Con la delicadeza del violinista
Mikel Urrutikoetxea, abanderado con su saque, fulmina a un Zubieta que empezó dubitativo
ZUBIETA 12-22 URRUTIKOETXEA
Duración 41 minutos. 8 de juego real.
Saques 3 de Zubieta y 9 de Urrutikoetxea.
Pelotazos 191 pelotazos a buena.
Tantos en juego 5 de Zubieta y 7 de Urrutikoetxea.
Errores 6 de Zubieta y 4 de Urrutikoetxea.
Marcador 0-5, 2-5, 2-9, 3-9, 3-10, 5-10, 5-12, 6-12, 9-12, 10-14, 12-14 y 12-22.
Incidencias Media entrada en el Astelena de Eibar. El dinero se cantó 100 a 60 por el zaguero de Etxarri-Aranatz.
Eibar. Pundonor y coraje mostró ayer Mikel Urrutikoetxea en el Astelena de Eibar. Su andamiaje, comparado con el de su adversario Aitor Zubieta, parecía el de un juvenil. Demasiado delgado frente al músculo del de Etxarri-Aranatz. Sin embargo, el zaratamoztarra, revestido de teflón, sacó a relucir una palanca fibrosa, con nervio, que avasalló a su contrincante cuando el duelo parecía coger ritmo para el zaguero. El vizcaino, armado con su saque, labró tantos de violinista en la cuerda floja, dulces, arriesgados, trabajados, suaves, sin estridentes notas. Funambulista de la música. Artista del golpeo. Si bien el zaratamoztarra, como bien explicó tras finalizar el duelo, comenzó "un poco nervioso". Su estancia en la cancha, destripada como un concierto, como un recital, como una ópera dirigida con acierto, fue destacada desde el inicio. Su saque era una obertura brutal, su resto, un preludio hercúleo; su defensa, un intermezzo de grado máximo, y su remate, un acto final en grado superlativo. Asimismo, Zubieta, desarmado en su mejor lid: el resto de saque, moría por la impaciencia. Una falta le ayudaba a acercarse al precipicio. Demasiado músculo. Mientras, Urrutikoetxea se afanaba en seguir tocando su violín, su concierto, mientras cantaba el cuero contra el frontis.
Cuando la tacada de cinco se dibujaba en el luminoso, Zubieta, excluido del espectáculo de Urrutikoetxea, comenzaba a encontrar su ritmo. Personal, basado en la rabia, fundamentado en el dolor, argumentado en el sacrificio. Fue así, cuando su estruendo consiguió acallar la música de su contrincante. Un saque, un gancho, una cortada; mientras, los cartones seguían engordando la cuenta del zaratamoztarra, que no se cortó un pelo a la hora de entrar en un combate cuerpo a cuerpo. Las distancias le favorecían y Zubieta necesitaba mucho para acallar sus notas.
Los abismos entre ambos, dejaban ver un horizonte más azul que colorado; sin embargo, el de Etxarri-Aranatz se empeñaba en aguar el recital de Urrutikoetxea, que callaba y tocaba.
Con el 12-14, tras una reacción del zaguero que crispaba el ambiente, Zubieta se pasó de revoluciones y acabó su remontada con una falta que dio la vuelta a la tortilla. Mikel, delicado pero con mordiente, sacó a pasear de nuevo su saque para desmontar las defensa de su contrincante. Dos seguidos. Después una dejada al txoko, deliciosa; tras ella, una cortada al ancho y así hasta finiquitar un encuentro cruel para el de Etxarri-Aranatz, que pese a forzar a tope la máquina, cedió con el resto todo su poderío.
Por contra, Mikel Urrutikoetxea, con una pose tranquila y sin excesivas florituras, se llevó el gato al agua en el Astelena de Eibar con la delicadeza del violinista.
Próximo duelo, el viernes El zaratamoztarra se enfrentará en la próxima jornada a Iñigo Díaz en Balmaseda el viernes, a partir de las 23.00 horas. Si el vizcaino se impone al delantero iruindarra tendrá en cuartos a Sébastien Gonzalez, actual campeón de la jaula.
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