Bilbao. Efectivos de la Ertzaintza detuvieron ayer en Ondarroa a Ur- tza Alkorta Arrizalaga y Zunbeltz Bedialauneta Ibaibarriaga, en el marco de un dispositivo que guardaría relación con la operación iniciada el pasado martes, cuando se arrestó a cinco personas que supuestamente formaban un comando legal de ETA.
La intervención de ayer comenzó con la detención de Urtza Alkorta, que se presentó a las elecciones municipales de 2007 como tercera en la lista de ANV en Ondarroa, candidatura que fue ilegalizada. Con anterioridad, en 2003, ocupó el cuarto puesto de la plataforma Herriarentzat, marca con la que la izquierda abertzale oficial se presentó en el municipio costero. Posteriormente, fue detenido Zunbeltz Bedialauneta. La Ertzaintza practicó además varios registros en la localidad, en los que estuvieron presentes los dos detenidos. Uno de ellos tuvo lugar en una vivienda ubicada junto a la iglesia de Ondarroa, y el segundo en un piso de la calle San Juan Txurru. De esta segunda vivienda los agentes de la Policía vasca se llevaron dos cajas con documentación.
A media tarde, fuentes de Interior dieron a conocer el hallazgo de un zulo en una zona de monte del entorno de Ondarroa, en el que se encontró cierta cantidad de explosivo, cordón detonante, polvo de aluminio, nitrato de aluminio y nitrometano. Estos elementos, especialmente este último, que se utiliza como reforzante para incrementar los efectos de las explosiones, han sido utilizados por ETA de manera habitual durante los últimos años para la fabricación de amonitol, un explosivo con gran capacidad destructiva utilizado en muchos de los atentados de la organización armada.
Hace tiempo Con los dos arrestos de ayer son ya siete las personas detenidas en esta operación policial iniciada el pasado martes y que, según fuentes de la Ertzaintza, aún se mantiene abierta. El martes fueron arrestados Ibon Iparragirre, Asier Badiola, Xeber Uribe, Javier Zubizarreta y Jon Iñaki Esnaola. Las detenciones fueron practicadas en Ondarroa, Deba, Mutriku y Gizaburuaga.
Según declaró posteriormente en rueda de prensa el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, estas personas formaban un comando de legales -miembros no fichados por la Policía-, a cuyo frente se encontraba Ibon Iparragirre. Ares atribuyó a este comando la colocación del coche bomba contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa la noche del 21 al 22 de septiembre de 2008, un atentado que se saldó con once heridos. Además, horas antes, este mismo grupo había colocado otro artefacto explosivo en la sede de la Caja Vital en Gasteiz, y el tercer atentado que se le atribuye es la voladura de un repetidor de televisión en Azpeitia.
Tanto desde el PSE como el PP quisieron patrimonializar la actuación de la Ertzaintza con estas detenciones, a las que calificaron como un logro del Gobierno de López, cuando lo cierto es que el trabajo de los agentes de la Policía vasca se inició mucho antes, tras el atentado contra las obras del Tren de Alta Velocidad en Orio.
El departamento dirigido entonces por Javier Balza detectó a Ibon Iparragirre, cabecilla del grupo detenido el pasado martes, y comenzó un seguimiento de sus actividades. La vigilancia sobre Iparragirre permitió comprobar su presencia tanto en Gasteiz como en Ondarroa la noche del 21 al 22 de septiembre, día en el que se produjeron los atentados contra la Caja Vital y la er-tzainetxea de Ondarroa.
Sin embargo, a partir de este momento se produjo un cambio sustancial en la vida de Ibon Iparragirre, lejos de cualquier actividad supuestamente delictiva, lo que impidió que la Ertzaintza actuara entonces contra él a no disponer de pruebas suficientes. Queda meridianamente claro que, aunque haya sido esta semana cuando se ha producido la detención de Ibon Iparragirre y el resto de los miembros del comando, los ahora arrestados estaban en el punto de mira de la Er-tzaintza desde hace casi dos años.
Bolsas de cocaína Por otro lado, la droga intervenida el pasado martes en uno de los primeros registros resultó ser cocaína. Los análisis realizados sobre las 41 bolsitas con sustancia estupefaciente han revelado que 39 de ellas guardaban cocaína, y que las dos restantes albergaban productos para cortar la droga. Además, se encontraron cuatro básculas para el pesaje de la droga, lo que podría significar que alguno de los detenidos en la operación podría estar implicado en actividades de narcotráfico.