donostia. Juan Karlos Izagirre se hizo ayer con el bastón de mando de Donostia. Se lo entregó Odón Elorza, que finalmente acudió a la sesión de investidura. En la capital guipuzcoana no hubo lugar a la sorpresa y Bildu logró la Alcaldía como consecuencia de ser el partido más votado el pasado 22 de mayo. Ningún otro cabeza de lista sumó la mayoría absoluta que establece la ley para desplazar a la primera fuerza. El candidato del PSE, Ernesto Gasco, logró los siete votos de sus compañeros y los seis del PP. El cabeza de lista del PNV, Eneko Goia, tuvo el apoyo de los seis concejales de su formación.

Los ocho corporativos de Bildu y los seis del PNV juraron el cargo añadiendo la coletilla de que lo hacían por imperativo legal. En el turno de explicación de voto, solo el cabeza de lista jeltzale, Eneko Goia, tuvo la deferencia de felicitar la nuevo alcalde por su nombramiento.

La entrada de Bildu al gobierno municipal pone punto final a veinte años de alcaldías socialistas, siempre sostenidas en acuerdos con otras formaciones para garantizar la mayoría en el pleno. Bildu, sin embargo, gobernará en solitario y en franca minoría, confiando en llegar a acuerdos puntuales, principalmente, con el PNV y el PSE. Esta relación de fuerzas quedó patente en el momento de la toma de posesión, que fue saludada con emotivos aplausos solo por sus seguidores. El resto de asistentes asumió el cambio en silencio, roto por tímidos silbidos.

Aunque en un principio había manifestado su intención de ausentarse de la ceremonia, el ya exalcalde Odón Elorza cumplió con el protocolo. Sentado en primera fila, se dirigió al centro del salón para efectuar el traspaso de poderes, simbolizado en el bastón de mando. Elorza, que vistió para la ocasión la camiseta de la candidatura Donostia-2016, e Izagirre, que lucía en la solapa el pin que reclama la vuelta de los presos y exiliados a Euskal Herria, entregó la makila a su sucesor y ambos se saludor afectuosamente.

Contar con todos Antes de iniciar su discurso, Izagirre cantó un bertso en el que anuncia la llegada de Bildu a las instituciones como el símbolo de la esperanza de un tiempo nuevo. En su intervención, mayoritariamente en euskara, prometió que Bildu convertirá en hechos las promesas a favor de un cambio político, social e institucional. Tal y como lo ha venido diciendo desde su victoria el 22-M, situó como prioridad de su mandato la recuperación de los "derechos civiles y políticos" de todos los ciudadanos. En esta línea exigió el fin de las "amenazas, presiones, detenciones y torturas", la legalización de Sortu y la "solución definitiva" a la situación de los presos y de "todas" las víctimas.

Según expuso, Bildu llevará adelante un "proyecto popular, que busca el bienestar de toda la ciudadanía y que hará frente a las consecuencias de la crisis económica, trabajando por los más necesitados". Además, reconoció que necesitará de la complicidad de la oposición para poder gobernar. "No tengáis la menor duda de que los votos que representáis van a tener sitio en la gobernabilidad de este Ayuntamiento", prometió.

Mientras Izagirre era felicitado por los concejales socialistas y los del PNV, en el exterior de la casa consistorial varios centenares de seguidores de Bildu, principalmente de la izquierda abertzale, celebraban la investidura de su candidato. Sus gritos se colaban en el salón de plenos. Exconcejales de Herri Batasuna como Joseba Alvarez, Félix Soto, Joxean Urkiola, Josetxo Ibazeta o Iñigo Balda se abrazaron efusivamente con el nuevo alcalde, que también recibió la felicitación del candidato a diputado general, Martin Garitazo, y de los dirigentes de EA Pello Urizar e Ikerne Badiola, y de Alternatiba, Jon Lasa. Exalcaldes como Xabier Albistur y Ramón Labaien también saludaron a Izagirre.

Acompañado por su equipo, Izagirre se dirigió a la calle Igentea para sumarse a la fiesta organizada por los seguidores de Bildu. Su aparición fue saludada con una gran ovación y gritos de Independentzia y PSOE entzun, Donostia euskaldun. La concejal Naiara Sanpedro leyó ante los allí presentes el discurso del nuevo alcalde, que tomó la palabra a continuación para felicitar a "Igeldo, Zubieta, Altza y al resto de barrios de Donostia" por contribuir a la victoria de la coalición". Según Izagirre, "el camino de Bildu es una camino lleno de listones que hemos ido superando. El último será el de la independencia y el socialismo". El alcalde se despedió invitando a sus seguidores a celebrarlo con un barrikote en el muelle a la vez que gritaba "Gora Euskal herria Askatuta eta gora Euskal Herria sozialista".

Goia critica los frentes El candidato jeltzale, Eneko Goia, y su grupo fueron el blanco de las duras críticas que el PSE y el PP lanzaron ayer al PNV por no sumarse a un pacto a tres que impidiera la toma de posesión de la Alcaldía por parte de Bildu. Goia no solo no respondió a estos ataques, sino que aseguró que las últimas elecciones han supuesto el final de la política de frentes y, en concreto, el del frente constitucional que forman PSE y PP, renovado esta misma semana de cara a pactos municipales. Los seis concejales jeltzales votaron a su candidato y, así, toda la rumorología que invadió la víspera los mentidores periodísticos en torno a una posible carambola final para desbancar a Bildu del sillón presidencial quedó abortada.

En su explicación de voto, el candidato jeltzale felicitó al nuevo mandatorio por lograr la alcaldía. En un discurso pronunciado íntegramente en euskara, el cabeza de lista del PNV explicó que con la postura mostrada ayer en el pleno, su partido quiso reafirmar su compromiso con la ciudad y demostrar que "tenemos un proyecto y un modelo para Donostia". En este sentido, Goia garantizó al nuevo gobierno municipal que el PNV permanecerá "vigilante y firme" para cumplir con sus objetivos de ciudad. En cualquier caso, mostró la disposición permanente de su grupo al diálogo y la negociación con todos partidos.

En opinión de Eneko Goia, conlos resltados que se dieron el 22-M se ha sellado la fecha de caducidad de la política de frentes. "Ha acabado la época de los frentes". En este sentido, subrayó que lo ocurrido ayer en el salón de plenos de la capital guipuzcoana es "la última escenificación del frente PSE-PP. Hoy ha terminado y desde hoy mismo nos corresponde a todos abrir una nueva época".

Según el cabeza de lista de la formación jeltzale, esta nueva época que se abre en el ayuntamiento tiene que estar caracterizada por el respeto "entre todos" y con el permanente recuerdo a las víctimas. Goia concluyó confiando en la positiva respuesta del nuevo alcalde a estos desafíos.

Entre los invitados al acto de investidurase encontraba el último alcalde del PNV en Donostia, Ramon Labaien, que estuvo sentado junto a Xabier Albistur, su sucesor en el cargo. Merece señalarse también que cuando acudió a sentarse a su asiento en el pleno, la exconsejera Miren Azkarate se acercó hasta donde estaba sentado Odón Elorza para saludarle y dirigirle unas palabras.