bilbao - Los burukides del PNV regresan hoy a sus despachos para abordar los retos del nuevo curso político tras el descanso veraniego. Los jeltzales afrontan los próximos meses con la vocación de proporcionar estabilidad al Gobierno español de Pedro Sánchez y, por lo tanto, su intención es volver a respaldar el techo de gasto en la votación de los próximos meses como ya hicieron en julio, y mantendrán una actitud proactiva para negociar los Presupuestos estatales para el año 2019. Fuentes de la ejecutiva jeltzale consultadas por DEIA hacen la lectura de que el gobierno tiene que durar para que puedan producirse avances significativos en el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y puedan transferirse las competencias pendientes. Esa negociación será larga y compleja, y Sánchez necesita tiempo para llevarla a cabo. Por ello, el PNV quiere que su legislatura dure, para que pueda cerrar el máximo número de transferencias con el Gobierno vasco de Iñigo Urkullu. El catálogo recoge 37 materias, y las más complejas son la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y prisiones.
El planteamiento de salida es dar estabilidad, permitir que Sánchez agote su legislatura y que las elecciones generales se celebren cuando toca, en 2020. De esa forma se evitaría que las elecciones generales coincidan con las municipales y forales del próximo mes de mayo. Ese solapamiento supondría un riesgo para el PNV y lo podría situar en desventaja en la pugna electoral, por las dificultades para realizar una campaña en clave exclusivamente vasca y hacerse un hueco mientras la televisión y la radio están colapsadas por las polémicas de la política estatal y los mensajes de Albert Rivera (C’s) y Pablo Casado (PP).
Los jeltzales encaran los próximos meses con una apuesta por la estabilidad y el pacto, también en suelo vasco, donde creen que hay margen para ampliar el acuerdo sobre el nuevo estatus de autogobierno. Quieren buscar el respaldo del PSE y Elkarrekin Podemos, y diferenciarse de la posición más inmovilista que está exhibiendo EH Bildu, que se conforma con el acuerdo exclusivamente entre abertzales. El partido de Ortuzar va a realizar otro esfuerzo para llegar a un acuerdo, aunque también quiere que sus interlocutores muestren un mínimo de voluntad política y se planteen alguna cesión.
El PNV arrancará hoy su curso político con un mitin a las 19.30 en el malecón de Zarautz, donde tomarán la palabra el presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, y el líder de la formación en Gipuzkoa, Joseba Egibar. La actualidad de las últimas semanas ha estado marcada por los movimientos en el Estado español para negociar el techo de gasto, los límites de deuda y déficit presupuestarios, y la posición del PNV no ha cambiado. Los jeltzales fueron los únicos que dieron su respaldo al techo de gasto socialista en la votación de julio en el Congreso, porque no tienen por costumbre plantar batalla política con un asunto que les parece puramente técnico y porque, además, Sánchez dio oxígeno a los territorios y apostó por relajar el límite de déficit impuesto a las autonomías (del 0,1% al 0,3% del PIB para el próximo año; y del 0% al 0,1% en 2020, lo que se traduce en unos 150 millones en el caso de la comunidad autónoma vasca).
El Gobierno socialista está negociando una reforma fiscal con Unidos Podemos para ganarse su apoyo y evitar otro veto como el de julio, pero no inquieta al PNV. Es probable que tuviera un impacto mínimo en suelo vasco por la autonomía financiera del Concierto Económico. Además, los jeltzales están dispuestos a estudiar lo que planteen. Se limitan a asegurar que algunas medidas son interesantes y pueden trasladarse a la comunidad autónoma, y otras no. Mucho tendrían que torcerse los acontecimientos para que el PNV cambiara su voto. De momento, no cree que haya sucedido nada extraordinario. “Si queremos completar el Estatuto y que haya transferencias, tenemos que dar estabilidad”, concluyen.
Las principales dificultades para aprobar el techo de gasto vendrán del flanco catalán. El PDeCAT y ERC esperan algún gesto más hacia Catalunya. En paralelo, el Congreso de los Diputados va a tramitar una proposición de ley para retirar la capacidad de veto al Senado y, de ese modo, evitar que el PP tumbe el techo de gasto con su mayoría absoluta en esa Cámara. Los populares van a realizar maniobras dilatorias en la tramitación de esta norma y tratarán de evitar que se haga por el procedimiento de urgencia. El Gobierno español quiere evitar las demoras para saldar cuanto antes el asunto del techo de gasto y presentar las Cuentas. En el mejor de los casos, Sánchez podría presentar sus Presupuestos en noviembre, y aprobarlos en febrero del próximo año. La negociación de las Cuentas será más complicada y más política. El PNV pondrá sobre la mesa sus condiciones, aunque su vocación es mostrar una actitud “proactiva” para alargar la legislatura.
acuerdo en el estatus En cuanto al debate del autogobierno, el PNV va a seguir una estrategia distinta a la de EH Bildu, que se conforma con el acuerdo entre abertzales en las bases del nuevo estatus. Ortuzar ya avanzó en el discurso ofrecido el día de San Inazio su apuesta por ceder y negociar “si socialistas y podemitas necesitan un trayecto con menos desnivel”. Quiere hacer ese camino también con EH Bildu. “Lo que no nos pueden pedir, ni unos ni otros, es que nos quedemos parados, que aceptemos que el autogobierno vasco ya ha hecho cima”, recalcó, apelando a todas las partes. En ese sentido, el PNV coincide con el lehendakari en realizar una invitación a ampliar el acuerdo.
En materia económica, ve con satisfacción que el nivel de paro va a bajar del 10%, como previó Urkullu. En el campo de la memoria histórica, no vería con malos ojos derribar el Valle de los Caídos, aunque pide identificar y exhumar los cuerpos.