Bilbao - “Era un sueño traer una txapela del mano a mano a Bizkaia”, afirmó Mikel Urrutikoetxea. Vuelve a haber un campeón del Manomanista vizcaino tras 38 años. Iñaki Gorostiza ya no será la última referencia del territorio en los libros de historia después de que un joven de 26 años nacido en Zaratamo se convirtiera ayer en la nueva leyenda. “Me siento muy bien al ver a un vizcaino en el podio tras tanto tiempo y no es solo eso, ya tenemos a uno más en el club”, comentó el expelotari de Axpe. Un selecto grupo en el que están Hilario Azkarate, Jesús García Ariño, Iñaki Gorostiza y, ahora, Mikel Urrutikoetxea.

Esta victoria fue especial para Gorostiza, perder el “honor” de ser el último campeón vizcaino supuso una alegría tremenda. Pero esta felicidad no solo se debió a que la txapela del Manomanista vuelve a Bizkaia, también hizo sonreír al de Axpe el nombre del nuevo encargado en vestirse de colorado durante todo el año: “Es una alegría. Urrutikoetxea es un pelotari noble, sencillo y un chaval majo. Merece ser campeón y no se le puede quitar nada”. Además, el expelotari ve que esta victoria puede ser el principio de algo mucho más grande. Los primeros pasos de un fuera de serie. “Se puede soñar con él para los siguientes años. Creo que puede ir a más y aunque salgan contrarios, se puede decir que tenemos un vizcaino competitivo para jugar las finales”, apostilló Gorostiza, que no se perdió el mano a mano entre Urrutikoetxea y Olaizola II, un duelo en el que el campeón de Goizueta no pudo con el empuje del delantero vizcaino. Llegó a última hora a la final y dio la campanada en un choque que hizo vibrar a la cátedra.

La sequía de la pelota vizcaina llegó a parecer una maldición. Roberto García Ariño tocó con la gloría con la yema de los dedos, pero se le escapó en repetidas ocasiones. Cinco finales perdidas para alimentar una leyenda negra que pareció que no tenía fin. Hasta que apareció Urrutikoetxea. El zaratamoztarra se convirtió en la luz al final del túnel y subió a lo más alto. El nuevo campeón que mira al futuro con el objetivo de que la historia no se vuelva a repetir. “Esperemos que no tardemos tanto en ganar otra. Afición y chavales ya salen pero no llegan, están en el candelero. A Olaizola a Irujo les llegará el relevo y ya saldrán otros como Urruti”, concluyó Gorostiza, que en 1977 se enfundó la txapela tras derrotar a Roberto García Ariño por 22-12 en el frontón de Anoeta. Antes, Hilario Azkarate logró seis campeonatos individuales (1960, 1961, 1962, 1964, 1965 y 1967) y Jesús García Ariño resultó vencedor en dos ocasiones (1957 y 1963). Está por ver si Urrutikoetxea suma más títulos en la larga carrera deportiva que aún tiene por delante.