BILBAO - La irrupción de Podemos trastoca la fotografía del mapa electoral en la CAV donde, según la última encuesta del Gobierno vasco, el PNV asienta su hegemonía al vencer con holgura en Bilbao y provocar el vuelco en Donostia a costa de EH Bildu, al tiempo que en Gasteiz se confirma la apretada pugna de las fuerzas abertzales con un PP que obtendría una ligera ventaja en voto. A más de dos meses para los comicios, la fortaleza jeltzale se escenifica en Juntas Generales, principalmente en Bizkaia pero también derrotando a los populares en Araba, mientras que la coalición soberanista mantendría su liderazgo en Gipuzkoa por un estrecho margen. El sondeo, resultado de 2.142 entrevistas individuales mediante cuestionario estructurado y cerrado entre el 9 y 14 de febrero, certifica la cesión de músculo del PSE en todos y cada uno de los escenarios en contraposición con la notable entrada del partido emergente que dirige Roberto Uriarte. Un contexto en el que cualquier circunstancia en las próximas semanas podría decantar la balanza allí donde impera el equilibrio.
El PNV resistiría la pérdida del efecto Azkuna con una victoria indiscutible de su candidato, el exconsejero Juan Mari Aburto, alcanzando 12 escaños y un 36% de papeletas en la urna, tres asientos menos que en los comicios de 2011 pero muy por delante de su más inmediato perseguidor, Podemos, que asalta la capital vizcaina con cinco representantes (16%) en un ayuntamiento donde EH Bildu (14%), PP (13,5%) y PSE (11,5%), por este orden, quedarían relegados con cuatro concejales cada uno. La aparición en escena de la marca abanderada por el secretario general Lander Martínez impide el retorno de Ezker Anitza (3%) a un ruedo donde tuvo relevancia y en el que los populares, esta vez con Luis Eguiluz a la cabeza, siguen con su irremediable caída libre.
La vitalidad jeltzale se mimetiza en el conjunto del herrialde, ya que el relevo de José Luis Bilbao, el aspirante Unai Rementeria, firmaría un triunfo igual de sonoro, con el 34% de los votos, es decir, 13,5 puntos más que EH Bildu, que presenta como baza al teniente alcalde del Consistorio de Bermeo, Josu Unanue, mientras que Podemos se cuela en el podio con un respaldo del 14,5% que coloca bajo mínimos al PSE de Carlos Totorika (14%) y al PP de Javier Ruiz (9,5%), predicción que dejaría tocada también a la presidenta de su partido en la CAV, Arantza Quiroga, por sus apuestas personales. Tanto en Bilbao como en Bizkaia es reseñable el dato de la intención de voto directa de la formación conservadora que, sin cocina por medio, se estanca en el 0,7%.
En Donostia se avecina una lucha muy disputada en el sector soberanista aunque el PNV, con Eneko Goia, apunta a arrebatar el bastón de mando a Juan Karlos Izagirre, dado que el empate a siete escaños se rompería merced al número total de papeletas, mayor en el caso del jeltzale (24,8%) respecto al actual regidor (22,7%). Un sorpasso que se completaría con el descenso socialista (5 asientos -dos menos que hace cuatro años- y 17% de voto) y el del PP (4 asientos y 15%), amén de los cuatro concejales (12,5%) con que Podemos haría acto de presencia por vez primera. Con todo, en la Diputación de Gipuzkoa se repetiría la igualdad pero esta vez decantándose a favor de EH Bildu y su candidato, Xabier Olano -que sustituye a Martin Garitano-, y es que la intención directa de voto otorga a PNV y a su contrincante un 15,1%, para después, con todo estimado, quedarse Markel Olano con el 27,5%, a dos puntos de su principal rival. En este territorio, la lista del socialista Denis Itxaso conseguiría un apoyo del 14% de votantes, únicamente medio punto más que Podemos, y con el farolillo rojo del PP (8,5), que penaría a buen seguro la crisis trasladada a la opinión pública entre Quiroga y Borja Sémper, presidente del partido en este herrialde, por la candidatura al Consistorio donostiarra.
el pañuelo alavés Lo que finalmente suceda en Gasteiz aparenta ser como un melón por abrir. La encuesta de Lakua señala que en la capital alavesa se produciría un triple empate, con seis concejales respectivamente, entre PP, PNV y EH Bildu, donde saldría triunfador el vigente alcalde, Javier Maroto, si bien es tan mínima la horquilla en que se mueven que todo podría variar. De hecho, el 20,5% de sufragios que atraparía, por el 19% que lograrían cada una de las fuerzas abertzales, no se visualiza en la intención directa de voto, donde el jeltzale Gorka Urtaran firmaría el 9,9% de respaldo, por el 7, 9% del actual regidor, cuyo discurso social se ha tachado de “racista” desde más de un sector, y el 10,1% que se otorga a Miren Larrion (EH Bildu). En cualquier supuesto, el descenso popular resulta innegable, perdiendo diez puntos porcentuales y tres asientos. El pañuelo en juego en la capital alavesa es tal que el PSE, tras su cisma interno y la elección de Peio López de Munain, tendría cinco escaños (16,5%), y Podemos cuatro, con el 14,5% de adhesión y perjudicando a Ezker Anitza, huérfana de representación (3,5%).
En la carrera hacia la diputación saldría victorioso el PNV de Ramiro González, gracias al 21% de respaldo, asediado por el popular Javier de Andrés (20,5%) y el aspirante de la coalición soberanista, Kike Fernández de Pinedo (19,5%). Todos ceden masa porcentual por el acceso de Podemos (15%), que incluso supera al PSE de Cristina González (14,5%). UPyD se haría aquí con su mejor guarismo en toda la CAV, el 3% de papeletas -ni en Bizkaia ni en Gipuzkoa pasa del 1%-; al tiempo que el sondeo, fruto de un trabajo “concienzudo y profesional” según Josu Erkoreka, no contempla la incursión que en el Estado español se concede a Ciudadanos.