Sin sorpresas, Alberto Núñez Feijóo consumó su investidura fallida como presidente del Gobierno español al cumplirse al dedillo la votación que estaba prevista prácticamente desde que recibió el encargo por parte de Felipe VI de afrontar este pleno: 350 votos emitidos, 172 a favor del líder del PP y 178 en contra. “Hemos hecho lo que hemos podido”, dijo Feijóo una vez se levantó la sesión, aunque el imprescindible respaldo de Vox para lograr sus aspiraciones imposibilitaba de facto que pudiera ampliar su número de respaldos.

Como es preceptivo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, convocó una nueva votación para el viernes en la que, aunque ya no se requerirá mayoría absoluta sino ganar la misma, el resultado no diferirá. Entonces será el momento de Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente español en funciones, que ha permanecido silente durante estas dos jornadas de debate, reservándose para su propio asalto a La Moncloa y evitando de paso confrontar directamente con Feijóo sobre la amnistía a los afectados por el procés, condición exigida por Junts y ERC para darle su apoyo.

Tras la sesión del viernes, Armengol deberá desplazarse al Palacio de la Zarzuela para informar a Felipe VI del resultado de las votaciones de la investidura del líder popular. Lo previsible es que el rey convoque una nueva ronda de consultas la próxima semana en la que se espera que proponga el encargo al segundo más votado en las elecciones generales del 23-J, Pedro Sánchez, cabeza de lista del Partido Socialista.

Aún no hay fechas pero las estimaciones que se manejan en el Congreso apuntan a que este nuevo debate de investidura podría celebrarse en la segunda quincena de octubre o principios de noviembre, en función de las negociaciones del PSOE con la media docena de aliados parlamentarios que requiere.

Eso sí, la votación activó el plazo de dos meses que contempla el artículo 99 de la Constitución para lograr una investidura. Como consecuencia, si el 27 de noviembre nadie ha conseguido superar esta votación y persiste el bloqueo, el rey disolverá las Cortes y habrá nuevas elecciones el 14 de enero.

Para estos casos de repetición de los comicios, el Congreso ya modificó la Ley Electoral fijando solo 47 días entre la convocatoria y la cita con las urnas. De este modo se reducen todos los plazos del procedimiento, incluyendo una campaña electoral de solo una semana.

En cualquier caso, Alberto Núñez Feijóo tuvo la oportunidad de darle la puntilla al pleno con una última intervención tras las formaciones que faltaban por intervenir, EH Bildu, PNV, el Grupo Mixto y el PP. El objetivo de sus reproches fue, de nuevo, Pedro Sánchez, al que acusó de “escapar para no decir la verdad” sobre sus negociaciones con los independentistas, “las exigencias a las que está sometido, su posición en la amnistía y la financiación ideológica de todo ello”. “Quien calla, otorga, señor Sánchez”, le espetó, lo que fue recibido por los aplausos de la bancada del PP.

“Ha preferido escapar para no decir la verdad sobre su posición en la amnistía. Quien calla, otorga, señor Sánchez”

Alberto Núñez Feijóo - Presidente del PP

Enfundado ya en el traje de líder de la oposición, afirmó que la sesión de investidura ha servido para demostrar que en el Estado existe un “proyecto alternativo al modelo de chantajes y de concesiones a aquellos que no creen en nuestro país”. Defendió que “otra política es posible” y que sale de este pleno de dos días “con mi palabra y con la palabra de 11 millones de votantes”, así como “con mi integridad política y personal intacta. Igualdad, libertad y dignidad”, cerró, con los diputados del PP puestos en pie.

Sobró bipartidismo

Poco antes, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, cerró las intervenciones del pleno como miembro del partido del candidato a presidente. Y en su discurso situó a Sánchez como el principal obstáculo de un eventual acercamiento entre populares y socialistas. Defendió que ambas formaciones, con el apoyo de otros grupos del Congreso, pueden “hacer cosas importantes juntos” habida cuenta de la mayoría que suman en la Cámara baja, pero lamentó que “solo les separa Pedro Sánchez y su patológica obsesión contra el PP”. 

Gamarra reprochó a su vez al PSOE que necesita la amnistía porque este es “el peaje para impedir que Feijóo sea presidente”. Aseguró que Sánchez pretende “poner entre paréntesis el Estado de Derecho” pero le advirtió de que “no tiene legitimidad” para hacerlo. Vaticinó por último que, en base a las afirmaciones durante el pleno de los portavoces de ERC y Junts, tras la amnistía llegará un referéndum de autodeterminación en Catalunya.

Los pasillos del Congreso fueron de nuevo un hervidero y otros portavoces políticos se pronunciaron, es el caso del socialista Patxi López, quien resumió que “no creo que el señor Feijóo haya hecho ni un solo amigo más de los que ya tienen sus filas en estos dos días de su investidura fallida”. Añadió que sale como “líder de la oposición” después de haber lanzado “una mentira tras otra” en sus discursos y de “insultar” a quienes no le apoyan.

El portavoz de ERC en la Cámara baja, Gabriel Rufián, advirtió de que si la amnistía no llega “será complicado gobernar” España. La líder de Podemos, Ione Belarra, opinó que durante el debate “sobró bipartidismo” y faltó “feminismo, ecologismo” y propuestas reales para la ciudadanía, al tiempo que criticó que se silenciara a su partido.do llegue su turno.