El rugby vizcaino demostró ayer que merece tener un representante en División de Honor. Al menos por intensidad y descaro. Universitario Bilbao y Getxo protagonizaron un derbi apasionante en el polideportivo Errekalde. De los que se disfrutan sobre el césped y desde la grada. Y, aunque finalmente cayó del lado getxotarra (14-20), el encuentro fue tan espectacular como igualado. De hecho, en El Fango, la ermita del oval, se encontraron dos conjuntos que pugnan por acceder al play-off de ascenso a la máxima categoría. Dos equipos que, encuadrados en el grupo élite de Honor B, quieren estar entre los cuatro primeros clasificados al final de la segunda fase. En ese objetivo más necesitado llegaba el Getxo, puesto que en su haber solo tenía un bonus defensivo tras su derrota ante el Valencia (14-16). Por contra, el Universitario arribaba al derbi con el subidón de haberle ganado al Zarautz (10-27) en Asti.

Sin embargo, ya avisó el técnico de los bilbainos, Mario Barandiarán, que el rival era “mucho más equipo” de lo que había demostrado en la primera jornada. “Un león herido”. Y el Getxo le dio la razón nada más empezar, con un golpe de castigo que pasaba entre palos Zubeldia. Sin embargo, cuatro minutos después, el Universitario cogía el dominio del marcador con un ensayo de Zorrozua y la posterior transformación de Mansilla tras una gran cabalgada de este último. Con el 7-3 en el luminoso, los bilbainos se quedaban con uno menos por la amarilla a Eneko García; pero a pesar de ello, los de Barandiarán consiguieron en inferioridad un nuevo ensayo, de nuevo materializado por Zorrozua y de nuevo transformado y provocado por Mansilla.

El 14-3 presagiaba un plácido partido para el Universitario, pero apenas era el minuto 23 y, tres después y aún en superioridad, el Getxo se metió de nuevo en el encuentro gracias a una buena jugada de Cooper. El zaguero aurinegro robó y rompió líneas para ceder a Peio Arrate, que ensayó por la banda derecha. Zubeldia transformó para poner el 14-10 con el que se llegó al descanso.

En la segunda mitad fue mejor el Getxo, sobre todo por culpa de un Cooper que rozó la excelencia. Así, los visitantes consiguieron dos ensayos, en las manos de Arrate y Calvo, después de que Cooper encontrara el hueco en la defensa del Universitario y le hiciera un auténtico roto en dos buenísimos cambios de ritmo. Después, los nervios de unos por remontar y de otros por mantener el resultado se dejaron ver en las pérdidas de oval. Getxo y Universitario quisieron mantener el ritmo altísimo hasta el final, pero 80 minutos de un derbi vizcaino son muchos minutos.