parecido interesante, sea en el bloque de las derechas hace apenas siete meses, sea en el bloque progresista. Es un tacticismo en el que no hay que entrar, porque ahora es tiempo de elaborar una buena propuesta y escuchar a la sociedad. Cuando la sociedad se pronuncie, será el momento de hablar de gobernabilidad. Lo más importante no es con quién se gobierna, sino para qué. Es importante contraponer los modelos, no vaya a ser que tengamos modelos tan antagónicos que sea muy complicado compartir políticas.
Hace dos meses, EH Bildu votaba en contra de las leyes de Empleo, Salud, Educación y Presupuestos. ¿Lo que hay es un problema de desconfianza, no confían en EH Bildu para gobernar por estos antecedentes?
Insisto, lo que hay que abordar es el modelo que cada uno tiene y ver hasta qué punto es o no compatible. Estoy escuchando cosas que me ponen en alerta, el intervencionismo, la limitación de la propiedad privada… Son elementos que me generan, cuando menos, alarma.
"Escucho cosas que me alarman, el intervencionismo y la limitación de la propiedad privada"
En Durango, decía Andoni Ortuzar que el PNV va a ganar las elecciones, pero la cuestión es por cuánto y hacerlo por una diferencia clara. ¿Quieren decir que, si la diferencia con el segundo partido es alta, el PSE no se atreverá a participar en una maniobra para desbancar al PNV?
Yo no tengo ni idea de qué está pasando por la cabeza de la Ejecutiva del PSE. Desde luego, a mí me parece que tenemos en el conjunto de las instituciones un acuerdo que está funcionando bien, y nosotros somos serios. Para evitar sorpresas, lo que hace falta es un PNV fuerte. Cuanto más fuerte sea el PNV, menos sorpresas nos llevaremos en este país.
¿Lee el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos locales de Gasteiz como un intento de cortejar ya al PSE?
Hay un intento de enredo por parte de Bildu. Insisto en su tacticismo.
Ha dicho que Eneko Andueza habla mucho. Más allá de los pactos, ¿también se refiere a que Andueza no debería decir que el proyecto del PNV, que es su socio, está agotado?
Lo que tenemos que mantener es un clima de cordialidad y lealtad. Desde allí deberíamos construir también las declaraciones. Lo mejor es trabajar las propuestas y no entrar en debates que no nos llevan a ningún sitio. No es el estilo que me gustaría que se proyectase en la próxima campaña.
"No tengo ni idea de lo que pasa por la cabeza del PSE. Para evitar sorpresas, lo que hace falta es un PNV fuerte"
¿Hay que recomponer la relación con ELA después de que el PNV atribuyera la conflictividad laboral a un intento de agitar las calles?
Es importante que tengamos una cultura del diálogo, y eso pasa por apostar por un marco autónomo de relaciones laborales en este país, para lo cual hay que cumplir el Estatuto de Gernika en sus artículos 12 y 18; y que todos los sindicatos con representación participen en las mesas de diálogo social. Deberían estar todos los agentes sociales. Es importante interpelar a todos, desde el sindicato mayoritario al más pequeño. Por otro lado, no creo en confrontaciones laborales, creo en relaciones laborales, en la utilización extraordinaria de la huelga como último recurso y no como recurso habitual.
En el proceso Entzunez Eraiki, hubo valoraciones positivas que retrataban al PNV como un partido fiable, pero hubo otras que veían una falta de empatía o cercanía. Una de las primeras decisiones que ha tomado el PNV desde entonces ha sido la renovación de las candidaturas, y usted ha hecho hincapié en sus orígenes humildes. ¿Al PNV le hacía falta volver a proyectar esa cercanía y reconectar con esa parte del electorado?
El PNV va evolucionando junto con la sociedad, por eso ha liderado este país en los últimos años. Efectivamente, hay algunas cuestiones que había que incorporar, como se ha hecho con una mayor presencia de la mujer. El PNV sabe leer la sociedad y se va adecuando. Probablemente, estamos intentando proyectar una nueva generación que no solo bebe de la experiencia de nuestros antecesores. Dicho lo cual, yo tengo unos orígenes de los que estoy absolutamente orgulloso. Soy de un barrio obrero de Santurtzi, y el hijo mayor de una familia trabajadora.
