bilbao. Después de dos aplazamientos, el último de ellos ciertamente extraño por la petición de la semana extra por parte de Asegarce y no por Álvaro Untoria, llegando a negar el pelotari y su preparador Joaquín Plaza cualquier vínculo con el retraso, por fin el zaguero de Nájera y Jon Jaunarena se encuentran hoy, a partir de las 18.00 horas, en el frontón Labrit de Iruñea, donde se cruzan los dos manistas por el entorchado del Cuatro y Medio de Segunda.

A pesar de contar con la vitola de manistas de nuevo cuño, los dos comparten la alegría del juego a bote y un buen garrote a la hora de castigar en este ámbito. Quizás el de Leitza parta con el sello de favorito por aquello de haberse metido en las tres finales del curso en Segunda, mostrando su versatilidad en todos los ámbitos; sin embargo, el najerino es un zaguero que va muy bien de zurda y visiblemente peligroso. No en vano, hasta su encuentro en el Amazabal de Lei-tza, donde ganó el pelotari local 22-15, Untoria no había conocido la derrota, dejando en la cuneta en cuartos a manistas peligrosos dentro del acotado como Gorka Esteban o Stephane Lemuno y en octavos al vizcaino Iñaki Iza.

"No he podido entrenar, he estado quince días parado y en el primer entrenamiento que hice estaba un poco desencanchado. Aun así, me estoy metiendo otra vez en el papel y la verdad es que estoy con ganas", relata el riojano, quien apostilla que "hace cuatro o cinco días tenía lo del hombro en la mente y con la duda de cómo iba a ir, pero después del entrenamiento del lunes, solté bien el brazo y no tenía molestias, así que por el hombro izquierdo no va a haber excusas ni ningún problema". Y es que desde que acabara la semifinal Untoria ante Jorge Rico, un duelo duro que acabó 19-22, el de Nájera lleva arrastrando muchos problemas. "Él tiene muchos recursos, juega mucho de medio lado, desplaza mucho la pelota, le da mucha velocidad de volea, entra bien de gancho, complementa bien todo: juega bien el Cuatro y Medio y juega bien todas las modalidades y la verdad es que le temo a él, no a nada en particular", declara el riojano además. Y es que, el de Leitza se ha convertido en sus dos años como profesional en una de las estrellas emergentes de la pelota a mano. Aunque le cuesta terminar el tanto y con el gancho no anda muy fino, Jaunarena tiene mimbres de pelotari grande y si gana hoy cuajaría el año perfecto.