Bilbao - “Nosotros no somos Zara, nosotros hacemos trajes a medida”, es la forma que tiene Julen Erauzkin de explicar su trabajo en Basque Team. Él y su compañera Mari Mar García son parte del servicio técnico formado por cinco profesionales que la fundación vasca proporciona a todos sus becados. Su función es simple de explicar: estudiar, valorar y asesorar las actuaciones de los deportistas de alto nivel para ayudarles en su mejora; pero muy complicada de realizar porque, tal y como dice el propio Erauzkin, “la ecuación del rendimiento tiene muchas variables y cada cuerpo es distinto, cada persona necesita una metodología personalizada”. Por eso, los técnicos de Basque Team no trabajan al por mayor, sino que se adecuan a cada “cliente”. “Primero, los deportistas son valorados biomecánica y técnicamente, bien de forma general o bien concretando en lo que el entrenador nos solicite. Luego, se sacan unas conclusiones y de ellas salen los déficit de rendimiento. Y posteriormente, nosotros exponemos posibles actuaciones que se pueden realizar para mejorar. Decimos en qué campo se puede mejorar y cómo; y luego es el entrenador o el deportista quien decide si hacerlo o no”, expone Erauzkin. Es decir, los técnicos de Basque Team dicen si el deportista ha mejorado, empeorado o mantenido su rendimiento; y por qué. Al igual que adecuan el entrenamiento a cada deportista, su cuerpo, su rendimiento y a unos objetivos que, en estos niveles tan altos, básicamente están ligados a Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos.

Son cinco técnicos para más de sesenta deportistas, cada uno con su disciplina, especialización y objetivos; por lo que el servicio de Basque Team se ha visto en la obligación de “conocer los aspectos transversales de todos los deportes”: “Está todo muy personalizado porque te puedes encontrar en un misma disciplina a personas con perfiles muy diferentes. Entonces, lo que se busca es la individualización y, luego, la calidad. Cuantos más datos, más información y más objetivos seremos, así será mejor la aproximación de mejora del rendimiento”, reconoce García. Y es que en Basque Team el grado de intervención varía de acuerdo a cada deportista. “Hay algunos que vienen todas las semanas para que les hagamos un seguimiento más exhaustivo y otros que solo pasan por aquí una vez. Todos los becados tienen la obligación de pasar anualmente para que la administración pública, que es la que pone los fondos, tenga todo bajo control”, explica la técnico. Y, a partir de ahí, es decisión de cada deportista ir regularmente o no. “Generalmente los deportistas acuden a nosotros o no por el entorno que tienen. Hay algunos que tienen toda una estructura especializada detrás de ellos, Federaciones o clubes, y otros que necesitan más de nuestras valoraciones”, reconoce García.

Los éxitos Erauzkin y García llevan en el servicio técnico de Basque Team más de 16 años, por lo que les persiguen varios éxitos. De hecho, el que más recuerda el tecnólogo es el protagonizado por Maider Unda: “Vino de la Residencia Blume porque allí no le salieron las cosas y se plantó aquí hace nueve años. Nosotros no sabemos de lucha y no entrenábamos lucha con ella porque para eso estaba su entrenador, pero vino una atleta con una serie de problemas y lo que hicimos fue ver las necesidades fisiológicas de ese deporte y compararlas con ellas de ella. Es decir, ver en qué nivel estaba Maider, descubrir en cuál debería estar y cómo podía llegar a él”. Cambiaron su forma de entrenar y su rutina. Veranos después, Unda fue bronce olímpico.