Las posturas de los socios de Gobierno sobre la ley trans tienen que ver con cuestiones de fondo y no con matices, como ha evidenciado este jueves la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, al mostrar su preocupación sobre la posibilidad de elegir el género "sin más que la mera voluntad o el deseo".

La autodeterminación del género, esto es, el reconocimiento de la identidad de género de una persona sin necesidad de prueba médica o psicológica que la acredite, solo con su voluntad expresa, es una de las piedras angulares del borrador diseñado por el Ministerio de Irene Montero.

Sin embargo, Calvo ha reconocido este jueves en declaraciones a la Ser que su principal preocupación respecto a la ley trans es el concepto de elegir el género "sin más que la mera voluntad o el deseo", lo que puede poner en el riesgo los criterios de identidad de 47 millones de españoles.

Unas afirmaciones que ponen de manifiesto las posturas alejadas que mantienen PSOE y Unidas Podemos en la tramitación de este anteproyecto de ley, a pesar de que este miércoles el Ministerio de Igualdad aseguraba que las diferencias radicaban sólo en los matices y que se ambos partidos partían de un "consenso enorme".

A este respecto, Calvo ha aseverado que no le preocupan "los detalles" del proyecto, ni que se fije la edad de 16 años para el cambio en el registro sin necesidad de informe médico ni consentimiento de los progenitores, aunque ha matizado que los asuntos que afectan a menores deben estar "particularmente protegidos".

Su empeño es que las leyes tienen que ser "muy escrupulosas" y han de tener la suficiente calidad normativa y seguridad jurídica como para que los nuevos derechos que protegen no entren en colisión o mermen los ya consolidados.

En ese sentido, el texto elevado al Consejo de Ministros, ha dicho, no puede "poner en riesgo los criterios de identidad del resto de los 47 millones de españoles".

"Eso tendrá que tener unas garantías, una estabilidad y unos criterios como tiene el derecho en términos de seguridad", ha añadido Calvo, partidaria trabajar en el "acuerdo político" y en "la finura jurídica" aunque sea "lo más rápidamente posible".

Tras estas declaraciones, por las que la Federación Plataforma Trans ha pedido la dimisión de Calvo, parece difícil que se cumpla el plan de Igualdad de llevar el anteproyecto de ley trans al Consejo de Ministros en la primera quincena de febrero.

Desde Unidas Podemos, se ha reiterado que continúan los debates con su socio de coalición para negociar la norma, que espera que lleguen a "buen puerto".

En el acuerdo de Gobierno de coalición figuraba el compromiso de impulsar una ley trans "que trabaje de forma efectiva para erradicar todas las formas de discriminación hacia las personas trans en todos los ámbitos", si bien no se detalla la inclusión de la despatologización ni de la autodeterminación del género.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha recordado que en 2019 la Cámara Baja llegó a un acuerdo entre "muchísimas fuerzas políticas", incluido el PSOE, sobre la autodeterminación de género en los mismos términos que prevé el borrador de la ley.