La forma tan apresurada con la que el PP ofreció sus votos a PNV y PSE para desbancar a la izquierda abertzale allí donde haya sido la fuerza más votada, un mensaje que lanzó de manera fulminante en la misma noche de las elecciones municipales y forales, ha provocado un eclipse en el debate político vasco. Algunos discursos han dado por hecho que PNV y PSE van a tener que sacar adelante las medidas de la legislatura con los populares, y cualquier otra posibilidad ha quedado opacada en la discusión pública a pesar del desmentido de jeltzales y socialistas. El adelanto de las elecciones generales al 23 de julio ha contribuido a que EH Bildu intente retratar al PNV del lado del PP, y Podemos ha hecho lo mismo para echar por tierra el intento de los socialistas de presentarse como dique de contención de la derecha en Madrid. 

Pero, más allá del bosque, comienzan a verse los árboles. Y, más allá del intento del PP de meter la cuchara en la gobernabilidad (este viernes ha planteado acuerdos en siete áreas en Gasteiz), Podemos Euskadi no descarta alcanzar acuerdos una vez pasado el trago de las investiduras. EH Bildu, por el contrario, está centrada en postular a sus candidatos allí donde ganó, pero también donde no lo hizo, para tratar de aglutinar en torno a sus siglas todo lo que quede al margen del PP y Vox. Serán gestos sin efectos prácticos, pero esta estrategia tiene una utilidad política en puertas no ya de las generales de julio, sino de las autonómicas del año que viene. Y busca una identificación de PNV y PSE con el PP.

EH Bildu, a las investiduras

Tras anunciar Juan Karlos Izagirre que optará a la alcaldía de Donostia (un gesto sin repercusión porque PNV y PSE tienen mayoría absoluta), Eva López de Arroyabe ha insinuado este viernes que lo hará en las Juntas de Araba, donde se da por hecha la investidura del jeltzale Ramiro González, ganador de las elecciones. Arroyabe aseguró que hay dos alternativas: un gobierno de PNV y PSE que pacte con el PP y “eche la vista atrás”, o “profundizar en un cambio de rumbo”. Dijo que está dispuesta a “liderar” los acuerdos, lo que calca la estrategia de Maddalen Iriarte en Juntas de Gipuzkoa. Iriarte incluso lanzó el globo sonda de un acuerdo a cuatro con el PNV al que nadie dio credibilidad, tras una campaña de Bildu presentándose como la antítesis de los jeltzales y pidiendo un cambio de ciclo. Iriarte sí ganó las elecciones, pero Arroyabe no, aunque Bildu ha tratado de matizar estos días que en su momento no pidió respetar al más votado, sino la tendencia general de voto o las mayorías de izquierdas.

Las mayorías de PNV y PSE

El acuerdo de PNV y PSE les proporciona una mayoría absoluta en las Juntas Generales de Bizkaia, y en los ayuntamientos de Bilbao y Donostia. No tienen esa mayoría en las Juntas de Araba y Gipuzkoa, ni el Ayuntamiento de Gasteiz, donde tendrán que buscar socios para aprobar cuestiones como los Presupuestos y la fiscalidad. Con criterios puramente matemáticos, PNV y PSE podrían alcanzar la mayoría absoluta con cualquiera: con Bildu, con Elkarrekin o con el PP. En dos de esas plazas donde no tienen mayoría absoluta, Gipuzkoa y Gasteiz, arrebatarán la makila a la lista más votada, EH Bildu, con los votos gratis que ha ofrecido el PP. 

Este desalojo provoca que EH Bildu, en esas dos plazas, mantenga por ahora un discurso beligerante y de defensa de sus propias candidaturas, con la posibilidad de alcanzar acuerdos solo si los lidera EH Bildu y sin especular con ese escenario si la coalición es desplazada a la oposición. Iriarte seguía este viernes tratando de afear la maniobra de PNV y PSE en Onda Vasca, donde insistió en que podrían depender de un PP “residual y retrógrado”. En Araba, en la recogida de las acreditaciones de sus 14 procuradores electos, EH Bildu exprimió el mismo mensaje. En esta institución, la reelección del jeltzale Ramiro González se da por hecha y ninguna otra operación lo puede desbancar porque necesitaría que el PP apoyase a Bildu.

La proclamación de alcaldes tendrá lugar el día 17, y después llegará la investidura de los diputados generales. Está por ver si a partir de entonces se abre un nuevo escenario. El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha realizado ya algún llamamiento al acuerdo sin excluir a EH Bildu cuando la coalición haya digerido el desplazamiento de sus candidatas.

Podemos no apoyará investiduras del PNV, pero se abre a los acuerdos puntuales

El escenario que se abra una vez proclamados los alcaldes y diputados generales puede aflorar también un discurso más posibilista en Podemos. En recientes entrevistas en Radio Euskadi y Onda Vasca, la coordinadora del partido en Euskadi, Pilar Garrido, ha diferenciado dos fases en este debate. En la primera, la fase de las investiduras, Elkarrekin se marca como objetivo formar gobiernos progresistas y de izquierdas allí donde sea posible aritméticamente, un objetivo que cree que no se puede alcanzar con el PNV. Se va a traducir, según sus cálculos, en que Podemos tenga la llave en una docena de alcaldías. De ahí que Elkarrekin haya rechazado el globo sonda de Iriarte a favor de un acuerdo a cuatro en Gipuzkoa que incluya al PNV, porque cree que, con el PNV en los gobiernos, no habrá cambios. Pero, allí donde finalmente se formen gabinetes de PNV y PSE, Podemos no renunciará a sentarse con ellos para negociar acuerdos puntuales, e incluso cree que podrá alcanzar algunos como ha hecho en el Parlamento Vasco en cuestiones como la RGI. 

Lo contrario supondría renunciar a tener cualquier tipo de protagonismo o influencia en cuatro años y, por tanto, culminar la legislatura sin logros que vender. Por lo tanto, el veto al PNV estará en vigor para el momento de las investiduras, pero no después.

El PP quiere amarrar un acuerdo

El PP insiste en alcanzar un pacto que rechazan PNV y PSE, que aclaran que el único pacto global es el que han firmado entre ambos. La candidata popular en Gasteiz, Ainhoa Domaica, ha ofrecido este viernes a la futura alcaldesa socialista, Maider Etxebarria, colaborar para que el gobierno sea “fuerte”, y hacerlo con “mayorías estables” y con un acuerdo en siete áreas. Mencionó la reactivación económica y el empleo, la seguridad ciudadana, el tráfico, el medio ambiente, el Plan General de Ordenación Urbana, la sanidad y la transformación de la ciudad. Evitó volver a hablar de la entrada en el gobierno y dijo que no piensa en los “sillones”.

Mientras tanto, EH Bildu volvió a presionar al PNV para desalojar al PP de Bastida, donde fue el más votado, “por encima de negociaciones que se puedan llevar a cabo fuera de nuestro municipio”.