Juan Mari Aburto no es amigo de grandes cambios. O dicho de otra forma, no es de los que opinan que el cambio en sí mismo es bueno. “Si las cosas funcionan”, prefiere ese continuismo del buen hacer, que probar experimentos, y esa forma de pensar la traslada a la gestión del Ayuntamiento de Bilbao.
Esta nueva legislatura ha reeditado el pacto entre PNV y PSE. Se han reajustado las áreas y aunque es verdad que los socialistas ahora tendrán algo más de peso, el reparto es prácticamente similar, al igual que la configuración de las concejalías. Lo que sí ha renovado Bilbao son las personas, que al final son las que gestionan y hacen la política, y en una institución como un ayuntamiento, eso puede marcar la diferencia en esta nueva etapa.
Del alcalde dependerá directamente Aitor Bilbao, mano derecha de Aburto en estos ocho años. Así como las tres tenientes de alcalde: Amaia Arregi, Nora Abete y Marta Ajuria.
El Ayuntamiento se estructura en seis áreas de coordinación que a su vez se dividen en subáreas. Esta legislatura, Itziar Urtasun además de continuar en la organización de Fiestas va a ser la concejala delegada adjunta del Área de Cultura y Gobernanza.
Eider Inunziaga releva a Oihane Agirregoitia, pero además gestionará Euskera, que se desliga del Área de Cultura.
Los socialistas hacen algunos cambios significativos. La veterana socialista Yolanda Díez pasa los trastos de Salud y Consumo a Álvaro Pérez para ocuparse de Vivienda. Jon Bilbao estará al frente de Regeneración Urbana y la nueva concejalía de Educación recae en Eider Bilbao, que se estrena en el Consistorio.
Kontxi Claver sustituye a Nekane Alonso en el Área de Igualdad, Convivencia, Cooperación e Inmigración, mientras que Xabier Ochandiano coordinará el Área de Políticas Económicas del que dependerá también la concejalía de Marta Ajuria. El resto de áreas no experimenta cambios.
