madrid. El presidente de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, aseguró ayer que cumplirá la sentencia que dicte el Tribunal Constitucional sobre el Estatut pero advirtió de que no se debe confundir acatamiento "con silencio resignado", y de que defenderá el texto "hasta las últimas consecuencias". Montilla se mostraba ayer en Madrid firme en la defensa de la constitucionalidad del Estatut de Catalunya y recordó que para su aprobación cumplió con todos los trámites legales.

Así, aunque manifestó su disposición a acatar la sentencia del Tribunal Constitucional, a cumplirla y "hacerla cumplir", avisó de que no renunciará "a nada" de lo aprobado por el pueblo catalán. "Hay quien confunde acatamiento con silencio resignado, defenderemos el estatuto hasta sus últimas consecuencias porque cabe exigir el cumplimiento del pacto político, y lo haremos dialogando, buscando y ofreciendo fórmulas políticas y jurídicas que permitan cumplir lo pactado".

En este punto, Montilla rechazó pronunciarse sobre las consecuencias que tendría una posible rebaja del texto constitucional, aunque sí reconoció que se generaría "un pequeño problema". "Espero que no se dé ese problema, y si se da, que seamos capaces de solventarlo".

Para el presidente de la Generalitat, una sentencia contraria al Estatut afectaría "a todos" los que votaron a favor del texto, entre los que se incluyó a sí mismo y al presidente Zapatero. Además, no quiso adelantar si supondría una quiebra del tripartito catalán, porque dijo no dedicarse a "la política de ficción".

Rechazó que sus palabras se puedan interpretar como una amenaza al TC y acusó de "mala fe" a quien así lo haga, ya que insistió en que su única voluntad es defender el autogobierno. "Si le va bien a Cataluña, le va bien a España, y si le va mal a Cataluña, España se resentirá".

Según defendió, él "nunca ha actuado buscando el enfrentamiento con los demás pueblos", y subrayó la importancia de la Constitución como un elemento diseñado "para unir". Por ello, avisó de que el Estatut presenta "una encrucijada" de la que sólo será posible salir "todos fortalecidos" si se encuentra una solución que conjugue "el respeto por el Estado de Derecho con el respeto por la voluntad del pueblo de Cataluña". "Cualquier solución que menoscabe cualquiera de estos elementos será mala para todos porque frustrará las aspiraciones de Cataluña de autogobernarse en el marco de la Constitución y deteriorará el espíritu constitucional", defendió antes de sostener que, a su juicio, los catalanes no quieren ser parte de una España que les exija "ser cada día un poco menos catalanes para ser españoles".

El estatut no ha roto españA En su intervención, Montilla arremetió contra la actitud del PP y de su líder, Mariano Rajoy, y destacó que España "no se ha roto" con la aprobación del Estatut pese a que se haya intentado "zarandearla y agitarla desde el primer momento y desde los peores prejuicios del catalanismo".

El president quiso en este punto recordar a Rajoy algunas de sus iniciativas contra el texto y repasó la iniciativa emprendida por los populares de recogida de firmas contra el Estatut, la recusación del magistrado Pérez Tremps, el recurso ante el TC o la "paralización" en la renovación de sus miembros.

"Pide respeto al Constitucional sólo cuándo le conviene a él. ¿Qué nos pretende decir, que los catalanes no cabemos constitucionalmente donde sí caben el resto de españoles?, o que la Constitución es más estrecha o más restrictiva para los catalanes que para otras comunidades?". Aconsejó al líder del PP que, "si quiere hacer una inmensa aportación al sosiego", retire el recurso.