Gasteiz - Han pasado ya 43 años y Gasteiz ni quiere ni puede olvidar. Los sucesos del 3 de marzo, la matanza ejecutada por las fuerzas de orden público dirigidas por los dirigentes del régimen franquista, constituyen un capítulo de tal magnitud en la memoria colectiva que difícilmente puede dejarse atrás. Ayer, como cada año en esta fecha, representantes políticos y sociales se dieron cita en la Plaza del 3 de Marzo para rendir homenaje a los cinco trabajadores asesinados, a los cientos de heridos por las cargas policiales contra una protesta laboral y a todos los que quedaron marcados para el resto de sus vidas por la tragedia que tuvo lugar en 1976. Ya por la tarde, una gran manifestación recorrió las calles de la capital alavesa reclamando justicia y exigiendo, como se viene haciendo desde hace casi medio siglo, que los responsables de aquellos hechos se sienten en el banquillo de los acusados.

Miles de personas salieron a la calle en la capital alavesa para reclamar “verdad, justicia y reparación” para este “crimen de Estado” y exigir otro modelo social “más justo”. Convocados por los sindicatos ELA, LAB, ESK y Steilas, la marcha arrancó sobre las seis de la tarde desde el barrio de Zaramaga, frente a la iglesia de San Francisco de Asís, donde tuvo lugar el trágico suceso, detrás de una pancarta en la que se podía leer ‘Construyendo el futuro, confluir, luchar y avanzar’. En la cabecera de la manifestación también se podían ver las fotografías de los cinco trabajadores muertos y el lema ‘Justizia’ en grandes letras.

En la iglesia de San Francisco de Asís se produjo la matanza que provocó cinco muertes, al disparar la Policía Armada contra las personas que aquel día participaban en una asamblea de trabajadores dentro del templo. La asamblea se enmarcaba en un contexto de movilizaciones obreras para denunciar las precarias condiciones de trabajo impuestas a los operarios que trabajaban en las principales fábricas de Gasteiz.

Fueron muchas las voces que ayer se alzaron para denunciar unos sucesos que quedaron impunes. Por la mañana, el presidente del PNV alavés, José Antonio Suso, reclamó “justicia y reparación” para los cinco obreros asesinados. Miembros del PNV del territorio junto a cargos institucionales como el diputado general de Araba, Ramiro González, y el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, realizaron una ofrenda floral ante el monolito, gesto que también llevaron a cabo otros partidos.

Así, acudieron la secretaria general del PSE en Araba, Cristina González, junto a otros miembros de su partido y una delegación de CC.OO. de Euskadi, encabezada por su secretaria general, Loli García. Por parte de EH Bildu, Arnaldo Otegi manifestó que lo sucedido hace 43 años fue un “mensaje claro” sobre ciertos puntos intocables, como “la unidad de España, la propiedad privada y la impunidad de los crímenes del franquismo”.