Valderrama pone a prueba a Jon Rahm

Jugar en Valderrama siempre es un desafío y este año lo volverá a ser para Jon Rahm, que llega a la décima cita del LIV Golf necesitado de victorias para tratar de repetir el triunfo individual que logró el año pasado. Además, la parada en el prestigioso campo gaditano llega antes de The Open, que es uno de los grandes objetivos del golfista de Barrika para lo que queda de año. Por eso, a Rahm le habría gustado tener una semana libre para poder jugar en Royal Portrush, pero como no va a poder ser intentará aprovechar todo lo que pueda para pulir su juego y darse alguna opción el domingo, algo que le ha faltado hasta ahora.

El gran enemigo en Valderrama es el viento “y en eso se puede parecer a un links. Pero en los links no hay árboles y eso lo cambia todo esta semana. Sin embargo, sí puede ayudar a aprender a jugar con el viento y puede ayudar a preparar The Open. Pero el clima, la temperatura, el tipo de hierba, no tienen nada que ver”, explica Rahm, que siempre se exige “lo máximo” cada vez que sale a un campo. Pero también asegura que “jugar al golf para mí es una pasión, no creo que pueda llegar el momento en esta vida en el que algún día sea como un trabajo”. “Me apasiona, me encanta y cada vez que voy al campo lo hago con mucha alegría”, comentó el vizcaino ayer en un encuentro con niños y niñas en Valderrama.

Rahm saldrá hoy junto a Sergio García, vencedor el año pasado y otras dos veces en 2018 y 2019 y el jugador del LIV que mejor conoce Valderrama, y Patrick Reed, que se impuso en la anterior cita en Dallas. El barrikoztarra estuvo el año pasado cerca del triunfo y también rozó la victoria cuando el campo gaditano pertenecía al DP World Tour. Ganar esta semana en un campo complicado podría dar un giro a su temporada, como ocurrió hace un año por estas fechas, y sobre todo sería un golpe en la mesa mirando un poco más allá, a esa Ryder Cup en la que Jon Rahm no tiene asegurada su presencia, aunque nadie duda que estará en Bethpage. Pero las victorias suponen el mejor salvoconducto cuando la decisión depende de otros, en este caso de Luke Donald.