Jon Rahm entregó su corona del DP World Tour Championship, pero lo hizo tras luchar hasta el final por reducir la distancia de cinco golpes que le separaba del liderato en su última ronda de golf del año. El barrikoztarra cerró su quinto paso por Dubái con una vuelta de seis bajo par para un total de -17 y un quinto puesto, empatado con Matthieu Pavon y Thriston Lawrence, que es su peor posición en todos estos años en el desierto del Emirato. El ganador fue Nicolai Hojgaard, que a sus 22 años logró su primer triunfo en las Rolex Series y tercero en el circuito europeo con la mejor vuelta del día: 64 golpes. Una de las felicitaciones más efusivas que recibió el joven nórdico fue, precisamente, de Rahm, que fue pareja en el debut de Hojgaard en la Ryder Cup. Además, el vizcaino jugó ayer con Rasmus, hermano gemelo de Nicolai.

El golfista de Barrika podrá lamentar su vuelta de par del primer día que le rezagó demasiado en un campo que ha estado muy propicio para hacerle birdies. O los dos bogeys con los que cerró sus vueltas segunda y tercera o el tripateo de ayer en el hoyo 2, un par 5, que le costó su único bogey cuando necesitaba un arranque poderoso. Todo es golf, al final. Luego, hizo birdies en el 7 y el 8, en el 10 y tres seguidos entre el 13 y el 15 que le daban alguna opción si era capaz de protagonizar un gran final. No lo logró y la bola que mandó en el 18, cuando ya jugaba al todo por el todo en busca del mejor resultado en la casa club para meter presión a los líderes, quedó como una anécdota en otra semana en la que firma otro Top 10, que ya son 93 en 175 torneos puntuables para el ranking mundial.

“Cada día he ido a mejor, sobre todo el fin de semana, pero hoy sobre todo al principio de la vuelta no ha querido entrar ningún putt. Entiendo que los españoles queréis que llegue más lejos, pero no se puede hablar de mala suerte, el golf siempre te iguala”, comentó Jon Rahm a la web especializada Ten Golf. El barrikoztarra añadió que fue “uno de esos días donde todo salió como yo quería o casi. Al final, es aquello que metes un putt y cambia la dinámica. Pero he jugado un buen golf y ha sido divertido. Ha habido un momento que he pensado, hay que llegar a -20 y a ver si hay suerte... Es una pena cómo terminé el primer día, con dos bogeys”, reconoció el de Barrika, que bajó al tercer puesto final de la Race to Dubai.

Al final, el torneo del desierto certificó, algo que ya sabía antes de empezar, la quinta victoria de Rory McIlroy en el circuito, a una de Seve Ballesteros y a dos de Colin Montgomerie. La última jornada repartió también las diez tarjetas para el PGA Tour a usar en algunos torneos del nivel medio. Una de ellas fue para el extremeño Jorge Campillo, mientras que Adrián Otaegui no pudo llegar a ellas pese a que en la última jornada firmó una gran vuelta de seis bajo par, que también estuvo entre las mejores del día para un decimooctavo puesto. El donostiarra ha completado un buen año y se ha consolidado entre los 50 mejores del circuito europeo.