¿Euskadi interesa en Japón? ¿Qué podría llevar a una treintena de estudiantes japoneses, situados a más de 10.000 kilómetros de distancia, a sentir curiosidad por el euskera y la cultura vasca y matricularse en un curso en Tokio? La respuesta la ofrecen sus propios protagonistas en la Universidad de Estudios Extranjeros de la capital nipona, donde el lehendakari acaba de iniciar este jueves su viaje institucional y ha asistido a uno de los lectorados sobre cultura vasca que imparte Gari Ortigosa, quien a su vez preside la euskal etxea de la ciudad.

El interés en lo vasco bebe de las fuentes más diversas y parece que va en aumento. Durante el encuentro, el lehendakari se ha sometido a una sesión de preguntas muy participativa por parte de los estudiantes, que han puesto sobre la mesa sus principales inquietudes sobre la cultura vasca, que van desde los modelos lingüísticos en las escuelas hasta el Athletic y la gastronomía. Algunos estudiantes han saludado y se han presentado en euskera en una sesión que ha suscitado un alto interés entre ellos y donde las preguntas solo han acabado porque el lehendakari tenía que atender otros compromisos de su agenda y reunirse con el gobernador de Fukushima. Entre los participantes se encontraban Nozomi Hasebe, quien sigue muy de cerca el arte contemporáneo vasco; Ryotaro Yuzawa, interesado en la identidad de un pueblo dividido entre los estados español y francés; y Asahi Koro, al tanto de que Take Kubo, toda una celebridad en Japón, juega en la Real Sociedad.

Dialectos del euskera, Estatuto de Autonomía...

Iñigo Urkullu ha presenciado el lectorado de la universidad TUFS en sus siglas en inglés, un centro cuya trayectoria se remonta al año 1856 como agencia gubernamental de traducción. En ella se imparten clases sobre 74 idiomas y se forman 4.436 estudiantes. Este centro mantiene convenios con el Instituto Etxepare (el primero se firmó en 2014, y el actual está vigente hasta el año 2024 pero ya se trabaja con la hipótesis de renovarlo hasta 2027 por las excelentes relaciones), y también con el Institut Ramon Llull y con el Instituto Cervantes.

La sesión del jueves comenzó con unas nociones impartidas por Gari Ortigosa sobre el mapa administrativo de los siete territorios del euskera, incluyendo a Nafarroa e Iparralde; se ha presentado una tabla con los distintos dialectos más allá del batua, con la diferente denominación de los días de la semana como ejemplo; y se ha hablado de la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1979 y de figuras como Koldo Mitxelena.

Después empezó la ronda de preguntas, donde los estudiantes se expresaron fundamentalmente en japonés, pero acreditaron en muchos casos estar muy al tanto de los principales símbolos o problemáticas sobre el euskera. Esta sesión se produjo en puertas de la celebración de la Basque Week en la capital, que se espera que sea una exhibición de deportes típicos, gastronomía y cultura vasca en general. También estuvo presente Sho Hagio, un relevante estudioso sobre el euskera, del Centro de las Lenguas del mundo. Se da la circunstancia de que algunos miembros de la delegación japonesa que conducían a los periodistas vascos por la universidad les han dado indicaciones con unas breves palabras en euskera.

Los japoneses, interesados por el peso del castellano y el euskera en las aulas

Urkullu, que había asistido atentamente a la clase e incluso había sido objeto ya de alguna pregunta más informal por parte de Ortigosa, pasó finalmente al estrado. “He escuchado que fuiste profesor”, bromeó Ortigosa sobre la forma en que el lehendakari volvía a vestirse su traje más didáctico. Con un “kaixo, eskerrik asko” y una breve presentación, el primer alumno le preguntó qué significa para los vascos su relación con Japón, cuestión que el lehendakari resumió poniendo en valor que el país del sol naciente es uno de sus “socios prioritarios” y reivindicando la semana vasca de Tokio.

