Jon Rahm volvió al LIV Golf donde lo dejó hace seis meses y ocupa un puesto entre los diez primeros tras la primera jornada del torneo que abre el curso en Riad. La experiencia de jugar de noche y con luz artificial resultó satisfactoria desde el punto de vista visual ya que, pese a que los greenes no estaban en muy buen estado, el campo resulta bastante amable y propicio para hacer resultados bajos. Ayer fue un festival de birdies y no parece que la tónica vaya a cambiar. El golfista de Barrika firmó cinco golpes bajo par, que le sitúan a cinco del polaco Adrian Meronk, que estuvo muy inspirado y apenas cometió errores hasta lograr diez birdies.

El último ganador del circuito saudí solo tuvo un fallo importante, que fue en el hoyo 7 cuando se le fue la mano en un putt para birdie y se dejó uno de vuelta que no pudo convertir y le llevó al único bogey del día. En el resto de su vuelta, Rahm mantuvo el control, con algún momento de suerte y otros golpes brillantes, y selló seis birdies que le dejan con buenas expectativas para las dos jornadas que quedan por delante en el desierto. “Ha sido una buena vuelta de golf. Creo que ha estado bien con el drive y me he dejado bastantes oportunidades, aunque con los wedges aún puedo apretar más en este campo. He cometido algún error que espero no repetir”, comentó tras su primera vuelta del año en el LIV.

Su buen rendimiento se vio acompañado por el del resto del Legión XIII, que encabeza la clasificación por equipos con veinticuatro golpes bajo par y siete de ventaja en el primer torneo en el que cuentan todos los golpes de los jugadores durante las tres jornadas. “Tenemos un equipo con mucho talento y hoy todos lo hemos hecho muy bien. Si me llegas a decir que cinco bajo par es el peor resultado del día entre nosotros no te hubiese creído porque al final, siendo una situación tan diferente a la que estamos acostumbrados, pensaba que alguno podía fallar”, añadió para la web de Marca.

El impacto de McKibbin

Especialmente brillante fue el comportamiento de Tom McKibbin, el novato norirlandés de 22 años que acabó el día en el segundo puesto. “Es que es muy bueno. Le he visto estos días y no falla un golpe. Siento que hemos robado a un jugador de tanto nivel, que es tan joven aún que va a tener tiempo de demostrar lo bueno que es”, le alabó el capitán del equipo que parte como gran favorito al triunfo final en su segundo año en el LIV.