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La némesis de Márquez

Dovizioso, máximo rival del campeón en 2017, estrena el curso ratificando con victoria su condición de principal amenaza del catalán, segundo por 27 milésimas

La némesis de MárquezFoto: AFP

bilbao - Marc Márquez, segundo en el punto de partida, advertía que el piloto más rápido de cara al Gran Premio de Catar, que abre las puertas del Campeonato del Mundo de MotoGP -el más largo de la historia con 19 pruebas-, no se afincaba en la primera fila de la parrilla de salida. Aludía a Andrea Dovizioso, su némesis en 2017, su sombra vista la conclusión, pero digna competencia, incluso desbordando las expectativas que contemplaba de inicio el italiano y su Ducati, que veían en el desembarco de Jorge Lorenzo la llegada del nuevo jerarca de la fábrica. Pero el mallorquín sigue alejado de semejante vitola. Ayer sumó una caída nada más rebasar el ecuador de la carrera, cuando rodaba en novena posición, a disgusto como está. Definitivamente, la Ducati correrá lo que sea -ayer la de Dovi registró la velocidad máxima, superior a los 350 kilómetros por hora-, pero cualquiera no la convierte en máquina ganadora. No lo hizo Valentino Rossi, no lo logra Lorenzo.

Las palabras de Márquez eran estratégicas: evadían la responsabilidad del vigente campeón, de quien se espera que defienda su condición, y la vertían sobre Dovi, señalado como principal amenaza, al menos en estos albores de 2018. Pero ese trasvase de presión no conmovió a Dovi el año pasado, y tampoco ayer, donde el gélido italiano dio continuidad a su proceso de fabricación de un campeón. Quizás nunca lo sea, lo cual es probable al coincidir en la Era Márquez, pero su papel en el motociclismo es encomiable porque nadie le creyó capaz de estar donde está, a sus 31 años, cuando generalmente los deportistas enfocan hacia la jubilación.

Dovi es el ejemplo para las escuelas que cocinan pilotos, porque lo de Márquez es de otro mundo; Dovi es distinto: se ha remozado con paso del tiempo, con esfuerzo, paciencia y chorros de confianza, la que nadie depositó en él. De ahí el reconocimiento a su rol en fechas contemporáneas.

La cita inaugural se corrió al antojo de Dovi, gestor de oportunidades, urdidor de la trama. “Ha sido la carrera perfecta”, señaló. Ese arte de adaptarse al contexto hasta transformarlo a su conveniencia fue el que plasmó el de Forlimpopoli. Dovi fue consecuente con su mala salida. Desde la quinta pintura de la parrilla, descendió al séptimo lugar. Entonces inició, inmune a la ansiedad, su lenta pero segura remontada. Paso firme. En esos compases del amanecer era el poleman Johann Zarco el mascarón de proa de MotoGP. Le secundaban el atento Márquez y el eterno Rossi, llegado desde la octava plaza de salida, para conformar un colectivo destacado de ocho pilotos. En ellos viajaba el podio completo de la cita de Losail.

El ímpetu de Zarco le pasó factura en las postrimerías. No economizó energías ni prestaciones. Se entregó al máximo, como si no hubiera un mañana, y acabaría firmando la octava posición. Los rebufos condenaban al francés, brillante a pesar de todo. Se desvaneció a cinco abrazos para el desenlace. Corrió sin táctica, con el corazón en la mano. Pero dará que hablar en 2018 después de ser el mejor debutante el curso anterior, cuando descubrió al mundo de lo que es capaz en la categoría reina.

Mientras, Dovi tardó cinco vueltas en iniciar su prudente escalada. Cuando se alcanzaba la mitad de una carrera de 22 vueltas, rodaba en la segunda posición, instalado en el rebufo del brioso Zarco, agitador de carreras. En ese segundo puesto, Dovi calculó con trazo templado su siguiente maniobra: dejó correr las vueltas hasta que restaban cinco para ver la bandera ajedrezada. Entonces sacó la corneta. Acción. En un salto dual como coreografiado, Dovi brincó hasta el liderato a la par que Márquez se alojaba detrás suyo. Descendía el voluntarioso Zarco. Desde ese momento, el ritmo lo orquestaba Dovi, que cercenó el grupo de cabeza. Causó la fuga. Rossi, tercero a esas alturas, rechinó sus dientes: “Cuando Dovi se puso delante di el 120% para alejarme del resto y mantenerme en el podio”. Dovi exilió a Il Dottore de la lucha por la victoria.

duelo Dovizioso-Márquez De este modo, con Dovi y Márquez en un palmo, se dio paso a la vuelta definitiva. Dos pilotos opositaban al triunfo. Dovi, que había asumido las riendas de la carrera, no especuló. Emprendió los metros finales conservando el liderato, tratando de espantar de su rebufo a Márquez, que patinaba en las curvas tratando de sostener la vertiginosidad del piloto transalpino. La estabilidad se la concedían al de Cervera sus rodillas y codos, su entrenamiento en el dirt track.

Al enfrentar el último ángulo, curva 16, Márquez, que nunca defrauda a la parroquia con su insaciable personalidad, aplazó la frenada y atacó por el interior. “Es la primera carrera, el espectáculo debe comenzar”, expresaría a la postre sobre su apuesta, asegurando además que “he intentado todo”. Su filosofía es una bendición para el graderío.

Pero Dovi ya le había invitado a cometer el exceso y se adelantó a las consecuencias. Márquez cazó el liderato pero se fue largo en la apurada de frenada; Dovi, que permanecía encarrilado en la trazada óptima, redirigió su Ducati hacia el interior de la curva, pisando el piano, y levantó su máquina para enfilar la recta de meta anticipándose al catalán. La maniobra le concedió un breve margen para acelerar sin que lo pudiera hacer Márquez, aún inclinado, y este vio cómo se le escapaba un ajustado duelo, decidido por 27 milésimas. La entrega de potencia de la Ducati hizo inofensiva a la Honda. Dovi explotó sus armas. Cauto como es, humilde su palmarés para estar donde está -y así se muestra-, se enorgulleció de una gesta al alcance de pocos: “He sido capaz de volver a batir a Márquez”. Rossi fue tercero. Tres marcas en el cajón. Bienvenido un 2018 que augura grata competencia; Márquez tiene su némesis. Además de lo acontecido, es ejemplo ver a Crutchlow (4º) o Petrucci (5º) ante Viñales (6º) o Pedrosa (7º).

gran premio de catar

Andrea Dovizioso (Ducati)42:34,654

Marc Márquez (Honda)a 0,027

Valentino Rossi (Yamaha)a 0,797

4. Cal Crutchlow (Honda) a 2,881

5. Danilo Petrucci (Ducati) a 3,821

6. Maverick Viñales (Yamaha)a 3,888

7. Dani Pedrosa (Honda) a 4,621

8. Johann Zarco (Yamaha) a 7,112

9. Andrea Iannone (Suzuki) a 12,957

10. Jack Miller (Ducati) a 14,594

1. Francesco Bagnaia (Kalex)40:19,802

2. Lorenzo Baldasarri (Kalex) a 0,112

3. Alex Márquez (Kalex) a 5,625

4. Mattia Pasini (Kalex) a 6,657

5. Miguel Oliveira (KTM) a 10,296

1. Jorge Martín (Honda) 38:18,207

2. Arón Canet (Honda) a 0,023

3. L. Dalla Porta (Honda) a 6,746

4. Niccolo Antonelli (Honda) a 6,791

5. Gabriel Rodrigo (KTM) a 6,850