Usted ha participado en los procesos de reflexión del PNV desde hace más de una década. ¿En qué cree que se ha podido equivocar el PNV o en qué ha acertado Bildu para que haya logrado acortar las distancias?
Nosotros como PNV vimos el resultado de las elecciones municipales y forales como un toque de atención. Hay que ponerlo en contexto también. Es evidente que todos los gobiernos han sufrido desgaste en los últimos dos años por el shock pandémico, por tener que afrontar crisis de todo tipo y, por lo tanto, estar gobernando nos ha obligado a tomar muchas decisiones que a veces no se comprendían del todo. Por otro lado, es verdad que la sociedad va evolucionando y tenemos que ir leyendo bien esa evolución. Había que ir dando una renovación en algunos de los equipos, algunas de las maneras de expresar los retos, etc. Hubo un toque de atención, sí, hemos tomado nota y estamos demostrando que somos capaces de evolucionar.
Usted procede del departamento de Infraestructuras de la Diputación de Bizkaia, y algunos ámbitos ajenos al PNV lo utilizan para decir que usted procede del cemento, de las macroinfraestructuras, del túnel bajo la Ría, la ampliación de la Supersur… ¿Le puede pasar factura ahora que el debate va más bien por los servicios sociales?
¿Qué son las infraestructuras? Son calidad de vida. Cuando hacemos una residencia para las personas mayores, que es uno de los ámbitos que me tocan a mí, estamos hablando de una inversión pública en calidad de vida. Cuando ponemos en marcha una infraestructura que responde a un problema de congestión diaria en el anillo metropolitano, como va a ser el túnel bajo la Ría, estamos mejorando la movilidad. Cuando hacemos un polígono industrial, estamos generando empleo. Por tanto, no lo demonicemos. ¡Pobre de aquel país que no tenga una inversión en sus infraestructuras, porque se quedará atrás! Ya lo vivimos con 40 años de Franco.
¿La Diputación de Bizkaia, por boca de su portavoz, ha intentado desautorizar al lehendakari y proyectar que es él quien duda de la viabilidad del Guggenheim Urdaibai?
Yo en ningún caso lo he interpretado así. El lehendakari ha dado explicaciones sobre cuál es su visión, poniendo el acento en los dos años de trabajo que tiene el patronato para viabilizar el proyecto. Ha sido claro y la Diputación comparte esa opinión. Estamos ambas instituciones junto con otros socios privados en el patronato, donde todos hemos aprobado el mismo documento. Quedan por delante las tramitaciones, y está el ámbito medioambiental, en el que hay que ir dando pasos de mejora de una reserva de la biosfera que tiene suelos contaminados, marismas que están plagadas de plantas y especies invasoras… Y no solo estamos pensando en el museo, que es una pieza importante, sino en el saneamiento, puesta en marcha de nuevos suelos industriales para actividad económica, limitar una potencial masificación turística... Tenemos dos años para viabilizar el proyecto. Creo que es un buen proyecto.
“Espero que PSOE y Junts recompongan la confianza; el PNV estará para ayudar”
Pradales confía en que Sánchez sepa también esta vez alcanzar un acuerdo en el último minuto y que la legislatura estatal dure para cumplir los acuerdos
¿Ve en riesgo la legislatura de Pedro Sánchez?
El lehendakari Urkullu dijo que esta era una legislatura distinta porque Pedro Sánchez iba a necesitar a todos todo el tiempo. Eso obliga al Gobierno español a hacer continuamente mucha gimnasia para engrasar los acuerdos. No tengo una bola de cristal para saber lo que va a durar o no la legislatura, pero hay que tener mucha mano izquierda para engrasar acuerdos con partidos políticos que somos tan diferentes. Creo también que el señor Sánchez ha demostrado sus habilidades para llegar a acuerdos aunque sea en el último segundo, y hay que darle tiempo al tiempo.
