Las cárceles del Estado gestionan al año unas 500 consultas de oncología para presos diagnosticados con cáncer, según consta en los informes anuales de Instituciones Penitenciarias. En concreto, fueron 576 consultas en 2021 -último año contabilizado-, 428 en 2020, 522 en 2019 y 489 en 2018; en 2017, con el PP en Moncloa, se atendieron 615 consultas oncológicas. La estadística del organismo dependiente del Ministerio del Interior no recoge el número de presos que reciben tratamiento por enfermedad, por lo que varias consultas pueden guardar relación con el mismo interno. Tampoco figuran los casos de condenados que evitan o aplazan su ingreso en prisión por enfermedad, como ha ocurrido con el expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán tras valorar la Audiencia Provincial de Sevilla el informe forense sobre el cáncer de próstata que padece.

La estadística oficial no precisa los internos excarcelados, como pasó en 2019 con el exministro y expresident de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana, que estuvo varios meses en prisión provisional pese a padecer leucemia.

Según el último informe de Instituciones Penitenciarias, en 2021 gestionaron un total de 91.860 atenciones médicas, de las que el 0,6% se clasificaron en la especialidad de oncología. La gran mayoría (573) se atendieron en el exterior de la cárcel, derivándose a la red de centros sanitarios públicos. En un solo caso la consulta se llevó a cabo en el mismo centro penitenciario, mientras que en otros dos se optó por la telemedicina, que incluye consultas telefónicas. El 68% de las 91.860 consultas de atención especializada se llevaron a cabo dentro de las cárceles, con el desplazamiento de un especialista. Odontoestomatología, que trata patologías dentales y de la boca, es la especialidad que reúne con diferencia mayor número de casos al sumar 39.511 consultas, el 98% sin salir de las prisiones. Le siguen psiquiatría con 17.873 consultas y, a gran distancia, las especialidades clasificadas como traumatología (5.504 consultas).