El golf trata de avanzar en medio de la tempestad generada por la aparición del LIV Golf saudí y ha recalado en las islas británicas para las dos semanas de este 2022 que nadie quería perderse. Esta semana se disputa en el Renaissance Club el Scottish Open, torneo que por primera vez otorga puntos para el circuito europeo y el estadounidense, y la próxima llega la esperadísima cita de The Open, que en su 150 edición se celebrará en el mítico Saint Andrews y eso en el golf son palabras mayores.

Jon Rahm, evidentemente, no faltará a ambos acontecimientos, como tampoco casi todos los mejores jugadores del mundo, incluído Tiger Woods, que ya están en Europa para inspeccionar el terreno. Antes, en dos jornadas ayer lunes y hoy martes, tiene lugar en Irlanda el JP McManus Pro-Am, un prestigioso evento solidario, normalmente quinquenal, que no se celebraba desde 2010 y a cuyo reclamo han acudido las grandes figuras de este deporte, los comprometidos con ambos circuitos y algunos de los llamados rebeldes que han removido el ecosistema. Los profesionales se mezclan con aficionados famosos, entre los que en esta edición están, por ejemplo, Kenny Dalglish, John Terry, Andriy Sevchenko, Harry Redknapp y el inevitable en estos casos Bill Murray.

La cita tiene lugar en el Adare Manor, el escenario que albergará la Ryder Cup de 2027, por lo que no está de más echarle un vistazo, aunque Rahm ya advirtió ayer al multimillonario John Patrick McManus, que fue máximo propietario del Manchester United y ahora es dueño del torneo y del complejo de Adare Manor, de que “tendrá que retocar el campo para que no favorezca tanto a los americanos”. Rahm, dos veces ganador del Irish Open, se siente muy querido en Irlanda y disfruta de esos parajes y esos campos que tanto le recuerdan a Euskadi.

Ayer lunes, en el esfuerzo individual, firmó una vuelta de uno sobre par. En lo colectivo, su equipo, con el nombre de PGA Catalunya y que incluye a Brian Evans, un exprofesional de 70 años, acabó segundo a tres golpes de Rory McIlroy y los tres hijos de McManus. Aunque para todos solo se trató de engrasar en condiciones similares la maquinaria de cara a los dos torneos oficiales en Escocia, la cuna del golf, que pueden marcar la temporada y la carrera de muchos jugadores.