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Verdad eclipsada

El DRIL, grupo armado que combatía las dictaduras de Franco y Salazar, reivindicó el atentado en el que murió la niña Begoña Urroz, a quien se trata ahora de presentar como la primera víctima de ETA

Verdad eclipsadaFoto: a nosa terra

bilbao

EL historiador Tito Livio aseguró que "la verdad puede ser eclipsada, pero nunca se extingue". Lo vivido en los últimos días puede ser un claro ejemplo de ese intento de eclipsar la verdad. En el medio de siglo de vida que contempla a ETA son muchas las personas que han muerto en atentados de la organización armada, pero, y no se sabe con qué fin, se quiere atribuir también a la banda el asesinato de la niña Begoña Urroz, en 1960, cuando todos los datos apuntan a que el atentado que segó la vida de esta bebé de 22 meses fue obra de un grupo denominado DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación).

Otro historiador, no romano sino gallego, y sin la fama y el lustre de Livio, puso en su día negro sobre blanco la verdad sobre el doloroso caso de Begoña Urroz y la autoría de su asesinato. Tras mucho tiempo investigando a los DRIL, Xurxo Martínez Crespo asegura tajante que los autores del atentado de Amara fueron miembros de este grupo, entre ellos el comandante Jorge de Soutomaior, alias de José Fernández Vázquez, nacido en A Pobra do Caramiñal, un pequeño pueblo situado a orillas de la ría de Arousa. "El DRIL era gente muy aguerrida, era un grupo formado por ex combatientes de la Guerra Civil que conocían el manejo de las armas y los explosivos", señala.

Martínez Crespo nació en Venezuela hijo de la emigración gallega y allí conoció a Federico Fernández Akerman, que era el hijo de Jorge de Soutomaior. "Hicimos una amistad íntima y me dio toda la documentación de su padre, donde se recogía que fueron ellos los autores del atentado y donde consideraban que fue un grave error el fallecimiento de la niña", asegura el historiador.

Ajenos a los rigurosos oficios del historiador y escritor gallego, en los últimos tiempos muchas voces se han alzado para tercamente llevar la contraria a la verdad, a impulso de golpes mediáticos. El político catalán Ernest Luch fue quien primero barajó la posibilidad de que fuera ETA la autora del atentado, una hipótesis que posteriormente ha sido secundada por otros medios. En un acto celebrado el pasado lunes en Lasarte, su alcaldesa Ana Urchueguía (PSE), ofreció un homenaje a las víctimas de ETA, acto al que asistió la madre de Begoña Urroz, Jesusa Ibarrola.

tiroteo en villabona El 7 de junio de 1968 el guardia civil José Ángel Pardines Arcay, de 25 años, y su compañero Félix Diego Martínez regulaban el tráfico en la Nacional I a su paso por la localidad guipuzcoana de Villabona cuando llegó a la zona un Seat 850 Coupé ocupado por Txabi Etxebarrieta, de 23 años, e Iñaki Sarasketa, de 19 años, militantes de ETA.

El agente Pardines dio el alto al vehículo y solicitó la documentación a los ocupantes al comprobar que el número de matrícula no se correspondía con el del bastidor. Etxebarrieta disparó contra Pardines, que murió en el acto. Horas después Etxebarrieta fallecía en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Tolosa. Los dos jóvenes se convirtieron en los primeros muertos en la historia de ETA, que había nacido como organización política ocho años antes, en 1959. Sin embargo, en las últimas fechas, el nombre de Begoña Urroz ha pasado a engrosar esa lista de asesinatos atribuidos a la organización armada. Por lo menos, desde algunos sectores que insisten en que esta niña de 22 meses fue la primera muerta en un atentado de ETA en la estación de Amara el 27 de junio de 1960, ocho años antes de las muertes de Pardines y Etxebarrieta.

Aquel 27 de junio de 1960 explotaron cinco artefactos. Uno estaba colocado en un furgón del tren correo Barcelona-Madrid y explosionó entre las localidades aragonesas de Quinto y Pina de Ebro, los otro cuatro estaban ubicados en las consignas de las estaciones de tren de Barcelona, Madrid y las donostiarras del Norte y Amara. En la estación del Norte en Donostia hubo un herido leve, Carlos Iñigo, pero en la estación de Amara murió Begoña Urroz, y otras cinco personas resultaron heridas.

El asesinato nunca fue reivindicado por ETA, pero sí por el DRIL, organización armada fundada en 1959 y compuesta por gallegos y portugueses para luchar contra las dictaduras de Franco y Salazar. La cúpula de este grupo estaba formada por dos secretarios generales: Humberto Delgado y Xoxe Velo Mosquera. El primero fue un general de la Fuerza Aérea portuguesa que en 1958 había pugnado con el almirante Américo Tomas en las elecciones presidenciales. Tras ser derrotado de forma fraudulenta abandonó Portugal. Xoxe Velo fue el fundador de organizaciones como la Federación de Mocedades Galeguistas. La acción más espectacular llevada del DRIL fue el secuestro del buque Santa María, que, con 586 pasajeros, fue retenido durante 14 días antes de que los secuestradores negociaran su liberación a cambio de recibir el estatus de refugiados políticos en Brasil. El DRIL continuó realizando acciones esporádicas hasta su disolución en 1964.

ETA disponía de poca capacidad organizativa en junio de 1960 -apenas tenía un año de existencia- como para poder elegir cinco objetivos en un mismo día. Según se recoge en el libro de Luigi Bruni ETA: Historia de una lucha armada, los primeros años de la organización fueron de pintadas y de colocación de ikurriñas. Sus miembros no tenían capacidad como para emprender acciones de envergadura como la colocación de bombas. De hecho, según se recoge en varias publicaciones, la primera acción de ETA fue el intento de descarrilamiento de un tren en Donostia. Era el 18 de julio de 1961, un año después del atentado que costó la vida a Begoña Urroz, y algunos de sus miembros intentaron descarrilar un tren en el que falangistas viajaban a la capital guipuzcoana. La idea de ETA era romper los raíles sobre los que debía circular el tren.

sin fuentes documentadas Francisco Letamendia, profesor de la UPV e historiador, es autor de un sinfín de libros sobre la historia de Euskadi, publicaciones como Historia del Nacionalismo vasco y ETA, Euskadi pueblo o nación o Los vascos; ayer, hoy y mañana. Letamendia racionaliza el hecho sucedido en la estación de Amara en junio de 1960 en clave de historiador. "Un historiador debe trabajar con fuentes documentadas. Yo no era de ETA, pero lo que sí puedo asegurar es que en todas las fuentes documentadas consultadas no hay ninguna reivindicación de ETA de aquel atentado. De la misma manera, no existen fuentes documentadas por las que aquellos que tenían interés en atribuir el atentado a ETA, lo hicieran", asegura. Las autoridades franquistas hablaron de "elementos extranjeros en unión con comunistas".

Resulta muy duro pensar en el sufrimiento de la familia de la niña asesinada durante estos cincuenta años, pero su dolor no puede ser mitigado tergiversando la realidad.