Jon Rahm mejoró en la segunda jornada del BMW PGA Championship de Wentworth, pero no parece que lo suficiente para aspirar al triunfo final hoy porque el recorte de una vuelta por le fallecimiento de la reina Isabel II reduce el margen de maniobra. El golfista de Barrika firmó ayer una vuelta bastante buena con cuatro bajo par gracias a seis birdies y solo un hoyo malo, el 5, que le costó un doble-bogey. Incluso se le escaparon varias oportunidades de recortar aún más golpes en putts que le hicieron la corbata y pasaron muy cerca del agujero. Al final del día, estaba a seis golpes de los líderes nórdicos, el danés Soren Kjeldsen y el noruego Viktor Hovland, y con muchos jugadores por medio.

Durante la primera mitad de su recorrido, Rahm alternó dos birdies con ese doble-bogey y se movió durante un par de horas al filo de la línea de corte, que se hizo más exigente con el paso del día. Sin embargo, a partir del hoyo 10 su juego ganó en precisión y con dos birdies seguidos en el 11 y el 12 alejó el peligro y con otro en el 14 pudo pensar en logros más importantes. Cerró con otro birdie en el 18 para meterse en el Top 35 provisional del emblemático torneo inglés. En la segunda ronda, destacó el 10 bajo de Min Hoo Lee y el -8 de Kjeldsen, un veterano de 47 años que no quiere decir aún su última palabra.

El donostiarra Adrian Otaegui tuvo una gran jornada en Wentworth y emtregó una tarjeta de siete golpes bajo par que le deja con -10 igualado en el sexto puesto y a dos golpes del liderato antes de la ronda decisiva.

Por otro lado, ayer se conoció que Scottie Scheffler, actual número 1 del mundo, ha sido elegido el jugador del año en el PGA Tour.