Los socios del Gobierno navarro desbloquean la negociación del futuro Ejecutivo foral, pero mantienen sus diferencias, que siguen siendo de fondo. No es imposible, porque la coyuntura invita a cerrar un acuerdo que evite la repetición electoral, pero la desconfianza sigue siendo evidente. Así que todo apunta a un proceso de investidura largo, condicionado además por las elecciones generales del 23 de julio.

Tras varios desencuentros previos, ayer por la tarde se celebró la primera reunión a tres entre PSN, Geroa y Contigo Zurekin para avanzar en el acuerdo programático, una cita cordial pero sin grandes avances. Geroa Bai había rechazado acudir a las dos citas anteriores si el PSN no concretaba antes qué fórmula de Gobierno plantea y con qué reparto de responsabilidades. La coalición desconfía de los socialistas, que buscan dotarse de “más fuerza” en el Ejecutivo.

Geroa Bai reiteró ayer al PSN que su presencia en el Gobierno, y por lo tanto sus votos favorables a una investidura de María Chivite, están condicionados a mantener la representación institucional y la gestión de las mismas áreas que hasta ahora. Incluyen ámbitos como política lingüística, vivienda, desarrollo económico, transición energética o desarrollo rural, a los que aspiran a su vez el PSN y Contigo-Zurekin. “Es importante que el PSN clarifique cuanto antes la estructura de Gobierno”, reclamó.

Pero los socialistas no quieren enseñar aún sus cartas. Apuestan por hablar de “contenidos” y dejar para el final el posible reparto de responsabilidades. Y aunque su portavoz, Ramón Alzórriz, dice que serán “generosos” y que ya han “cedido” la presidencia del Parlamento, reitera que la composición del Ejecutivo no puede ser como hasta ahora.

No es el único punto de fricción entre ambos partidos. Geroa Bai reclama también una revisión de los órganos de control y seguimiento del acuerdo programático que se pueda firmar para la próxima legislatura. Considera que en los últimos cuatro años ha habido muchos incumplimientos que se han resuelto por la vía del rodillo del PSN. Además, pide que sea la propia candidata a la reelección, María Chivite, quien lidere este proceso de negociación y participe también en las reuniones.