Madrid - El juez Elpidio José Silva trató ayer de retrasar hasta después de las elecciones europeas el juicio que se sigue contra él por presunta prevaricación en la instrucción del caso Blesa. En este sentido, pidió la nulidad de la vista, dijo renunciar a su condición de aforado y, por último, su abogado renunció a defenderle por pérdida de confianza. Este giro inesperado con el que acabó la primera sesión del juicio, en el que se enfrenta a una petición fiscal de 30 años de inhabilitación, provocó el malestar de todos los presentes, que calificaron de "pirueta absolutamente inaceptable", "fraude" procesal e "insulto a la inteligencia" la renuncia efectuada por su letrado al final de la sesión. Sobre este asunto resolverá hoy el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
El fiscal Manuel Moix consideró que la maniobra es un "fraude de ley" para intentar que no se celebre el juicio en base a motivos "ajenos al derecho"; mientras que el abogado del juez Silva, Conde-Pumpido, renunció a su defensa al "haber fallado a mi cliente". Silva reconoció sentirse "atropellado" desde que comenzó a investigar el caso Blesa y acusó a la defensa del exbanquero de "difamarle e insultarle". "No son reglas limpias. No se puede jugar al tenis con la cancha llena de baches, la recaída y que la pelota no bote", describió Silva sobre un proceso que tilda de "ilegal" y de "patraña". El magistrado, cabeza de lista del Movimiento Red para las elecciones europeas, fue recibido entre aplausos por una decena de personas que portaban una pancarta del partido que preside y que coreaban consignas, como "un juez honrado no puede ser juzgado", "Blesa ladrón, vete a prisión" o "ellos forrados y el pueblo arruinado".
El tribunal, que decidirá hoy si suspende el juicio y si se persona la compañía aseguradora que podría pagar la responsabilidad civil, rechazó declarar nulo el juicio como había solicitado la defensa e incluyó como prueba el libro La Justicia Desahuciada de Silva. El abogado del juez, que se opuso tajantemente a la inclusión de esta obra en el procedimiento, requirió de nuevo tener acceso a los correos electrónicos corporativos de Blesa por ser "fundamentales" para ejercer su derecho de defensa. Todas las acusaciones negaron que este hecho genere indefensión y añadieron que no están relacionados con la causa.
La defensa de Silva invitó al tribunal a estimar sus demandas para evitar que este "marrón" vaya al Tribunal Supremo y, en caso de no ser atendidas, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El fiscal pide para el juez Silva una pena de 30 años de inhabilitación para trabajar en la Administración de Justicia por delitos de prevaricación, retardo malicioso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la libertad individual de Blesa. El líder de IU, Cayo Lara, cree que el hecho de que Silva sea juzgado por investigar al expresidente de Caja Madrid es "el mundo al revés" y lo que hay que hacer es "poner esto en orden" para impedir que Blesa "se vaya de rositas". - E. P.