BILBAO - El nombramiento del exministro de Industria José Manuel Soria como representante de España en el Banco Mundial ha desatado una fuerte tormenta dentro del PP. Varios barones regionales y otros cargos mostraron en público su disconformidad, cuando no su malestar, por colocar en un sillón de oro al que fuera ministro de los papeles de Panamá que tuvo que dejar el Gobierno español tras conocerse que su nombre y el de una empresa familiar aparecía en aquellos documentos por los negocios que hizo durante años en paraísos fiscales y que inicialmente negó. Su dimisión fue consecuencia de la presión mediática y la publicación de datos que ponían de manifiesto la falsedad de sus diversas versiones.

Las voces críticas del Partido Popular por la decisión se sucedieron ayer antes y después del Comité Ejecutivo Nacional que reunió a la plana mayor del partido para analizar la situación creada tras el fallido intento de investidura de Mariano Rajoy. Génova respaldó la candidatura de Soria por su currículum y trayectoria política y empresarial. La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, defendió la propuesta del Gobierno y señaló que su designación “tiene que ver con su carrera profesional” como técnico comercial y economista del Estado. Además desvinculó al exministro de los papeles de Panamá y de la corrupción, por lo que descartó que este nombramiento pueda afectar a la imagen del PP y al pacto de regeneración firmado con Ciudadanos.

Pero en las filas del partido varios dirigentes han recibido con disgusto la designación de Soria. Si el pasado viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se desmarcaban de la decisión, ayer el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, preguntado sobre el tema por los periodistas, respondió con un “no me apriete usted demasiado, sabe que mi opinión política de Soria es manifiestamente mejorable. Más clara fue la vicepresidenta de esa misma comunidad, Rosa Valdeón, que, a través de un tuit, dijo sentir “vergüenza ajena” por la propuesta y añadió que “como muchos que ahora estamos trabajando quiero pensar que no es verdad”

También resultaron llamativas las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que en lugar de aplaudir y congratularse con la decisión zanjó el asunto poniéndose de perfil: “Es un tema que tendrán que explicar quienes le hayan nombrado”. Otros barones del PP como el presidente del partido en la Rioja, Pedro Sanz, o el expresidente de Cantabria, Juan Ignacio de Diego, siguieron la consigna recibida desde Génova y rehusaron pronunciarse alegando que no conocen los detalles de la cuestión.

El Ministerio de Economía que lidera Luis de Guindos hizo público el viernes que intentará que José Manuel Soria, exministro de Industria, sea nombrado director ejecutivo del Banco Mundial, uno de los 25 que tiene el organismo. Si se confirma su designación, el exministro percibirá un sueldo de 226.000 euros al año libres de impuestos. La medida se conoció al término de la votación de investidura de Rajoy por lo que los diputados no conocían a la hora de votar la decisión del PP que, necesariamente, tuvo que contar con el consentimiento del presidente en funciones.

El Banco Mundial es uno de los organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas (ONU), que se define como una fuente de asistencia financiera y técnica para los llamados países en desarrollo. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo.