Iruñea. Tras dieciséis años en el panorama político navarro, con una importante presencia durante varias legislaturas llegando a tener 10 parlamentarios en la Cámara foral, el partido fundado por Juan Cruz Alli en 1995, Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), tomó ayer la decisión de disolverse como formación política. Los resultados del pasado 22 de mayo han desencadenado este final ya que, a pesar de ser la única formación que abanderó el centrismo, solo recabó el apoyo de 4.000 ciudadanos, lo que significa una caída de 10.000 papeletas respecto a los comicios de 2007, así como la pérdida total de la representación parlamentaria.
Con esta realidad sobre la mesa, la dirección del partido convocó ayer una asamblea con los afiliados para analizar estos resultados y tomar una decisión respecto al futuro. Los 70 afiliados presentes en la asamblea decidieron por "amplia mayoría" -se necesitaba dos tercios de los asistentes- "disolver y extinguir el partido".
Su presidente, José Andrés Burguete, fue el encargado de dar a conocer la noticia y afirmó que la decisión había sido tomada con "pena, pero con entereza y dignidad" y bajo las líneas de actuación de CDN, el "respeto, el sentido común, el análisis y la cordura".
Aunque defendió que Nafarroa "necesita una auténtica opción de centro frente a los radicalismos identitarios y excluyente del navarrismo y del vasquismo", afirmó que "este pensamiento parece no ser compartido por la sociedad que opta por otras maneras distintas a las que encarna CDN".
"Los matices del centrismo no casan con quienes viven en los extremos, así parecen apuntarlo las últimas elecciones municipales y forales en las que se han potenciado los frentes identitarios", apuntó Burguete, para añadir que "la democracia son los ciudadanos y ciudadanas y en este sentido la ciudadanía navarra no ha otorgado su apoyo al centrismo progresista de CDN y así lo asumimos".