bilbao - A falta de dos carreras para cerrar el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, Lewis Hamilton se proclamó campeón en el escenario del Gran Premio de México. El piloto de Stevenage, a sus 32 años, sumó así su cuarto título mundial (2008, 2014, 2015 y 2017), igualando a leyendas del automovilismo como el francés Alain Prost y el alemán Sebastian Vettel, y solamente superado en la historia de la F-1 por el argentino Juan Manuel Fangio (5) y el alemán Michael Schumacher (7). Un peldaño más de su escalada profesional, tan distinta en sus orígenes, pero siempre dotada de fuerte personalidad.
Cuando Hamilton contaba con apenas seis años gozó de su primer vehículo de cuatro ruedas en propiedad, un kart obsequiado bajo la promesa de rendir en los estudios, disciplina que compaginó con el kárate, método de defensa para enfrentar el acoso de patio escolar. Y es que su infancia no fue idílica. Sus progenitores se separaron cuando contaba con 2 eneros. Entonces pasó a vivir con su madre, Carmen Larbalestier, y sus hermanastras, Nicola y Samantha, hasta los 12 años. Entonces se mudó a casa de su padre y futuro mánager, Anthony Hamilton, su madrastra, Linda, y su hermanastro, Nicolás, con parálisis cerebral y habitual en los garajes del equipo de Lewis. Una familia sin opulencia, a diferencia de muchos de los grandes pilotos que han alcanzado la F-1, un coto generalmente abierto para personas con entornos onerosos.
Con 10 años, el joven inglés tuvo la fortuna de conocer a Ron Dennis, quien aquel día realizó una promesa que cumpliría en 1998, cuando reclutó a Lewis para correr en McLaren dentro del programa de jóvenes pilotos de la escudería. “Hola. Soy Lewis Hamilton. He ganado el Campeonato Británico y un día quiero pilotar uno de tus coches”, pronunció el bisoño al presentarse, descarado como es, irreverente como demostró recientemente al burlarse del presidente Donald Trump motivado por la defensa de los derechos de los afroamericanos. El contacto clave se había establecido. “Llámame dentro de nueve años”, respondió Ron, que solo tres años después descolgó el teléfono para reclutar al chaval.
Los éxitos en la Fórmula Renault 2.0 (campeón en 2003) de Gran Bretaña y en la GP2 (campeón en 2006) dieron sentido a la apuesta de Dennis. En 2007 se abrió la puerta de la F-1 para Hamilton. Ahí comenzó la carrera de uno de los pilotos más fructíferos del automovilismo. El segundo con más victorias (62), al que únicamente deja a su rebufo Michael Schumacher (91) y el que más poles ha amasado (72), superando en este apartado la excelencia del propio Schumacher (68).
En el estreno de 2007 conquistó cuatro carreras, discutió y superó (acabó 2º) a su compañero y bicampeón Fernando Alonso. Desde entonces y durante las 12 campañas que acumula a bordo del Gran Circo, su sendero ha estrado decorado de laureles: cada año ha ganado al menos una prueba. Lo que ningún otro piloto ha logrado en la memoria de la F-1.
En 2008 Dennis siguió frotándose las manos, porque en el segundo curso de Hamilton en la mayor competición de coches festejó su primer título, con el McLaren que su padrino le auguró. El maridaje del piloto y la escudería era el orgullo de Gran Bretaña, meca del automovilismo que contemplaba al primer campeón negro de la F-1. Pero que criticó la decisión de Lewis de desembarcar en 2013 en Mercedes, un monoplaza que no terminaba de cuajar brillantes resultados ni con Schumacher al volante.
Sin embargo, en 2014, con la entrada en vigor de una nueva reglamentación, uno de los cambios más notorios de la F-1, la introducción de motores V6 Turbo, el papel de Mercedes pasó a ser hegemónico. Hamilton correspondió con sus manos al cambio de ciclo, dejando atrás el legado de Red Bull y los cuatro títulos seguidos de Sebastian Vettel, y se subió de nuevo al trono en 2014, para seguir apoltronado en él en 2015. Su autoridad al volante es indiscutible; su trascendencia fuera de los circuitos fue elevada al altar de las grandes estrellas del mundo del deporte.
personalidad excéntrica Acompañado por la excentricidad, Hamilton fue plagando su cuerpo de tatuajes. Sus pendientes y llamativos cortes de pelo, junto a episodios como los de su bulldog apostado en el box cada fin de semana, le fueron otorgando una imagen radical. Como lo es en pista, donde jamás especula, donde proyecta mentalidad inflexible. El hambre es su bandera. Para sí acuño la frase hoy reputada en la F-1: hammer time (tiempo de martillo). Golpea con acelerador, osadía y adrenalina.