¿Usted dónde pone el peso? ¿Es Sánchez quien tiene que granjearse el apoyo de Junts, o Junts está apretando más de lo que es posible con la Ley de Amnistía?
Esta es una cuestión de confianzas mutuas. Lo que debe aprovecharse ahora es el tiempo que se ha ganado para que se recompongan esas confianzas y haya un acuerdo entre los partidos catalanes y el Gobierno español en relación con la Ley de Amnistía. Desde el PNV estaremos ayudando y empujando en ese sentido, es bueno que haya esa recuperación de las confianzas entre las partes.
"No nos contamina lo que ocurra con los partidos catalanes, estamos a que se cumpla el pacto con el PNV"
¿Le preocupa que esta incertidumbre pueda conducir a un aplazamiento de los acuerdos que tenía el PSOE con el PNV, sobre todo en materia de transferencias?
Son cosas absolutamente distintas. Sánchez necesita a todos todo el tiempo. A nosotros también nos necesita todo el tiempo. Hay un acuerdo para la investidura y estamos en la primera casilla de esa hoja de ruta, porque se debe abordar la transferencia a corto plazo de tres cuestiones: trenes de Cercanías, homologación de títulos universitarios extranjeros, y acogida de migrantes. Estamos en plazo. Luego viene un segundo elemento, el cumplimiento íntegro del Estatuto en un plazo máximo de dos años. Luego vendrá en su caso la actualización del marco de autogobierno. Nosotros no estamos, entre comillas, contaminados por lo que ocurra en la negociación entre los partidos catalanes y el Gobierno español. Nosotros estamos a los intereses de Euskadi, a que se cumpla el acuerdo con el PNV.
¿Pero sí puede contaminar la fecha de las elecciones vascas? Por ley, Sánchez tiene que esperar un año para disolver las Cortes desde la última disolución, eso significa que podría hacerlo a finales de mayo y situar las elecciones en julio. ¿Esto aboca a que las elecciones vascas sean en abril y no en junio, para evitar esa contaminación?
Desconozco absolutamente cuándo van a ser las elecciones vascas. Es una prerrogativa del lehendakari, que seguro que va a pensar en el bien del país. Tampoco conozco qué puede estar en la cabeza del presidente Sánchez. Se me hace complicado pensar que pueda estar pensando en un adelanto. Se van a volver a recuperar las confianzas con el ámbito catalán, especialmente con Junts, y creo que la legislatura continuará dando pasos.
"Los traspasos de la Seguridad Social y el marco laboral se tienen que abordar, no hay excusas"
El Estado tiende a dejar para el final las negociaciones para la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Usted lo plantea como algo prioritario, también los traspasos relacionados con el marco laboral. ¿Qué tiempos maneja para estas transferencias? ¿Ha tratado de proyectar que no pueden quedar para el final?
El acuerdo es claro: en dos años, cumplimiento íntegro del Estatuto. Todas las materias. Lo que estoy intentando poner de relieve es que ha habido un ámbito que históricamente se ha ido retrasando, no se ha querido abordar, pero forma parte del Estatuto de Gernika, y no se puede obviar, ni se puede retrasar ni sacar de la ecuación más allá de las complejidades a las que se alude de carácter técnico o del carácter que sea. Son los artículos 12 y 18 del Estatuto de Gernika y lo que abordan esos artículos, el traspaso del régimen económico de la Seguridad Social y elementos ligados con el marco autónomo de relaciones laborales. Se tienen que abordar. Están en el acuerdo. No hay excusas.
El PNV defiende el derecho a decidir, pero hay que bajarlo a la letra pequeña para concretar para qué y de qué modo. ¿Cuál es su posición?
La que tiene el PNV, que es conocida porque está plasmada en el pacto con el PSOE. La negociación tiene que incorporar cuatro elementos: reconocimiento nacional de Euskadi, bilateralidad y foralidad, garantías de cumplimiento de lo acordado y capacidad de decisión. Una vez cumplido el Estatuto, debería empezar a tramitarse.