Segundos Fuera
Kerman Lejarraga y Andoni Gago apuran en un entrenamiento público en Max center sus últimos días antes de la velada del sábado en miribilla
Barakaldo - “Va a ser una velada inolvidable”, dice Iñigo Herbosa, matchmaker de MGZ Promotions. La ocasión lo merece. La gran noche. Bilbao se desperezará el sábado con dos cinturones europeos en ciernes y la posibilidad de que se queden a vivir en Bizkaia. El despertar del domingo puede ser de oro. El Bilbao Arena de Miribilla pedirá cuentas a los gladiadores. Al pueblo le va la marcha. La gente quiere emoción. La primera píldora se concedió ayer en la Plaza Central del Centro Comercial Max Center de Barakaldo, donde se encontraron Kerman Lejarraga y Bradley Skeete, Andoni Gago y Geoffrey dos Santos, Violeta González, Jon Míguez, Ieltxu Lahuerta y Yerzhan Zalilov, entre otros. Una tarde especial en el prólogo del vino y las rosas, del Reflex y el esparadrapo. El entrenamiento público propuesto por la promotora bilbaina, en el que los boxeadores de los primeros combates de la velada del sábado estuvieron dando buena muestra de sus armas, causó impresión entre los curiosos y los aficionados al noble arte. El ensogado de Barakaldo comienza a calentar una cita que pinta histórica. Hay hambre de cinturón, de llenar el buche de perfume. Al cuadrilátero le cruje el estómago con ganas de gloria.
A El Revólver, en busca del título de Europa wélter, y a El Machito, aspirante al de la Unión Europea pluma, también. “Solo pensamos en comer y beber”, bromean. Los boxeadores, a dos días de citarse con la báscula -el pesaje oficial será mañana en la Sala Berria del Palacio Euskalduna-, mostraron los ángulos del cuerpo. Todo piel y huesos, tanto Kerman como Andoni muestran todo su “respeto” a sus contendientes y valoran de modo positivo volver a pleitear en la misma velada. Desde 2015 no se daba tal circunstancia. Hace mucho tiempo ya. El boxeo olvida rápido. Desgrana el bravo púgil de Morga que han programado la pelea para “los doce asaltos. Iré con todo”. No le han afectado el mes que se pospuso la velada por el corte en el párpado. “Mejoramos el entrenamiento”, afirma. Por su parte, el de Otxarkoaga recita que “pelearé junto al gran Revólver”. “Espero un combate duro, pero vamos a hacer nuestro boxeo. Iré a fuego”, considera el bilbaino, desfibrilador de la modalidad, quien añade que “con el apoyo de mi gente siempre me vengo arriba, me llevan en volandas. Tened seguro que los cinturones se van a quedar en Bilbao”. Por de pronto, Gago no pone cerrojos a la cita ante el francés Dos Santos en Miribilla. “Esto es boxeo. Saldrá lo que tenga que salir. Vamos a demostrar lo que hemos entrenado”, argumenta.
En mitad del ring, que se montó ayer en dos horas y se desmontó en otras dos para alojarse en el Bilbao Arena, Bradley Skeete parecía de cera. El británico es un tallo y no parece que le afecte la pérdida de peso. Se mostró cauto ante las declaraciones de su entrenador, quien dijo que Súper iba a cortar a Kerman como una sandía. “No había intención de faltar al respeto. Tengo mucho respeto a Lejarraga. Forma parte del juego del boxeo. Hay que darle ambiente”, define el de Tooting. El que gane podría entrar en la pugna por el mundial WBA ante el ganador del combate entre Matthysse y Pacquiao. Mucha tela. Segundos fuera.