Precisamente a su nueva manera de alimentarse es a la que atribuye su mejor estado de forma: el presente, según reza, porque se dice místico y religioso. “Dios es amor”, pone en su cuello, mientras una cruz ocupa toda su espalda. Esa nutrición es la razón de su escalada personal, tanto a nivel físico como mental. La que, estima, le ha brindado nueve victorias esta temporada y mediante las cuales ha logrado su cuarto cetro mundial. Still I Rise (todavía resurjo) se lee tintado en la parte superior de su dorso, de hombro a hombro, y aerografiado en su casco. En 2017 resurgió tras ceder la pasada temporada ante su compañero de equipo, Nico Rosberg, uno de sus enemigos deportivos, como lo fue Fernando Alonso durante su convivencia en McLaren o como lo es ahora Vettel, el único capaz de amenazar al piloto inglés con mejor palmarés.
El renacer de Hamilton le situó en México con 66 puntos de ventaja en la clasificación del Mundial. Le bastaba ser quinto para sentenciar su cuarta obra maestra. Pero las tres primeras curvas le relegaron a la última plaza tras un choque con Vettel (no hubo sanciones al considerarse lance de carrera y donde también estuvo envuelto Verstappen), que alcanzó la cuarta plaza, pero fue incapaz de posponer la gloria de Lewis, noveno en el Autódromo Hermano Rodríguez, pero campeón. El podio lo coparon en este orden Verstappen, Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen; Fernando Alonso fue décimo, superado en las postrimerías por Hamilton, uno de los más grandes de la historia.
1. Max Verstappen (Red Bull)1h36:26,552
2. Valtteri Bottas (Mercedes)a 19,678’’
3. Kimi Raikkonen (Ferrari)a 54,007’’
4. Sebastian Vettel (Ferrari)a 1:10,078
5. Esteban Ocon (Force India)a 1 vuelta
6. Lance Stroll (Williams)a 1 vuelta
7. Sergio Pérez (Force India)a 1 vuelta
8. Kevin Magnussen (Haas)a 1 vuelta
9. Lewis Hamilton (Mercedes)a 1 vuelta
10. Fernando Alonso (McLaren)a 1 vuelta
11. Felipe Massa (Williams)a 1 vuelta
12. Stoffel Vandoorne (McLaren)a 1 vuelta
13. Pierre Gasly (Toro Rosso)a 1 vuelta
14. Pascal Wehrlein (Sauber)a 2 vueltas
15. Romain Grosjean (Haas)a 2 vueltas
Carlos Sainz (Renault)Abandono
Marcus Ericsson (Sauber) Abandono
Brendon Hartley (Toro Rosso)Abandono
Nico Hülkenberg (Renault)Abandono
Daniel Ricciardo (Red Bull)Abandono
1. L. Hamilton (Mercedes)333 (campeón)
2. Sebastian Vettel (Ferrari)277
3. Valtteri Bottas (Mercedes)262
4. Daniel Ricciardo (Red Bull)192
5. Kimi Raikkonen (Ferrari)178
6. Max Verstappen (Red Bull)148
7. Sergio Pérez (Force India)92
8. Esteban Ocon (Force India)83
9. Carlos Sainz (Renault)54
10. Lance Stroll (Williams)40
11. Felipe Massa (Williams)36
12. Nico Hulkenberg (Renault)34
13. Romain Grosjean (Haas)28
14. Kevin Magnussen (Haas)19
15. Stoffel Vandoorne (McLaren)13
16. Fernando Alonso (McLaren)11
17. Jolyon Palmer (Renault)8
18. Pascal Wehrlein (Sauber)5
19. Daniil Kvyat (Toro Rosso)4
20. Marcus Ericsson (Sauber)0
21. Antonio Giovinazzi (Sauber)0
22. Pierre Gasly (Toro Rosso)0
23. Brendon Hartley (Toro Rosso)0
1. Mercedes 595 puntos (campeón)
2. Ferrari 455
3. Red Bull Racing-TAG Heuer 340
4. Force India-Mercedes 175
5. Williams-Mercedes 76
6. Toro Rosso 53
8. Renault 48
7. Haas-Ferrari 47
9. McLaren-Honda 24
10. Sauber-Ferrari 5