Barcelona. El Govern de Artur Mas contrasta el "respeto" que demostraron los catalanes ante el desembarco del PP el sábado en Barcelona con el "discurso del miedo" utilizado por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, durante la convención popular, donde llegó, dio un portazo a la consulta y avisó de que no negociará sobre este asunto porque está fuera de la legalidad.
Al día siguiente de la convención de la formación conservadora en la ciudad condal, la mayoría de partidos catalanes mostraron su disgusto por la posición rotunda de Rajoy, al que incluso llegaron a tildar de "míster no", al tiempo que insistieron en su convicción de que la consulta se llevará a cabo.
Pero la presencia "inusual" en Barcelona de tantos miembros del Gobierno, desde el jefe del Ejecutivo a cuatro ministros -Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro, Jorge Fernández Díaz y José Manuel Soria-, se interpreta desde el PSOE como que el PP reconoce que existe un "gran problema" o bien, en el peor escenario, que ha entrado ya en campaña electoral, lo que es "una malísima noticia". Una conclusión que ya había sugerido el mismo sábado el president, Artur Mas, y que rescató ayer con matices el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, que opinó que el Gobierno español "no puede decir únicamente que no, no y no, a todo no".
hacer algo En un comentario en su página de Facebook, en el que ofrece la reforma federal de la Constitución como vía para solucionar el problema territorial, Rubalcaba invitó a Rajoy y Mas a sentarse a revisar juntos las normas de convivencia a través de la reforma de la Carta Magna ante los riesgos "tremendos" de no hacer nada.
La respuesta de la Generalitat llegó a través del conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, quien contrastó el "respeto" de los catalanes hacia Rajoy y el cónclave del PPC, frente al "relato apocalíptico y falso de presentar la sociedad catalana como crispada, dividida y enfrentada". Homs cargó contra el tono "amenazante" de Rajoy y su "discurso del miedo", frente al cual no se registraron incidentes en la calle y "todo fue respetuoso con la celebración de este acto".
El alcalde de Barcelona y dirigente de CiU, Xavier Trias, manifestó por su parte que Rajoy comete "un error" cuando opta por "no tender la mano" y rechazar de manera tajante cualquier consulta sobre la autodeterminación. Así, pidió al presidente del Gobierno español que no se deje dominar por "las pasiones" y vea este conflicto como "un partido de fútbol".
Crisis constituciona
l Por su parte, el portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Oriol Amorós, avisó de que la consulta soberanista "se hará legalmente", ya sea bajo la ley catalana o la internacional, a pesar de la negativa de Rajoy, a quien ve en el "inicio de su derrota" porque su único proyecto es la "sumisión" de los catalanes.
También el secretario general de ICV, Josep Vendrell, advirtió de que la negativa a la consulta llevará a una "crisis constitucional", ya que no hay "argumentos democráticos" para no permitir que se lleve a cabo. "No es sostenible desde un punto de vista democrático" y existen "vías legales suficientes", dijo.
En otro sentido, desde el PSC su portavoz parlamentario, Maurici Lucena, consideró que Mas sabe "perfectamente que la única salida" serán ahora unas elecciones plebiscitarias, e ironizó con que la visita de Rajoy, al que criticó por no ofrecer ninguna solución al problema soberanista, pareció "financiada" por la propia CDC.
Tanto ERC como ICV, que confiaron en que ganarán la "batalla" por la consulta, descartaron la posibilidad de convocar unas plebiscitarias, un escenario que tampoco contempla el PP catalán, lo que esta formación atribuye a que Mas "no tiene interés en unas elecciones demasiado cercanas, por lo que intentará alargar la agonía". Asimismo, el presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, advirtió de que denunciará ante los tribunales al alcalde de la ciudad, Xavier Trias, si este cede el padrón para la consulta soberanista a la Generalitat. Por su parte, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, emplazó a Rajoy a demostrar "el amor de España por Cataluña" dejando votar a los catalanes en una consulta en lugar de limitarse a expresar con palabras su aprecio por esta autonomía.