Pedro Sánchez tiene al enemigo en casa. Y no es nuevo. Los barones socialistas han vuelto a alzar la voz, aprovechando la polémica sobre los indultos a los presos independentistas, para colocar al líder del PSOE contra la pared tras el informe del Tribunal Supremo. La medida de gracia tiene dividido al partido entre la vieja guardia que se opone a su aplicación, y otros dirigentes que apelan a este recurso como medio para reconducir el conflicto catalán. El primero en abrir fuego fue el expresidente del Gobierno español, Felipe González, quien en el programa El Hormiguero de Antena 3 fue tajante al aseverar que “en estas condiciones yo no haría el indulto” dado que” la Constitución no admite que alguien rompa unilateralmente las reglas del juego”.

El siguiente en pronunciarse fue Emiliano García-Page, para quien conceder los indultos sería “más que una medida de gracia, una desgracia” y “uno de los mayores errores de la democracia”. El presidente de Castilla-La Mancha dejó claro su temor a que esto suponga “una condena” para la organización que sustenta esta decisión y confió en que Sánchez dé marcha atrás. A sus palabras se le sumó el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que se limitó a publicar un tuit considerando “evidente que no debe ser indultado quien no quiere serlo”. Ahora bien, navegó entre dos aguas al pedir también “resolver los modelos de convivencia en España”.

Mucho más conciliador se expresó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, avalando los indultos que pretende Sánchez aunque sea “difícil” y le acusen de “traición a España”, porque también lo fueron otras “decisiones importantes” que él adoptó cuando gobernaba, como la ley del matrimonio homosexual o la negociación con ETA, y que después se demostraron, a su juicio, “beneficiosas”. Zapatero no comparte “para nada” las críticas de González, hasta el punto de recordarle que “a mí los compañeros me apoyaron en momentos difíciles, y también muchos apoyamos a Felipe González en momentos difíciles”. El líder del PSC, Salvador Illa, reivindicó también la concesión de los indultos en base a “convicciones” y no a coyunturas políticas, defendiendo que todo lo que ayude “al reencuentro” es positivo. Sin embargo, el diputado del PSOE por Gipuzkoa, Odón Elorza, es mucho más reacio y cree que puede tener riesgos, sobre todo si hay “dudas” de que los presos podrían volver a “romper la ley y atacar al Estado de Derecho”.

Guerra, no

El último en exponer su opinión fue anoche el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que se manifestó en contra de la posibilidad de que el Consejo de Ministros conceda indultos a los doce condenados del procès Guerra señaló que “políticamente es indeseable” conceder esa medida de gracia y, tras el informe del Tribunal Supremo contrario a los mismos, sería “un acto ilegal”. Alfonso Guerra insistió ayer en Sevilla en tener “clarísimo que el indulto no se puede dar, y no se debe dar políticamente”