Podemos había fijado como criterio general a nivel nacional que sus votos servirían para investir candidatos y formar gobiernos de izquierdas, mirando sobre todo a EH Bildu. Por ello, cuando el martes se conoció que una plataforma afín a Elkarrekin Podemos va a dar la Alcaldía de Deba al PNV para desbancar a EH Bildu, la lista más votada, algo no terminaba de cuadrar. Ayer mismo, Elkarrekin Podemos emitió un comunicado para desvincularse de la decisión que ha tomado la plataforma ciudadana Orain Deba y anunció que rompería con ella. En el comunicado, suscrito por todos los socios (Elkarrekin Podemos, Ezker Anitza-IU, Berdeak Equo, Alianza Verde), asegura que la decisión de Orain Deba “va en contra de la apuesta de favorecer gobiernos de cambio progresistas y de izquierdas y, por ello, la coalición no asume como propia la decisión”, “rompe lazos” con este grupo y tomará medidas. Le atribuye haber cometido un “grave error” porque “pactar con la derecha vasca no supone avanzar en políticas progresistas”.

Este sábado se producirán las votaciones en los 251 municipios de la comunidad autónoma (todavía sin contar a Usansolo), y en esa jornada siempre hay margen para la sorpresa porque a nivel local entran en juego otros factores como las relaciones personales o las ofertas que se crucen los partidos. En Deba, EH Bildu aventajó en cien votos al PNV, pero empataron en escaños, y Orain Deba anunció que romperá ese empate a favor de la jeltzale Alazne Txurruka.

Frente a este escenario, Elkarrekin Podemos está acelerando otros pactos con EH Bildu y, por ejemplo, ayer confirmó que ha alcanzado un acuerdo con la coalición abertzale en Andoain. En realidad, EH Bildu había ganado de todos modos las elecciones, pero empatada a escaños con la suma PNV-PSE, lo que dejaba la oportunidad de desbancarla a Podemos si lo hubiera deseado. Su apoyo a Bildu supondrá que la socialista Maider Lainez sea desalojada del gobierno y que la releve Andoni Álvarez. Bildu presidirá todos los departamentos municipales, y Podemos tendrá libertad de voto, pero las cuestiones estratégicas, como la fiscalidad y los Presupuestos, serán negociados “prioritariamante” con este grupo.