Rey Midas
Fusto y Larrinaga ganan el villa de bilbao y el coloso argentino domina el verano palista con cinco trofeos
Duración: 47:28 minutos de juego; 16:41 minutos de juego real.
Saques: 1 de Larrinaga y 2 de Imanol.
Faltas de saque: 2 de Larrinaga y 4 de Imanol.
Pelotazos: 385 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 11 de Fusto, 1 de Larrinaga, 8 de Zubiri y 3 de Imanol.
Errores: 1 de Fusto, 1 de Larrinaga, 6 de Zubiri y 7 de Imanol.
Sets: 10-4, 10-5 y 10-9.
Incidencias: Final del torneo Villa de Bilbao disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao, encuadrado en el Pala Tour.
bilbao - San Fermín, Gijón, Deba, Donostia y, ayer, Bilbao. Pablo Fusto está convirtiendo en oro su verano, cosechando todos los títulos en juego y convirtiéndose, más si cabe, en el protagonista absoluto de la pala. Rey Midas el bonaerense, en el Bizkaia de Bilbao fue un puntal, un tótem imposible de superar por Imanol Ibáñez. Ahí radicó gran parte de la victoria, que se amasó por la incidencia del argentino en la final del Villa de Bilbao. De hecho, entre las dentelladas del suramericano, actual campeón del mundo Individual, Erik Zubiri apenas tuvo posibilidad de ejercer su juego, teniendo que achicar agua varios pasos por detrás de su órbita de acción, dejando aún más opciones al cañón del delantero colorado, muy bien custodiado por Koldo Larrinaga. Decía Imanol mientras observaba la semifinal del lunes entre sus adversarios y Gaubeka-Ibargarai que quizás el sopelarra es el zaguero con quien mejor se entiende Fusto, quien emerge a diario entre reinvenciones coronándose como el palista a batir. Tal y como auguró el de La Peña, Larrinaga encajó como una maquinaria precisa al juego de Fusto. Reloj suizo. Y cómodos los colorados, el encuentro se desniveló rápido, con menos igualdades de las esperadas y en tres sets dirimidos a buen nivel, mucho ritmo y sin especulaciones. Admitió además el zaguero azul que el físico le había pasado cierta factura, que no se encontró bien, incómodo, pesado, sin chispa en las piernas.
Desde el primer instante, la hoja de ruta de los actuales campeones del mundo de Parejas pasaba por esquivar al bonaerense. Y es que, en un frontón corto como el Bizkaia de Bilbao, una cancha en la que el suramericano está como pez en el agua, era capital evitar que se anclara entre el cinco y el seis de aire, buscándole las cosquillas en el ancho o con pelotazos que le mordieran las tibias. En ese punto, en el amanecer de la final, Imanol no estuvo cómodo, no logró su cometido y Fusto se creció. Dueño y señor, bien acompañado por Larrinaga, termómetro y diapasón, el bonaerense fue patrón y obrero. Capitán y marinero. Agua y sal. El argentino superó ampliamente a Zubiri, sin demasiada incidencia y sin posibilidad de tenerla, e Imanol no le encontró las costuras. Y ante un gigante como él, esas cosas acaban firmando los obituarios. Solamente se ataron al debate los azules con el primer compás. Después, el puño de hierro de los colorados tomó ventaja y la contienda quedó descabalgada en su primera parada. En el 10-4, el pelotari argentino dominó y se coronó. 136 pelotazos de set, jugado a ritmo, pasaron factura a Imanol. También la rotura de una pala, que cambió el pie al bilbaino.
Tras el paso por el set de descanso, el resumen volvió a ser el mismo. Acabó 10-5. En la pugna, la presencia de Fusto se tornó por momentos casi un monólogo digno de estudio. A pesar de que como pareja funcionan Zubiri e Imanol, la presencia del suramericano impone meter una marcha más, que les faltaba ayer a los vizcainos. De hecho, hasta el 4-4 se repitieron las igualadas. Erik tuvo que ponerse a trabajar y se apuró Pablo, aunque no demasiado. Hubo momentos de duda colorada, ciertas sensaciones de desgobierno, pero cuando Fusto veía las orejas al lobo aparecía Larrinaga, su ángel de la guarda. El 4-4, asimismo, marcó el devenir del envite. Aunque acabó con error de Zubiri con la derecha, fue un tanto duro, en el que todos los palistas se esforzaron al máximo, con minutos de muchos quilates. La moneda salió cara para los colorados y el joko se desequilibró.
Después de madurar el set y anotarse el sufrimientos, los azules anidaron en la cuerda floja. Fusto y Larrinaga les superaron con más facilidad de la esperada. 10-5. Demasiado desnivel, tal y como expresó después Fusto.
igualdad y un suspiro La tercera manga, que a la postre fue definitiva, fue un todo o nada para las dos parejas, que se inclinó por un suspiro y un tanto de Pablo Fusto cuando el marcador revelaba un 9-9 con más pimienta que los jokos anteriores. Tanto el bonaerense como el delantero armintzarra tomaron las riendas y mostraron las trazas de artista. Pablo, más violento, continuó bien, tranquilo, poderoso, y Erik mostró que tiene mucha pala en dos manos muy buenas, con recursos y mordiente. No se separaron los dos duetos en el luminoso en ningún momento y, amarrados en el 9-9, en un palmo, silbaba la vida o la muerte. Fusto y Larrinaga se mantuvieron frescos, dominando el tanto, como todo el partido, y Zubiri e Imanol, inquietos, acabaron pagándolo. La cruz se cebó con los azules, que estuvieron superados y no alcanzaron su nivel en el quinto premio veraniego de Fusto. Rey Midas.
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