Después le preguntaron en qué proporción se enseñan el euskera y el castellano en la escuela, lo que le dio pie para lanzar un mensaje de actualidad y cerrar filas con el mensaje transmitido estos días por el consejero Jokin Bildarratz. Urkullu aseguró que en 1982 se aprobó la Ley de Normalización del Euskera que recoge los tres modelos lingüísticos, el A en castellano, el B en bilingüe, y el D en euskera con una asignatura en castellano. El 90% de los alumnos, según explicó, se matricula ya en el D por elección de sus padres. Añadió que, en estos momentos, se está tramitando una Ley de Educación en el Parlamento Vasco que, en principio, “mantiene los modelos”, pero se verá si se tienen que “adecuar” a través de un reglamento posterior. Ortigosa acompañó después la traducción con unos gráficos sobre los modelos, en una lección que hasta hace poco podía parecer insólita en Japón pero que demuestra hasta qué punto está creciendo el interés en un lectorado donde ya están matriculadas 31 personas en esta universidad, de todas las franjas de edad, sobre todo jóvenes.

La receta del bacalao al pil pil

También salió a relucir la reputación gastronómica de Euskadi, razón por la cual uno de los alumnos pidió al lehendakari que recomendara el plato vasco más sabroso. Tras dar algún rodeo para destacar por encima de todo que Euskadi cuenta con estudios universitarios de gastronomía, y chefs con restaurantes en Japón, finalmente aclaró que es más “de pescado que de carne” y recomendó el “bacalao al pil pil”. Ortigosa, en la traducción en japonés, trasladó a los alumnos el significado de esa salsa y su proceso de elaboración en la cazuela, que escucharon atentamente.

Dos pueblos serios

En cuanto a las similitudes entre Euskadi y Japón, Urkullu trajo a colación el título del libro de Kirmen Uribe, para asegurar que ambos son un pueblo ancestral que ama la vanguardia. Precisamente, el lehendakari acudió a la reunión con la rectora Kayoko Hayashi con dos regalos: este libro, que se ha traducido al japonés, y un escudo de la comunidad autónoma vasca.

El Athletic y el nacionalismo, y la Real y Take Kubo

Una de las preguntas que hilaron más fino llegó por la boca de un estudiante que preguntó qué significa el Athletic para el nacionalismo vasco. El lehendakari fue tajante al aclarar desde el primer momento que él “no mezclaría la filosofía del Athletic con el nacionalismo vasco”, también para trazar un cordón sanitario con otros nacionalismos europeos con quienes no quiere ninguna comparación y que son excluyentes. Puntualizó que lo que sí tiene este equipo de fútbol es una singularidad, una característica diferente, que supone no contar con jugadores de otras naciones que no sean la vasca, cosa que sí hacen el Alavés, Osasuna y la Real Sociedad, donde juega de hecho el japonés Take Kubo, una auténtica superestrella archiconocida en el país nipón, lo que puede facilitar también esta aproximación creciente de los japoneses hacia la cultura vasca. Urkullu aclaró que Euskadi tiene una fuerte identidad, pero está abierta al mundo.

También salió a colación el intercambio comercial de las empresas y su implantación y qué se puede mejorar, un ámbito donde Urkullu destacó los acuerdos con las prefecturas de Mie y Fukushima sobre energías renovables, automoción, cultura, rutas de peregrinaje, así como unos rasgos de carácter compartidos como la seriedad, la identidad propia, el compromiso con el trabajo y el cumplimiento de la palabra dada. Cuando se le preguntó qué le gustaría que se conociera sobre Euskadi, puso en valor la Basque Week como escaparate. Las preguntas no paraban de brotar, pero la sesión tuvo que terminar por cuestiones de agenda con una última cuestión sobre cómo se puede afrontar la presión que ejerce el castellano en internet y hacer un hueco al euskera. Urkullu recordó la existencia del dominio propio (.eus) y que el euskera se encuentra entre las 40 lenguas utilizadas en la web.

Reunión con el gobernador de Fukushima

El lehendakari mantuvo después un encuentro con Masao Uchibori, el gobernador de Fukushima, una prefectura que cuenta con 1,86 millones de habitantes y se vio trágicamente sacudida en 2011 por el tsunami y la posterior crisis nuclear en su central. En este momento, la prefectura se encuentra inmersa en el proceso de desmantelamiento de la central y una reconstrucción basada en la recuperación ambiental y el estudio de las energías renovables. Las relaciones con Euskadi se remontan al año 2018 y en esta ocasión ha sido la parte vasca quien ha devuelto la visita a Japón en una reunión en la que han participado Urkullu, la consejera Arantxa Tapia; la secretaria de Acción Exterior, Marian Elorza, y Conchi Quintana, directora del área.