Xala: "La próxima vez le daré más guerra"

gasteiz. Se sentó en la mesa de la sala de prensa y miró a los presentes con cara pícara, sonriendo, como ese niño de apariencia tranquila que sabe que ha estado a punto de liarla. Yves Xala sabía que había puesto toda la carne en el asador, no había una sola fórmula en su cabeza que no hubiese intentado poner en práctica para superar a Juan Martínez de Irujo. Sólo le quedaba el consuelo de saber que volverá a tener una oportunidad: "La próxima vez le daré más guerra".

La derrota escocía un poco más al saber que los primeros compases le fueron favorables. Empezar una final del Manomanista con una ventaja de 0-4 es una sensación que pocos pelotaris pueden experimentar. "Estaba bien metido en el partido, empecé muy bien. Pero poco a poco él se ha metido también y ha conseguido cruzar la pelota". En su cabeza le dolía esa idea. Las pelotas cruzadas de Irujo le impedían jugar con sus voleas de derecha, su arma preferida. "He perdido mi juego. Tenía que haber salido más con la derecha y luego, encima, me ha hecho varios tantos de saque, con lo que ha cogido ventaja y se ha ido en el marcador", explicaba Xala.

El de Iparralde destacó la dureza de la final, del juego que se vio en la cancha y lo que influyó "el peso que coge la pelota en este frontón". Pero nada de eso le hizo esconder cuál era el motivo del resultado: "Juan hoy ha sido superior a mí, se merece totalmente la victoria". A Xala le atormentará varios días la frustración que supone dar lo mejor de uno mismo y ver que no se obtiene premio alguno. Él intentaba voleas, dejadas y ganchos, pero el de Ibero dio un recital de juego defensivo: "Él llegaba a todas, fue superior a mí, jugó más que yo. Tácticamente ha leído el partido mejor que yo y ha sido superior a mí. Sabía cómo hacerme daño en la pared".

A pesar de empezar con ese inesperado 0-4, el de Lekuine vio como Irujo "se fue metiendo poco a poco e el partido y me ha dominado". Para el subcampeón, una de las mejores bazas utilizadas por su contrincante fue el golpeo contundente a la mitad de la pared: "Le ha dado muy bien , con mucha violencia a medio frontis y me ha hecho mucho daño". Episodios como el de ayer hacen que Xala absorba más experiencia. A pesar de ser ya un pelotari consagrado, con dos finales consecutivas y en su madurez de juego, el propio Yves afirmaba humildemente que "se aprende todos los días", aunque sea de una amarga derrota.

La constante entrega del navarro llegaba a ser cansina. Xala no encontraba un solo punto débil por el que atacar a Irujo y lo intentó de todas las maneras posibles. Daba igual que le hiciese ir hasta el fondo del Ogueta para luego hacerle una dejada en el uno que Juan llegaba para restarla. "Casi hacía tanto y él llegaba sorprendiendo. Eso me lo ha hecho dos o tres veces, como en el último tanto, que pensaba que lo había ganado yo con la dejada y luego ha llegado para hacer tanto", se lamentaba Yves. Esa cruda realidad le obligaba a sacar una triste y sencilla conclusión: "Con Juan, hasta que no haces el tanto, hay que seguir. Es un gran pelotari y me ha hecho ver que todavía tengo mucho trabajo". Es la promesa de un pelotari que no se conforma con lo conseguido, que busca la constante evolución.