El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha dicho entender que las empresas energéticas defiendan sus intereses y, por tanto, "ninguna empresa escriba a favor de que le suban los impuestos", y ha asegurado que "un sistema que genere estabilidad y confianza" solo se puede conseguir "con visión de largo plazo y desde el diálogo con las empresas afectadas".

En este sentido, ha afirmado que las medidas que se planteen ante la actual coyuntura deberían ser "objeto de una reflexión compartida, serena, partiendo de lo que pueda ser un objetivo compartido, el de mantener unos estándares determinados, un calidad de vida, un nivel de desarrollo social, junto al crecimiento económico".

En la rueda de prensa en Donostia tras el primer Consejo de Gobierno vasco de este curso, el presidente vasco se ha pronunciado, de este modo, en relación a los impuestos planteados a las empresas energéticas y, por su parte, ha dicho entender que sus representantes defiendan "los intereses de las compañías que dirigen".

"A todos nos parecerá evidente que ninguna empresa --sea grande, sea pequeña, una cooperativa o una sociedad laboral o una persona autónoma-- escriba a favor de que le suban los impuestos. A todos nos parecerá evidente que nadie estará a favor de que le suban los impuestos así por así", ha señalado, en referencia al consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, que criticó el impuesto a los beneficios de las eléctricas en un artículo de opinión.

De este modo, ha considerado que "la reflexión" que se debe plantear es la de "la disposición a mantener unos servicios públicos de calidad" y, por su parte, ha declarado que la "preocupación" de su gobierno es "mantener los niveles de bienestar social en las prestaciones públicas" que le corresponden y "hacerlo con unas cargas fiscales que garanticen la calidad y la sostenibilidad de estos servicios".

Asimismo, ha apostado por "un sistema que genere estabilidad y confianza", lo que "solo se puede conseguir con visión de largo plazo y desde el diálogo con las empresas afectadas".

En esta línea, ha señalado que las medidas que se planteen ante la actual coyuntura deberían ser "objeto de una reflexión compartida, serena, partiendo de lo que pueda ser un objetivo compartido, el de mantener unos estándares determinados, un calidad de vida, un nivel de desarrollo social, junto al crecimiento económico".   

EL CAMINO ES EL CONSENSO

El lehendakari, además, ha manifestado que el borrador del plan de contingencia ante la crisis energética elaborado por el Gobierno Vasco ha sido valorado por la vicepresidenta Teresa Ribera "como robusto, con solidez argumental y procedimental". Este plan ha recogido durante estos días aportaciones adicionales "adoptadas a la realidad" de Euskadi.

A su entender, en este momento "cobra fuerza el dicho de pensar en global y actuar desde lo local y desde el ejercicio de la gobernanza multivel".

Urkullu ha apuntado que el plan vasco, "más allá del plan del gobierno español, que tendrá que ver el encaje de la propuestas que le enviemos --a ser posible mañana mismo-- desarrolla las medidas ya en vigor y se enmarca en las directrices europea y del propio estado español".

El lehendakari ha incidido en todo caso en que "el consenso es el camino correcto, porque es lo que hará positivo, la actuación coordinada de todas las instituciones, empezando desde la propia Comisión Europea, siguiendo por los gobiernos de los estados miembro y también la gobernanza multivel con la capacidad que tenemos las comunidades autónomas, regiones o naciones sin estado", ha señalado.

Finalmente, ha indicado que, pese al actual contexto, no desea "lanzar mensajes catastrofistas", aunque ha reiterado que se realizará "seguimiento en cada día" de la evolución de los acontecimientos en la economía. En todo caso, ha insistido en que es necesaria "una reflexión compartida" en la UE. "No una cuestión que afecte a Euskadi solamente", ha recordado.