Altuna arrasa...
El delantero de Amezketa acabó por la vía rápida con Ander Arandia, incapaz de combatir la fiereza de su adversario
Duración: 20 minutos.
Saques: 3 de Altuna.
Tantos en juego: 14 de Altuna y 1 de Arandia.
Errores: 1 de Arandia.
Marcador: 1-0, 7-1, 8-1 y 18-1.
Botilleros: Xalton Zabala aconsejó desde la silla a su pupilo Jokin Altuna; mientras que Luis Larizgoitia fue el que acompañó a Ander Arandia.
Incidencias: Final del torneo Cafés Baqué cadete, en un frontón Olaburu de Iurreta lleno hasta la bandera.
iurreta. Jokin Altuna tiene trazas de estrella; no en vano, Aspe ya cuenta con él para el futuro y tiene muchas esperanzas puestas en el amezketarra. Así, con estos precedentes, no es de extrañar que ayer se llevara por delante a Ander Arandia en la final cadete del prestigioso torneo Cafés Baqué, después de exhibir un juego de zurda impresionante para su edad, con un besagain demoledor y un saque con el que abrió distancias. De hecho, ni en el peloteo pudo romper el zaguero de Arrankudiaga al guipuzcoano, lid en la que debería andar un poco más flojo el delantero. Artista de la cabeza a los pies, en los dos primeros tantos, duros no, durísimos, con mucho golpe e intención, Jokin cuestionó la diestra del zaguero vizcaino, con la que apenas pudo dominar ni llevar a su terreno al puntillero amezketarra, un pequeño mago con poder y garra.
En ningún momento pudo mostrar Arandia sus virtudes porque no tuvo oportunidad. En cuanto le comió la tostada en los dos primeros tantos largos Altuna, el de Arrankudiaga apenas pudo recomponerse. El guipuzcoano, muy inteligente, buscó la zurda del vizcaino - "con la que anda algo más flojo", según relata Asier Berasaluze, su técnico en la Federación de Bizkaia- en los saques, para que no pudiera quitarle el aire. Apabulló en la pared el de Amezketa al vizcaino, impidiendo que golpeara cómodo y encontrar pelota delante.
Así se adelantó Altuna. Sin embargo, cuando pareció entonarse Arandia con los restos, fue cuando el guipuzcoano sacó a relucir un catálogo de golpes inmenso: cimentado desde una izquierda de campanillas que aplasta, tocada por la varita del caprichoso dios de la pelota. Y arrasó Altuna, quien asomó su garra en todo momento y dejó para la posteridad dos dejadas desde el seis dignas de admiración. Se lanzó a toda velocidad hacia el triunfo y se lo llevó por la vía rápida, sin dejar respirar a un contrincante agobiado desde el primer minuto.
Y Arandia... Bastante tuvo con aguantar el tipo ante uno de los mejores cadetes de toda Euskal Herria. Sí que trató de pegar y de mandar, pero cualquier atisbo de genialidad era apagada sin ambages por el manista rival, sin compasión ninguna, sin ceder ni un centímetro. Quedó penitente Ander, pero no por haber hecho un mal partido; sino porque su contrincante hizo todo perfecto y cada golpe era un mordisco a la yugular del vizcaino, al que todavía le queda un montón de recorrido y mucho por crecer. El lado positivo fue que el arrankudiagarra siguió mostrando una derecha consistente y a la que le da mucha velocidad; pero con la que tiene que seguir trabajando. Al final, Jokin Altuna se llevó la txapela con claridad y justicia, después de deslumbrar a cada paso, a cada golpe, a cada movimiento.
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