Una txapela y un pañuelo

bilbao. Una txapela y un pañuelo del Baztan anudados a catorce años de carrera, casi quince, para un Iñaki Otxandorena homenajeado ayer en el Labrit de Iruñea ante los suyos, ante los que siempre estuvieron a su lado. "Estoy muy agradecido, esto es muy bonito. Me voy quedándome con lo bueno y con los amigos que he hecho en el mundo de la pelota", relataba el zaguero de Asegarce al término de su último duelo, que acabó con derrota. Terminó 13-22 junto a Ekaitz Saralegi ante Jorge Rico e Iñaki Iza; aunque el resultado fue lo de menos.

Relataba a DEIA el zaguero navarro en los días previos a su despedida que "no estaba nervioso". Sin embargo, con su hija Olaia, de tres años, en brazos y todo Mugaire en las gradas no fue fácil disfrutar. La cancha iruindarra estuvo en todo momento apoyando al manista de Asegarce, hasta levantarse al final con un homenaje sonoro y ensordecedor que enalteció su labor de zaguero todoterreno y con mucha gasolina y oficio.

Iñaki Otxandorena hizo su debut en 1998 en el Municipal de Santo Domingo, de la mano de la génesis de Aspe. El vizcaino Pablo Berasaluze, Aimar Olaizola, Patxi Ruiz o Abel Barriola debutaron ese año, una generación de pelotaris de muchos quilates.

victoria fácil de oinatz-Begino Por otro lado, en el estelar, Oinatz Bengoetxea, flamante finalista del Cuatro y Medio de Primera, venció sin apenas oposición en un partido planteado como un entrenamiento. Se unió el leitzarra a Aritz Begino para apabullar a Asier Olaizola y Alexis Apraiz (10-22). Al final fue notable la diferencia de caballaje entre las dos parejas y quedó patente lo bien que está conjugándose Oinatz con el zaguero de Autza.

Por otro lado, el manista navarro tiene planeado ir a entrenarse el martes al Ogueta de Gasteiz para el importantísimo duelo del próximo domingo.